martes 16 abril 2024

Los chivos de AMLO

por Carlos Urdiales

Manuel Bartlett, chivo expiatorio del mítico fraude electoral de 1988. Lino Korrodi, chivo expiatorio del probado financiamiento ilegal a una campaña presidencial en 2000, “Amigos de Fox”. Javier Duarte, chivo expiatorio del saqueo veracruzano para desprestigiar a Morena.

Muchos chivos en pocos días, personajes condenados por AMLO ayer, hoy vuelven puros para apoyar un proyecto de reconstrucción nacional cimentado en la honestidad, cara virtud que AMLO da y quita.

La política, dicen, es el arte de comer sapos sin hacer gestos. La mentira es moneda corriente en la cosa pública, los políticos mienten y los ciudadanos nos tragamos sus mentiras sin hacer gestos. Algo así como política social.

Por lo mismo no resulta menor que existan actores políticos que no van por la vida pregonando una pureza mesiánica; hay quienes venden su capacidad, su proyecto, su visión. En política, como en la vida, jugar a ser virtuoso como el que más, termina tarde que temprano en ridículo.

Manuel Bartlett, un villano favorito, un innombrable de la izquierda mexicana por ser el verdugo de la primera alternancia posible en México en 1988. AMLO lo absolvió y hoy es su prohombre en el Senado, su pastor de solovinos.

Bartlett Díaz, temible secretario de Gobernación responsable del proceso electoral de 1988, hoy reparte culpas, señala al PAN, a Calderón, a Fernández de Cevallos, apunta con el índice mientras el resto de su mano lo acusa a él de complicidad, de haberle hecho el juego a Carlos Salinas de Gortari.

Durante la historia de México en la elección de 1988, según el senador Bartlett, él desempeña el papel de chivo expiatorio, de mito genial y, por tanto, absuelto ante su espejo, frente a la potestad de AMLO para dar y quitar honestidad, virtud primera del moreno mayor.

Lino Korrodi es otro capítulo de la misma historia, la que escribe AMLO y en la cual existe un pueblo bueno, fundamentalmente él y su grey, y otro donde la mafia, todos quienes lo confronten, en la cual las transiciones del infierno al cielo son facultad de AMLO; amnesia selectiva, credo que vende sapos para todo aquel que los apetezca.

– Reforma judicial y tsunami de criminales Vivimos una emergencia nacional soterrada, una crisis de inseguridad pública que impacta al turismo, inversiones, desarrollo nacional y la vida cotidiana de millones. Miramos una reforma judicial decretada en 2008, implementada durante ocho años, y sus primeras luces son señales de alarma.

México requería una reforma que posibilitara una impartición de justicia pronta y expedita. Ahora la puerta giratoria en las cárceles funciona atrozmente, delincuentes probados y reincidentes salen, portadores de armas de fuego exclusivas del Ejército y fuerzas federales. Y vienen otros 4 mil, según Miguel Ángel Mancera.

Tema que demanda compromisos y acciones de todos los órdenes de gobierno, de todos los actores políticos, incluso de los opositores. Asunto superior de urgente resolución.


Este artículo fue publicado en La Razón el 11 de julio de 2017, agradecemos a Carlos Urdiales su autorización para publicarlo en nuestra página.

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