viernes 19 abril 2024

Mecanismo de estabilidad macro

por José Yuste

Poco se había dicho en las negociaciones del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP).


Pero se estaba negociando un mecanismo de estabilidad macroeconómica, y fue en la comparecencia del secretario de Hacienda, Luis Videgaray, cuando se da a conocer que México como parte de los 12 miembros del TPP sí participará en dicho mecanismo.


Para algunos, de inmediato se vino la imagen de la Unión Europea y sus límites que impone a los países miembros en el déficit fiscal para sostener la fuerza del euro.


UNIÓN EUROPEA, EL EJEMPLO


El de la Unión Europea es un buen ejemplo. Para crear la moneda única, el euro; los países miembros deben tener un mínimo de coordinación en el marco macroeconómico: no se aceptan déficit públicos mayores a 2.5% del PIB (aunque como sabemos, muchos miembros en la crisis de 2008-2009 se salieron de los parámetros y así les fue).


Y claro que en el caso europeo ya tienen un nivel de coordinación todavía mayor, que se refiere al de un bloque regional: un Banco Central Europeo donde todos los países miembros tuvieron que ceder gran parte de su soberanía en política monetaria.


TPP, COORDINACIÓN MACRO PARA EL COMERCIO


Aquí en el TPP, según explicaba Videgaray, es un nivel de coordinación macroeconómico, también para evitar vaivenes en las monedas, pero no para tener una moneda única ni mucho menos un banco central único.


Más bien los 12 países miembros del TPP, de la Cuenca Asia-Pacífico, quieren tener certeza de que las monedas no se moverán mucho para evitar que las devaluaciones originen ventajas de unos sobre de otros.


El TPP se traducirá en un mayor comercio de la región. Para eso se negociaron facilidades arancelarias y reglas de origen. Pero ese nivel de comercio se puede ver trastocado con cambios devaluatorios, con los que los países con una moneda devaluada tengan exportaciones más baratas por el abaratamiento de sus monedas. Se evitarán especulaciones cambiarias con un mínimo del marco macroeconómico.


DÉFICIT PÚBLICO EN ESTABILIDAD MACRO


Desde luego, por lo que se debe empezar en un marco macro similar es por los déficit públicos. México tiene un déficit bajo programado para 2016, de 0.5% del PIB (aunque por la contabilidad con la inversión de Pemex es mayor). Este tipo de cuestiones son las que tendrán que irse definiendo.


Para nadie escapa que un movimiento cambiario ayuda a salir de las crisis cuando se tiene la soga en el cuello, sobre todo cuando puedes dinamizar la economía con una moneda más barata que acepte inversiones extranjeras y haga competitivas las exportaciones. Estos son los riesgos que se quieren evitar en el TPP. Ya veremos, desde luego, el tema del déficit fiscal, que para México, dicho sea de paso, ayudará a tener finanzas públicas más sanas.


JORNADA DE COMPETENCIA: ¿INTERCAMBIO DE INFORMACIÓN?


En México muchas veces hemos visto escudados en asociaciones gremiales o cámaras industriales y de comercio, el “intercambio de información”.


Aquí vale la pena diferenciar: hay información gremial, sin duda, pero también hay otro cambio de información que es colusión para evitar la competencia y negociar el mercado. Hoy que se celebra la Jornada de Competencia vale la pena resaltar que el intercambio de información para asignarse parte del mercado está penalizado no sólo administrativamente, sino hasta con cárcel.


Un tema que se vio en la Jornada de Competencia, inaugurada por el presidentePeña, fue el intercambio de información.


Cuando surgió la nueva Ley Federal de Competencia Económica se pudo poner en blanco y negro que muchas veces hablamos de intercambios de informaciones para evitar nueva competencia, coludirse en licitaciones o negociar el mercado en lugar de competir por él.


Alejandra Palacios, la comisionada presidenta de la Comisión Federal de Competencia Económica, ha dejado en claro que la penalización por este tipo de “intercambio de información”, puede ser de entre cinco y diez años de prisión. Así de grave.



Este artículo fue publicado en Excélsior el 08 de Octubre de 2015, agradecemos a José Yuste su autorización para publicarlo en nuestra página

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