viernes 19 abril 2024

Los desfiguros de la señora Dresser

por Marco Levario Turcott

En estos días se han difundido tres ejemplos de “autoplagio” en los que incurrió la periodista Denise Dresser, conferencista, articulista de Reforma y comentarista de Televisa. Se trata de una suerte de esquemas sobre los que la también académica despliega sus puntos de vista, lo mismo para aludir al expresidente Fox que al actual mandatario, que para hacerlo a cerca de la iglesia o de la señora Rosario Robles, actual funcionaria del gobierno federal. (A esto se agrega el plagio en el que Denise Dresser incurrió, junto con el escritor Jorge Volpi, del libro “América” de Jon Stewart –el suyo se llamó “América”–).


Hasta el momento de redactar estas líneas, la periodista no ha comentado al respecto de los “autoplagios”, ojalá lo hiciera y pronto, para explicar a sus lectores lo que sucedió, con similar transparencia a la que asiduamente ella exige en los demás (y con aquel caracter implacable que la ha distingudo en la esfera de la opinión publica).


Creo que vale la pena recordar que una columna periodística se caracteriza porque su autor intenta un anáisis circunstancial, vale decir, coyuntural, en este caso de los actores politicos y y alguna situación específica. Por ello la falta de ética de la señora Dresser no es sólo que reproduzca las palabras que ella misma escribió –lo cual registra ausencia de creatividad y falta de consideración con el lector, al no advertirle de ello–; desde mi punto de vista la infracción ética y profesional más relevante es que la analista emplea un gioser, o sea, un mismo formato para intentar analizar muy diferentes momentos y muy distintos personajes, al amparo de las mismas frases, los mismos adjetivos junto con ese tono de proclama que a ella le caracteriza. Por eso creo que, además de la transgresión ética, esto es una infracción profesional en el sentido de que exhibe falta de rigor en la hechura de los análisis. Y eso no es poca cosa.

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