Mientras el presidente López Obrador, durante su mañanera, aplaudía el respaldo de grandes empresarios como Carlos Slim (Grupo Carso-América Móvil), Alberto Bailléres (Grupo Val) y Germán Larrea (Grupo México), por comprometerse a mantener todos sus empleados en plena crisis, por otro lado y vía digital, el Consejo Coordinador Empresarial se reunía con sus doce organismos en una suerte de “catarsis” a nivel nacional.
Dentro de la reunión del Consejo Coordinador Empresarial, donde estuvieron vía digital 4 mil agremiados de todo el país, Carlos Salazar, presidente del organismo, en el momento más ríspido, habló de la revocación del mandato para 2022. La ruptura entre organismos y López Obrador es innegable.
Sin embargo, el inquilino del Palacio Nacional no rompió sus lazos empresariales. Al contrario, los ha dejado sentir más que nunca. Tan sólo el lunes fueron a comer con él, ahí en Palacio Nacional, importantes representantes del Consejo Mexicano de Negocios, presidido por Antonio del Valle, Emilio Azcárraga Jean (Televisa), Alejandro Bailléres (Grupo Val) y Valentín Diez Morodo (Modelo-AB).
Por si no había quedado claro el mensaje, López Obrador a la mañana siguiente se refirió a otros empresarios fuertes: Slim, Bailléres y Larrea, quienes le prometieron mantener sus inversiones, y sobre todo, la planta laboral intacta en estos momentos.
Y como cereza en el pastel, el Presidente comió con varios representantes del Grupo de los Diez de Monterrey: Adrián Sada (Vitro), Rogelio Zambrano (Cemex), Luis Niño (banqueros) y Alejandro Valenzuela (Banco Azteca).
El mensaje del presidente López Obrador fue claro: los organismos empresariales, que le mostraron un plan contracíclico de diferimento, de impuestos y contribuciones sociales, ya no son tanto de su cercanía. En cambio, sí los grupos empresariales más grandes y fuertes del país.
López Obrador, con inteligencia política y pragmático, ve a los grandes empresarios para sostener el empleo y mantener su proyecto de la 4T: Tren Maya, Refinería Dos Bocas, aeropuerto Felipe Ángeles y Transístmico. Pero desdeñar a los pequeños trae el riesgo de desempleo, pues en los chiquitos es donde se genera la mayor fuerza de trabajo del país.
RAQUEL BUENROSTRO DA RESULTADOS
El presidente López Obrador tiene cerca de Raquel Buenrostro, por una clara razón: le brinda resultados. La administradora del SAT informó ayer que en el primer trimestre del 2020, el incremento en recaudación fue de 13.4% en términos reales, respecto al mismo periodo del año pasado. Se recaudaron 1 billón 3 mil millones de pesos.
Y la mayor recaudación de ISR, IVA y el IEPS sí fue en sectores con grandes contribuyentes. Es decir, Buenrostro sí está buscando que los grandes contribuyentes, que no pagaban, ahora paguen (telecomunicaciones, financiero, industria automotriz y transporte). Eso sí, el tema en los siguientes meses es otro y no será culpa de Buenrostro, sino más arriba: que los pequeños contribuyentes (personas físicas y empresas) puedan diferir pagos por la crisis. Pero por lo pronto, Buenrostro vuelve a verse eficiente.
Este artículo fue publicado en Excélsior el 8 de abril de 2020, agradecemos a José Yuste su autorización para publicarlo en nuestra página.
