jueves 28 marzo 2024

Maicear al Ejército para poner dictadura

por Rubén Cortés

El régimen mexicano sigue el camino que trazó Chávez con el Ejército desde que ganó la presidencia, y gracias al cual Venezuela es hoy una dictadura sostenida con las armas y en el pavor de los militares de soltar el poder, por temor a ser juzgados.

Aquí, el gobierno actual dio al Ejército una concentración de poder y presupuesto que éste jamás tuvo en un siglo. Por ejemplo, para este año los generales manejarán más de 112 mil millones de pesos, mientras que en el último año de Peña manejaron 81 mil millones.

En los hechos, el Ejército es el sostén del populismo mexicano, tanto así que obligó al presidente a rogarle a Trump liberar al general Cienfuegos, a pesar de que lo acusó de narcotráfico la misma Corte que encarceló al Chapo y que juzga a García Luna.

De tanta lana disponen los militares mexicanos que acaban de otorgar a dedo 10 contratos por 355 millones de pesos para enseres y despensas a damnificados por las recientes lluvias en Tabasco.

Y construyen obras millonarias como el Tren Maya y los aeropuertos de Tulum, Chetumal y Palenque, así como el de Santa Lucía en el valle de México. Además, controlan las aduanas y están metidos en los bancos, la construcción y la salud.

Una infiltración del Ejército en la vida civil que es extraída del manual que le escribieron los cubanos a Chávez, con el lema de “El ejército en un garante de la revolución”, que y continuó Maduro, con el lema de “Los militares al desarrollo nacional”.

Sin embargo, en cuanto a lemas, el del presidente mexicano va más con el de Fidel Castro que con los de Chávez y Maduro, pues el inquilino de Palacio retomó el del Comandante en Jefe: “El Ejército es el pueblo uniformado”.

Aunque para el caso es lo mismo, porque se trata de embarrar tanto al Ejército con los dineros y las tácticas autoritarias del poder absoluto, que después le resulte imposible salirse, porque ya tiene los bolsillos atestados de lana y las manos muy manchadas.

En Venezuela, por ejemplo, los generales fieles a Maduro han cometido delitos (a menudo violaciones de los derechos humanos) y si Maduro pierde el poder, serán procesados como agentes de una política de represión y uso excesivo de la fuerza.

La ONU calificó, en septiembre, los delitos cometidos en Venezuela como de lesa humanidad, y señaló como responsables a Maduro; Cabello, su número dos; los ministros de Interior, Reverol, y Defensa, Padrino, los jefes de la inteligencia y 45 funcionarios más.

Tampoco hay que tener bola de cristal para saber que para allá va México.

No hay sistema de un solo hombre, sin las ametralladoras detrás.

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