viernes 29 marzo 2024

Mitos micromachismos y otras historias de horror

por Regina Freyman

Hoy nos preguntamos, a propósito de la inequidad, cuál es el orden que debe regir las relaciones amorosas entre pares, hablamos en términos de hombre /mujer aún cuando sabemos que género y sexo, no son lo mismo, uno es una clasificación biológica y la otra social. Sin más especificaciones, me propongo dibujar entre mitos y arquetipos el lugar que ha guardado lo femenino en las relaciones de poder. Ante todo pido una disculpa por mis libertades poéticas que sólo pretenden desentrañar las fábulas de nuestras vieja, nuevas y futuras relaciones. El enemigo común se llama control, y es esa particular adicción humana a buscar que el tiempo y los seres se sujeten a nuestros deseos, de modo que, cuando se alcanza el escenario anhelado, nada cambie o, si lo hace, cambie acorde a nuestros designios, lo que acabaría por ser previsible y carente de la sorpresa necesaria para estimular la mente. Sin embargo, el embuste es espejismo, pues todo cuanto se mantiene estable e inmutable se parece mucho a la quietud de muerte, del tedio.

Me gusta articular los mitos griegos para sugerir mi punto, carente de autoridad veraz, echo mano de la ficción y que cada quien saque las conclusiones que le plazcan.

Comenzaré con la dama dormida en el vasto cosmos: Gea; como hemos platicado en otros textos, cuentan que yacía dormida hasta que la primigenia fuerza de Eros rondó su sueño, exaltada, suspiro al cielo: Urano, y de ahí en adelante se abrazaron ceñidamente hasta engendrar criaturas naturales como el mar y sus ríos, las montañas y unos cuantos seres extraños llamados titanes. Y es que la aprensión de Urano no permitía que los hijos crecieran y se desarrollaran, temía el padre que uno de ellos lo destronara por siempre, así que el pobre tiempo aplastado: Crono, crecía inmóvil en las entrañas de sus padres.

“Saturno devorando a uno de sus hijos” del Taller de Hendrik de Keyser, anteriormente en la Galería de Mármol en Frederiksborg

Gea, comprimida hasta la nausea, se dirige pues a sus hijos varones los titanes, para incitarlos a la revolución. Crono, el más pequeño, maquina una idea, le propone a su madre que con la lava volcánica que hay en lo más profundo de sus entrañas y con los metales que la habitan, fabrique una hoz. Crono tomará el arma con la mano que de ahí en adelante se llamará siniestra y le corta los genitales a su padre.
 Al tirar los órganos por encima del hombro, la sangre de Urano se derrama sobre la tierra y en los mares; de su semen y sangre nacen divinidades terribles o sublimes. Y el tiempo, el inconmovible tiempo queda liberado.

Las tres primeras criaturas que nacen del sexo y sangre de Urano son las regentes del imperio de Eris: odio, de la venganza y discordia. También nacen los gigantes. Pero del semen purificado por las aguas calmas del mar nace la diosas del Eros: el amor, se trata de la diosa de la belleza y de la pasión amorosa, Afrodita.

Cronos, el dios tiempo rescatado sabe que la amenaza de sus propios hijos destruirá nuevamente el orden, de su reinado. La profundidad del problema existencia que dibujan estos mitos nos dice Luc Fery en su libro La sabiduría de los mitos, es:

..que toda existencia, hasta la de los dioses inmortales, se va a encontrar atrapada en un dilema casi insoluble: o bien se encierra todo, como Urano encierra a sus hijos en el vientre de su esposa/madre, con el fin de evitar que cambien las cosas y corran el riesgo de degradarse, pero entonces es la inmovilidad total y el tedio más aplastante lo que acaba por imponerse a la vida; o bien, para evitarlo, se acepta el movimiento, la historia y el tiempo, y claro la muerte.

Nace pues a la vera de nuestra conciencia temporal, el ávido e incontenible deseo de control. Crono es capaz de liberar a sus hermanos y hermanas, encerrados bajo la tierra por su padre, pero su debilidad, lo conduce a devorar uno a uno a sus propios hijos. En una tradición incestuosa pero insustancial para el relato, Urano se casa con su hermana Rea, la pareja engendra seis: Hestia, diosa del hogar, y la familia; Deméter, la de las estaciones y cereales; Hera, que repetirá el modelo con su hermano Zeus, diosa de la fidelidad y el orden conyugal; Poseidón, dios del mar; Hades, de los infiernos, y el propio Zeus.

Al igual que Gea, su madre, Rea está harta de su glotón marido que la despoja de sus hijos. Cabe mencionar que los seres mitológicos pueden vivir como Jonás dentro del vientre de sus captores. Cuando Zeus, el más pequeño, está a punto de nacer, Rea acude a sus padres, Gea y Urano. Su madre le dice que envuelva una piedra entre pañales y burlen de nuevo al macho inseguro.

Metis la sabiduría

Zeus crece a salvo en una isla a la vera del tiempo, oculto de su padre. Es aquí donde entra la primera mujer de Zeus, La bella Metis. Metis, que representa la astucia, la inteligencia, la capacidad de inventar estratagemas para obtener el máximo resultado con el mínimo esfuerzo, del ingenio seductor. Zeus envidiaba sus extraordinarias habilidades. Era hija de Tetis, una Titánide, y de uno de los primeros Titanes, el Océano el río gigantesco que rodeaba toda la tierra.

Zeus estaba preocupado. Sabía que tenía liberar a sus hermanos. Mientras tomaba la siesta mecido por la briza en su hamaca, de forma silenciosa entró Metis, al verla su belleza lo hipnotizó. Pero su atracción fue mayor cuando ella le habló de cómo destronar a su padre. Le dio a Zeus un líquido que asemejaba ambrosía (elixir divino que permite la juventud eterna). Zeus disfrazado de copero fue al palacio del padre y vertió el vomitivo en la copa de Cronos. El plan surtió resultados positivos. Los dioses fueron liberados, y Cronos, encarcelado.

Metis se casó con Zeus, al principio, todo era luna de miel. Pero nuevamente una profecía anunció que Metis tendría dos hijos que derrocarían al padre. Era seguro que los vástagos estarían dotados de las cualidades de sus dos progenitores: el poder y la sabiduría. Me parece que este mito pone de relieve la muerte del matriarcado y el principio de las teogonías patriarcales.

Metis estaba furiosa por las infidelidades de su esposo, quien convertido en animal o transmutado en elemento se escapaba de cama en cama. La diosa en represalia evitaba el sexo con él, usando el mismo recurso, su poder de transformación. En ese momento ya estaba embarazada de Atenea. Esto los condujo a una competencia divertida pero peligrosa; así que cada noche, volaban, se deslizaban, galopaban o nadaban en una persecución adoptando toda forma zoomórfica conocida. Se transformaron en una magnífica criatura tras otra, hasta que Zeus le pidió que se convirtiera en algo muy diminuto como una gotita de lluvia, ella mostró su destreza; gracias a la hábil manipulación de Zeus ella pequeñita fue a dar a las entrañas del dios que se la tragó.

Metis furiosa desde dentro de su marido, construyó una fragua para crear el casco que protegería a la sabia y prudente Atenea (diosa virgen que aprendió la lección)1. Zeus comenzó a sentir un ardor insoportable. Su dolor llegó hasta la cabeza porque la chica había crecido hasta ser adulta, armada con el casco que fraguó mamá, lanza, escudo y coraza de oro. El alarido de dolor de Zeus fue tan grande que Hefestos el dios herrero, de un hachazo le abrió la cabeza para que saliera Atenea la diosa de la inteligencia.

Zeus incorporó la astucia en forma de Metis, desde su estómago le daba consejos. Posteriormente Zeus toma una segunda esposa, una diosa trascendente para dar orden al cosmos: Temis (curioso juego de palabras con el nombre de la primer mujer), la justicia, con quien tuvo a las Hores (las Horas), lo que significa la rotación estacional e incesante del tiempo; de Eunomia (orden justo), Deke (juicio) y Erene (paz), que eran las características más importantes de una sociedad justa; finalmente algunos mitólogos dicen que son sus hijas también las Moiras, artífices del destino. Hasta aquí es importante notar que los griegos atribuían las cualidades de la razón a las mujeres y los hombres, si bien más poderosos, las asimilaban para poder reinar. Sin embargo, desde la aniquilación de las religiones de la Gran Madre, los dioses patriarcas subordinan a las deidades femeninas ¿Qué nos dice esto de nuestra asimilación patriarcal?

Hera ciclos femeninos

Su tercera y definitiva esposa fue Hera, la protectora del orden y de las instituciones, concretamente la familiar, es hermana de Zeus, para variar.  Es heredera simbólica de la Gran Madre, proveedora de alimento, esa leche derramada al cielo que se convirtió en la Vía Láctea. Las gotas que cayeron al suelo se convirtieron en lirios, flores que simbolizan el poder fertilizante de lo femenino. Los símbolos de Hera (y sus conflictos con Zeus) reflejan el poder que ella tuvo alguna vez como Gran Diosa, culto que precedió al de Zeus. Era es una diosa lunar, en sus rituales, Hera tenía tres epítetos: en primavera, Hera Parthenos (la virgen, luna creciente); Hera Teleia en verano y otoño (la realizada, luna llena), y en invierno se convertía en Hera Chera (la viuda, luna menguante). Estos tres aspectos representaban los tres estados de la vida de una mujer.

Para estar más cerca de la doncella virgen, Zeus se transformó en un tembloroso y conmovedor pajarillo, del que Hera se compadeció. Para calentar a la criatura muerta de frío, Hera lo mantuvo junto a su pecho. Entonces, Zeus se despojó de su disfraz, volvió a tomar su apariencia humana, e intentó forzarla a tener sexo. Ella resistió condicionándolo al matrimonio. La ceremonia duró nueve días con sus nueve noches. Según Homero, “…se unieron en el lecho a espaldas de sus padres”. La tierra hizo crecer para ellos un tapiz de flores, una especie de cama flotante envuelta por una nube dorada, así los protegían de los mirones. Este dios sí que sabía dar excelsas lunas de miel, en esta ocasión la duración fue de trescientos años. Tras de lo cual Zeus volvió a su coquetería habitual provocando los celos de su vengativa esposa. Las represalias de Hera no se dirigen nunca a su marido sino hacia sus amantes e hijos ilegítimos.

Los hijos del control

Los matrimonios del dios pagano son una representación simbólica del balance entre lo masculino y lo femenino. El arquetipo de Hera es la personificación de la asimilación femenina del dominio masculino, la mejor “protectora” del orden patriarcal. Y aunque Luis Bonino en su tipificación del aún presente dominio masculino en las relaciones, que se manifiesta en los actos que el psicólogo llama micromachismos2, excluye a la mujer como perpetradora, puesto que argumenta que la mujer que tiene comportamientos de este tipo lo hace como una forma de complacer al orden masculino, por lo que su conducta no se llama micromachista, sino de una especie de pseudo poder, puesto que es una salida femenina para contrarrestar el poder masculino, no podemos negar que la tiranía de “cuadrar” con los roles conocidos es una tendencia de todos los que hemos sido educados bajo esos patrones.

He usado estos mitos para ejemplificar que el temor humano a la muerte que nos conduce a buscar el control como una forma de no sufrir por el devenir temporal que presupone nuestro destino finito. Del mismo modo y como la gran alegoría de vida se significa en la pareja, los seres humanos buscamos el poder muchas veces, mediante la reducción del otro, al modo en que Zeus reduce a Metis hasta tragarla; o mediante el engaño y la simulación que hacen de Hera una vengativa guardiana del orden y la moral.

Las formas femenina de perpetuar su poder a partir del rol tradicional son los que Bonino también llama “poderes ocultos”, modos de manipulación que se ejerce a partir de los afectos, el cuidado erótico y maternal. Esfuerzos de influencia sobre el poder masculino, dice Bonino, que nos “hacen expertas en leer las necesidades y en satisfacer los requerimientos del varón, logrando ser valorada por su eficiencia y exigiendo algunas ventajas a cambio. Sus necesidades y reclamos no pueden expresarse directamente, y por ello se hacen por vías ‘ocultas”. Otro escritor, Robert Greene hace a la mujer la inventora de la seducción, como un modo de poder disimulado que llega a ser tan eficaz que es adoptado por los grandes hombres de poder. Es importante notar el ingenio que hace del subyugado un gran escapista que encuentra subterfugios capaces de convertir el dominio en arte. Micromachismo, pseudopoder, son etiquetas que no alcanzan a cobijar el cambio de roles, el cambio de poderes. Poder y seducción, micromachismo y manipulación son estrategias que no tienen una propiedad exclusiva de género, los seres humanos los usamos para controlar el miedo del tiempo, del otro, de la fragilidad que nos somete.

No intentaré aquí transmutar para probar mi punto, sin embargo, me permito incluir la tabla de micromachismos comparada con estrategias equivalentes de manipulación presumiendo que la pareja terrena, emulando a la mítica juega entre el control, la posesión y la manipulación un antiguo juego de transfiguraciones que nos lastiman y que son perpetradas tanto por el dios temeroso de su fragilidad o la diosa atraída por la sed de venganza:

Micromachismo

Manipulación

Control del dinero: no información sobre usos del dinero común, control de gastos y exigencia de detalles, retención que obliga a la mujer a pedir. Negación del valor económico que supone el trabajo doméstico y la crianza y el cuidado de los niños.

Venganza mediante el gasto excesivo, un ajuste de cuentas silencioso para golpear el bolsillo del que ostenta el poder económico.

Monopolio de la intimidad: acción unidireccional de acercamiento cuando el varón desea, el varón no se molesta en negociar movimientos hacia la intimidad. Ejemplo de esto es la seducción forzada cuando él quiere sexo.

Castigo sexual, la negación al placer como forma de represalia.

No participación en lo doméstico

Uso expansivo-abusivo del espacio físico y del tiempo para sí, idea de que el espacio y el tiempo son posesión masculina

Insistencia abusiva “ganar por cansancio” la mujer que se cansa de mantener su propia opinión, y al final acepta lo impuesto a cambio de un poco de paz.

La humillación disfrazada.

Se puede disfrazar como una pregunta inocente, enseñanza, consejo, ayuda ú Orta de soluciones, pero el resultado final es que te sientes humillado e insultado por una declaración negativa. Como:

Qué rico tu pastel pero si la próxima vez le pones menos azúcar engordarás menos.

Perdiste el punto.

El abusador dirá algo malicioso o negativo hacia ti. En lugar de reconocer con razón y gracia que tu tienes razón y que fuiste lastimado o lastimada, él o ella te culpa. Esta vez culpa a tu falta de comprensión por su dolor emocional, y que aunque pudo haber hecho mal, fue tu mala interpretación la que causó realmente todo el problema. El abusador niega toda responsabilidad por el daño emocional, y esencialmente puede esquivar todo el asunto.

La discusión se vuelve sobre ti y tus defectos al leer e interpretar tan mal.

Apelación a la “superioridad” de la “lógica” varonil

Uso de tergiversaciones para manipular

Es cuando le presentas un problema de la relación a tu abusador, pero inmediatamente lo invalida y proclama que el único problema lo tienes tú. Es una fuerte negativa a aceptar la responsabilidad. Cuando el foco de un problema lo voltean en torno a ti, la conversación se ramifica en todas sus deficiencias, lo que disminuye la autoestima. Lo más importante, el enfoque nunca está en el abusador y sus acciones. Finalmente, esta actitud invalida totalmente tus inquietudes y puede hacerte dudar de ti mismo, minando tu autoestima. Esto puede volverte loco de dudas y ansiedad, hacerte sentir que tu abusador es el único que te aceptará.

Toma o abandono repentinos del mando de la situación: decidir sin consultar, anular o no tener en cuenta las decisiones de la mujer

Abuso de la capacidad femenina de cuidado:

1. Maternalización de la mujer. La inducción a que la mujer sea como una madre tradicional: cuidadosa y comprensiva, es una práctica que impregna el comportamiento masculino.

2 Delegación del trabajo de cuidado de los vínculos y las personas.

3 Requerimientos abusivos solapados: pedidos “mudos”, que apelan a activar automáticamente los aspectos “cuidadores” del rol femenino tradicional y hacer que la mujer cumpla ese pedido sin percatarse que lo está haciendo por coacción.

Creación de falta de intimidad: Intentan controlar las reglas del diálogo a través de la distancia y están sostenidas en la creencia varonil de su derecho a apartarse sin negociar y a disponer de sí sin limitaciones (sin permitir ese derecho a la mujer).

¡Tú tampoco eres perfecto!

Siempre encontraran algo que te devalúe y disminuye tu autoestima. De ese modo el abusador será visto como tu salvador, lo mejor que te ha pasado, y este es su objetivo constante: mantenerte por debajo de su “altura”. Es un juego que no debería existir en una relación saludable. Señala constantemente los defectos que tienes, que pueden ser ciertos o no.

1. Silencio.

9. Palabras de afirmación.

Los abusadores aprovechan los ciclos de amor y odio. Las palabras de afirmación son justo lo que quieres escuchar de tu pareja, lo importante que eres para ellos, quieres oír cundo te dañan que lo lamentan y que nunca volverán a lastimarte.

Nunca escucharás estas cosas a menos que estés extremadamente molesto y amenaces con

alejarte. Estas palabras de afirmación son lo que el abusador sabe que harán que dejes de enojarte y se resuelva el problema. Pero como buscan controlar es probable que no sean sinceras.

El trato silencioso.

Es un chantaje emocional. Desafortunadamente, algunas personas, especialmente los abusadores, todavía piensan que esta es una forma válida de resolver problemas. El abusador se niega a comunicarse cuando percibe que has hecho algo mal, o simplemente quiere transmitirte su disgusto. El tratamiento silencioso y el hombro frío son un castigo, y simplemente no quieres seguir siendo castigado e ignorado.

Al igual que el niño petulante y enojado que se sienta en la esquina por enojo, también lo hace el abusador para obtener lo que quiere. Lo que realmente te está comunicando es que simplemente no eres tan importante para ellos y que no vales la pena su tiempo o amor.

2. Avaricia de reconocimiento y disponibilidad: escatimar el reconocimiento hacia la mujer como persona y de sus necesidades, valores, aportes y derechos. Provocan además la sobrevaloración de lo poco que brinda el varón. Una frase ejemplificadora: Si sabes que te quiero ¿para qué quieres que te lo diga? 


1. Aprobación ocasional. Muchos estudios psicológicos han demostrado que ser reforzado positivamente de manera inconsistente es adictivo y hace que las personas lo necesiten constantemente. El manipulador es un elogiador selectivo y avaro.

2. Seudointimidad: el varón dialoga, pero manipulando el diálogo, de modo de favorecer el control y el ocultamiento, dejando a la mujer con menos poder al retacearle sinceridad. 


10. Realidad alterada.

Cada una de nuestras realidades es relativa, basada en nuestras experiencias y recuerdos personales. Tienes derecho a tu propia interpretación, y solo tu puedes hablar de ella. Sin embargo, los abusadores no pueden permitir que esto suceda por dos razones. Primero, expondría todos los trucos y tácticas tortuosos que usan para mantener el control.

Segundo, significa que los abusadores tendrían que vivir en la misma realidad que tú,

y eso objetivamente los haría personas terribles. Puede que no les guste ver esto sobre sí mismos. Los abusadores alteran tu realidad, lo que los hace parecer más favorables para ti.

Alteran tu realidad haciéndote dudar de ti mismo, negando lo que dijeron o hicieron, recordando historias falsas e incorrectas e invalidando tu opinión y recuerdos. olvidando selectivamente las promesas. Finalmente, por supuesto, la realidad alterada incluye la mentira directa. El abusador hará cualquier cosa para obtener los resultados que desea, y no les importa si hay repercusiones para alguien más que para ellos mismos.

3. Comunicación defensiva-ofensiva.

5. Comentarios tangenciales. Un comentario lateral sarcástico socava el contenido positivo de una declaración con uno negativo, y se disfraza de pensamiento aleatorio, observación, reflexión o simple pregunta. Recordemos que los abusadores quieren ganar y quieren poder en una relación. Te conté que el esposo de mi amiga es el mejor del mudo, él jamás se enoja y le compró una camioneta.

4. Engaños y mentiras.

14. No fui yo.

Los abusadores viven en un mundo interesante. Es como si fueran realeza en sus mentes.

Nada de lo que hacen tiene consecuencias, y nunca son responsables de que alguien se sienta mal. Además, siempre son el héroe o la víctima de una historia, y otros siempre son los que los han ofendido o insultado. Siempre están justificados. Pura fantasía, por supuesto, nada es culpa de ellos. O los has malinterpretado. O es circunstancial. O es culpa de un tercero. O … es tu culpa.

Desautorización: basadas en la creencia que el varón tiene el monopolio de la razón, lo correcto y el derecho a juzgar las actitudes ajenas desde un lugar superior.

11. Trivializar

Una de las peores cosas que cualquiera puede hacerte es decirte que tu problema realmente no es un problema. El o la abusadora trivializa cualquier problema, lo hace pequeño, y

esencialmente te dice que tu problema no es un problema, que estás equivocado, tu opinión es incorrecta y, lo más importante, no están en la misma sintonía.

1 Descalificaciones

 7. Juicio y vergüenza.

Se supone que una relación es casi libre de juicio. Su poder sobre ti crece cada vez que juzgan lo que haces y te avergüenzan, legítimamente o no. El juicio y la vergüenza son en blanco y negro, y vivirás de acuerdo con la definición de lo correcto y lo incorrecto de esa persona.

2 Autoalabanzas y auto adjudicaciones

3 Manipulación emocional (columna siguiente)

4 Culpabilidad -inocencia.

22. Jugar a la víctima.

Son víctimas de algo que has hecho: esto puede salir de la nada. Actuar como una víctima es una gran manera de culparte y hacerte sentir remordimientos. En sus mentes, nada es culpa suya y siempre están a disposición de otra persona. El complejo de víctimas es algo muy real, por lo que puede el abusador realmente cree que es una víctima.

5 Dobles mensajes afectivos: el varón emite mensajes de afecto con un fin manipulativo oculto y que dejan a la mujer sin posibilidad de reacción: si los acepta, es manipulada, si no los acepta es culpabilizada por no ser afectuosa.

6 Enfurruñamiento: Acusación culposa no verbal frente a acciones que no le gustan al varón, pero a las cuales no se puede oponer con argumentos “racionales”

15. Cortina de humo.

Ocultamiento para evitar una confrontación y escapar de reproches o cuestionamientos.

Se cambia la conversación, se usan otro tema como distracción. A veces esto puede ser solo un cambio o desviación del tema, que cambia el enfoque de una discusión a una tangente. Si realmente quieres hablar sobre el problema que te está molestando, tendrás que mencionarlo continuamente.

Auto indulgencia y auto justificación

23. Te lo buscaste.

Oirás esto comúnmente como los apologistas de violación. Claramente, una noción delirante de que solo porque una mujer está en el lugar equivocado en el momento equivocado merece ser lastimada. Esto se conoce como culpar a la víctima. Disculpan su agresión o tiranía argumentando una provocación previa.

1 Hacerse el tonto

17. ¡No lo sabía!

Es cuando el abusador finge confusión e ignorancia sobre lo que estás hablando

sobre, o las consecuencias de sus acciones. Hacerse el tonto o ignorante son modos de menoscabar tu confianza.

2 Impericias y olvidos selectivos.

18. Explosión traumática.

Tienes una experiencia traumática, por lo tanto, estás condicionado interna e instintivamente para evitar situaciones parecidas. Los abusadores son muy conscientes de este ciclo de evasión y lo utilizarán para sacar ventaja. Podrían usar arrebatos traumáticos para conmocionarte y avergonzarte hasta la sumisión.

3 Comparaciones ventajosas : el varón intenta acallar los reclamos de la mujer apelando a que hay varones peores que él, y que entonces no debería quejarse.

Seudoimplicación doméstica. el varón actúa sólo como “ayudante” de la mujer, sobrecargándola y asumiendo además las tareas menos engorrosas.

Minusvaloración de los propios errores.

Resistencia pasiva y distanciamiento utilizar diversas formas de oposición pasiva y abandono: falta de apoyo o colaboración, desconexión, conducta al acecho (no toma la iniciativa, espera y luego critica. “Yo lo hubiera hecho mejor”), distanciamiento, amenazas de abandono o abandono real (refugiándose en el trabajo o en otra mujer “más comprensiva”), etc.

4. Crear una cuña. es cuando tu abusador introduce a otras personas en la relación y les brinda la atención y los deberes que debe tener contigo como pareja. No importa si son hombres o mujeres, puedes estar celoso de ambos, y ellos lo saben muy bien. La idea es ponerte celoso y molestarte, lo que aumenta su poder sobre ti. Te sentirás cada vez menos como una prioridad, y tal vez incluso pensarás que te van a dejar. Claramente, esto te hace querer aferrarte y hacer lo que el otro quiere por temor a la partida. Nunca sabrás exactamente dónde estás con estos personajes, y eso es un sentimiento desmoralizador, contrario a la certeza que te debe dar una pareja.

5. Rehuir la crítica y la negociación

7. Promesas y hacer méritos

8. Victimismo, el varón se declara víctima inocente de los cambios y “locuras” de la mujer.

9. Darse tiempo

10. Dar lástima

6. El viaje culposo.

La culpa funciona de la siguiente manera: alguien quiere que hagas algo y

hace que parezca que se lo debes y estás obligado a hacerlo. Entonces lo haces, a pesar de no querer, y sin una obligación real. Puede operar de muchas maneras en una relación abusiva. Si tienes una inquietud u objeción, pueden jugar a la víctima para hacerte sentir culpable por siquiera mencionar una duda. Si quieren que hagas algo por ellos, te cantarán todos los

sacrificios que han hecho por ti. Saben que te importan y se aprovechan de eso fácilmente … porque eso es lo que pueden hacer cuando el equilibrio de poder en una relación es increíblemente sesgado.

Alejarnos del machismo, de las manipulaciones, de todo tipo de abuso, es motivo de imponer nuevas tradiciones, de hablar y discutir nuestros prejuicios. Es menester recontar mitos y esperar a que de hablarnos, de escucharnos, de procurar entendernos, se asienten mejores relaciones con nosotros y con los otros.

Monstruos como el micromachismo, la violencia, el pseudopoder, son engendros del cambio, formas de defensa ante lo incierto, respuestas que damos en tanto encontramos mejores formas de convivir.


1.  Cabe recordar que esta virginidad no exime placeres sexuales, pero sí impide la asociación conyugal.

2. Una respuesta velada, forma de poder disimulado que nace como respuesta a la nueva posición femenina. Un modo masculino de “reafirmar” o recuperar dicho dominio ante la mujer que se “rebela” de “su” lugar en el vínculo. Luis Bonino Méndez describe y da nombre a esta forma de presión social. Como toda práctica dominante, proviene más de la fuerza de la tradición patriarcal que de una cofradía satánica de hombres que “controlan al mundo.

 

Referencias:

Bolen, S. Las diosas de cada mujer. Kairos: Madrid. 2010.

Bonino, Luis, Micromachismos: la violencia invisible en la pareja, [En línea]. Dirección: https://www.joaquimmontaner.net/Saco/dipity_mens/micromachismos_0.pdf

Fery, L. La sabiduría de los mitos: Aprender a vivir II, Santillana: Madrid. 2009

Kole, P. (2015). Mind Games: Emotionally Manipulative Tactics Partners Use to Control Relationships and Force the Upper Hand – Recognize and Beat Them (English Edition) [Kindle iOS version]. Retrieved from Amazon.com

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