jueves 28 marzo 2024

Migrantes y el reino del espanto

por Julián Andrade

Lo que ocurrió en Camargo, Tamaulipas, donde 19 personas, 13 de ellas migrantes guatemaltecos, fueron asesinadas y calcinadas, es muestra de las debilidades institucionales que aquejan al país.

Es el reino del espanto, porque participaron, de modo directo en la masacre, 12 policías estatales, quienes alteraron la escena del crimen y mintieron a sus superiores. Además, una decena de agentes de Migración fueron cesados, por múltiples negligencias y omisiones.

Una mancuerna, la de las policías y el INM, que en teoría tendrá que proteger a la ciudadanía, sin importar su nacionalidad, pero que en realidad, y por los más diversos motivos, se alinea con los intereses criminales.

Es un drama humano que marcará este tiempo ya de por sí oscuro y donde se pierde de vista, al memos por momentos, todo lo que está ocurriendo.

CIUDAD CAMARGO, TAMAULIPAS, 23ENERO2021.- La tarde del 22 de enero, se realizó un hallazgo de al menos 19 cuerpos y vehículos calcinados en el poblado de Santa Anita del municipio de Camargo. FOTO: Cuartoscuro

En situaciones como esta, es en la que se expresa, con toda su crudeza, la orfandad en que se encuentra la sociedad ante los embates criminales. No hay a quien acudir y la zozobra es permanente.

Al menos, en esta ocasión, hay que señalar que la autoridad, la Fiscalía tamaulipeca, actuó con velocidad para detener a los implicados y llevarlos a la justicia. El gobierno del estado no se escabulló de su propia responsabilidad y más bien está actuando para paliar un daño enorme.

¿Será suficiente? Quién sabe, pero no actuar habría sido mucho peor porque la banda de policías continuaría delinquiendo y matando.

Tamaulipas y Nuevo León, en sus zonas fronterizas, son lugares peligrosos y de pleito permanente entre grupos de sicarios. Lo que está en juego son tramos importantes del negocio del trasiego de las drogas, pero también del tráfico de personas.

Falta mucho por saber y las investigaciones tienen que ser acuciosas, aprovechando para desarmar a redes de tráfico de personas y de colusión de servidores públicos con criminales.

Por lo pronto, el daño es inmenso y coloca a México, como un lugar muy peligroso para quienes intentan llegar a los Estos Unidos y refrenda no que solo no hemos avanzado sino retrocedido.

Y no es que viniéramos de un pasado luminoso ni mucho menos, sino que el paso del tiempo ha significado un degradación las cosas.

Los migrantes, en la actualidad, enfrentan riesgos todavía mayores, porque la política para contenerlos es punitiva y represora. La Guardia Nacional ha sido utilizada como una suerte de patrulla fronteriza, pero muy al sur del Río Bravo.

Se dirá que era el precio de mantener tranquilo a Donald Trump, pero no se ha hecho nada para cambiar esta situación desde que ocurrió en relevo en La Casa Blanca. Es más, hay más gestos de búsqueda de soluciones en Washington que en la Ciudad de México.

Esto importa, porque mientras más fuertes son los controles de ingreso fronterizo, es que los traficantes aprovechan para extorsionar a quienes abandonaron su país por cuestiones económicas, de seguridad o inclusive de simple esperanza.

¿Cómo no recordar a San Fernando y a sus 72 migrantes también asesinados?

También te puede interesar