jueves 18 abril 2024

Los cuatro fantásticos, un fraude en el cine

por Marco Levario Turcott

Los temerarios son el antecedente de Los cuatro fantásticos, en serio, ese fue su nombre en México, Los temerarios, según la editorial Novaro, cuando Jack Kirby creó Challengers of the Unknown para DC Comics, en 1957. Naturalmente, un espectador de cine normal no espera ver eso o saberlo gracias a la película más reciente del cuarteto surgido gracias al propio Kirby y Stan Lee, desde noviembre de 1961 hasta la fecha en un comic memorable. Pero lo que cualquier puede esperar es que la cinta sea eso, una cinta, y no un eterno trailer que termina cuando empieza la película. Quienes ya la vieron entenderán a lo que me refiero, y quienes no lo hagan, además de ahorrarse un buen dinero (ahora que es tan cara la entrada al cine) podrán aburrirse con otras alternativas.

Pocas veces coincido con los gustos de las mayorías, así es que déjenme disfrutarlo: hasta al director Josh Trank le apena su creación aunque alega quién sabe cuántos pretextos que no vienen al caso. Pero no solo eso, el mismo Stan Lee no sale en la cinta ni un instante (lo que es decir mucho dado su famoso protagonismo), lo que sí hizo en las anteriores producciones, también malogradas, de Los cuatro fantásticos.

El nuevo, rotundo fracaso, ha hecho que muchos crean que Susan, Reed, Ben y Johnny no son aptos para el cine, más aun cuando ese emporio de cultura pop llamado Marvel Comics ha tenido hits enormes en tramas de súper héroes en equipo (Avengers, un clásico) e incluso solitarios, y no me refiero a la mediana Spiderman sino a Ant-Man, entretenida y de buena manufactura, es decir, con un despliegue técnico envolvente y novedoso (aunque con tantos chistes que linda en la comedia).

Creo que Los cuatro fantásticos tienen una oportunidad en las salas de cine a condición de no querer modificar la trama original ni experimentar con tonterías políticamente correctas como la de presentar a un morenazo entre los héroes para mostrar qué tan incluyente es DC Comics. Pero sobre todo, si se va a hacer una película sobre ellos la clave es que se haga una película sobre ellos, y no confeccionar un interminable antecedente que termina casi en el momento en que aparecen los créditos, salvo que en el fondo eso sea una coartada para buscar entre los espectadores a Hulk que, ya saben ustedes, no es él cuando se enoja.

También te puede interesar