jueves 18 abril 2024

MAD, el humor contra quienes pretenden que exista un sólo pensamiento

por Marco Levario Turcott

Ya lo sabemos: la vertiginosa sucesión de temas en las redes sociales está acompañada de usuarios que siempre tienen opinión y donaire experto. Por ello aprovecho que ahora existen decenas de miles de expertos en la historia de la revista MAD y omito precisiones a su origen que data de 1952, las editoriales que la imprimieron (EC Comics y DC Comics) y los artistas que ahí concurrieron además de los homenajes que la publicación ha hecho a Matt Groening, Charles M. Schulz, autor de la tira Peanuts y el sueco Art Spiegelman, creador de Maus, con el que denunció el Holocausto desde 1980 hasta 1991, y Frank Miller, autor de “Batman: The Dark Knight Returns”.

Entonces, apenas tiene sentido registrar que la revista circuló por primera vez en Nueva York y que su título inicial fue algo así como “Cuentos para volverte demente” hasta que primó ese título que le dio parte de su personalidad icónica, y digo parte porque ahí está el emblema del estereotipo del estadounidense rural promedio, y su rostro ovoide, pecoso y despreocupado desde las orejas inmensas desde las que parece pender la enorme sonrisa a la que le falta un diente: Alfred E. Neuman.

Decir que existen más de mil 500 ediciones desde noviembre de 1952 a la fecha es un lugar común porque, como ya lo dije, el tema ahora concentra a miles de expertos; si acaso anoto que la edición más vendida fue el número 161 dedicado a la cinta “The Poseidon Adventure” y que la temática del cine es una de las constantes más notables de este proyecto fundado por William M. Gaines. En tal ruta, este humilde lector de la revista que la sigue desde hace unos 30 años, opina que la edición dedicada a “El Exorcista” es una de las más memorables por aquel humor tan ácido como el guacamole arrojado desde las entrañas de Linda Blair (y aunque considero que esa producción, junto con “El bebe de Rose Mary” es de lo mejor en el género de terror).

Por lo anterior, así entre muchos de ustedes mis maestros expertos en el tema, digo tímidamente otras ediciones de culto como El Resplandor (1980) y Fiebre del Sábado por la noche (1977), referentes de la época lo mismo por la maestría de su director, Stanley Kubrick en el primer caso, que en el gran impacto que tuvo el baile de Tony Manero (John Travolta) en los muchachos de todo el mundo. Y agrego que la editorial Televisa fue el sello con el que circuló en México durante los últimos años.

Reconozco que poco puedo aportar frente a los citados especialistas de ocasión y sólo anoto que la relevancia de MAD como historieta alternativa se comprende por la sátira y la burla que hizo de sí misma como revista y de la sociedad estadounidense y la cultura de masas que se extendió el muchos países del orbe por lo que MAD tiene relevancia mundial. Reír del gringo promedio y sus expectativas de superación asociadas a la capacidad de consumo, criticar al cine como fábrica de sueños e incluso a los medios de comunicación y otras historietas como Archie o Superman le dio un relieve insustituible porque, en particular durante los 50, la ironía no gozaba de buena reputación en el gobierno estadounidense y el imperio de la doble moral que le rige.

La parodia de la guerra fría que esta revista hizo durante los 70 y 80 fue una postura editorial que le dio reputación incluso periodística pues lo mismo cuestionó el discurso del gobierno de Estados Unidos que el de la Unión Soviética y Cuba, más aún, cuando integró a su burla a los jóvenes que se proponían como alternativa del amor contra la guerra, me refiero claro al movimiento hippie. Y el barco surcó hacia otros derroteros, como entre las olas del rock y las bandas Kiss y Rolling Stones, entre decenas más.

Pero si a principios de los 70 fue una osadía aludir a Richard Nixon e incluso en esos años y la década siguiente a Ronald Reagan y Mijail Gorbachov sin dejar de anotar la mítica portada contra George W. Bush, ya no fue lo mismo después, digamos con Obama y Donald Trump. Junto con una grado de pluralidad mayor y un ejercicio editorial más amplio donde comenzó a ser moneda corriente la sátira (guardadas las proporciones no podemos desdeñar a Charlie Hebdo/1992), también se debe considerar el decaimiento del mercado editorial impreso que inició en particular en este siglo.

Hoy amanecimos con la noticia de que MAD podría desaparecer al finalizar el año y mientras distribuir ediciones anteriores y tal vez imprimir recopilaciones de sus ediciones clásicas con nuevas portadas. Es decir, la historieta podría empezar a vivir de la nostalgia y abandonar el mercado editorial; espero que no, burlarse hasta de sí mismo siempre será un ejercicio de la crítica indispensable. En el mundo, el humor es una herramienta poderosa contra quienes pretenden detentar el gobierno de un sólo pensamiento, contra el fanatismo e incluso contra nosotros mismos al tomar tan en serio habichuelas en vez de disfrutar la vida, por ejemplo, por medio de la risa, de burlarse de quienes encarcelan su propia inteligencia o depositan su humanidad en la pertenencia de la sociedad de consumo que dictamina que mientras más tienes más eres cuando es al contrario, mientras más tienes más te disuelves, como si fueras una mercancía más para el consumo.

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