sábado 20 abril 2024

Lo toma o lo deja, rectora

por Aurelio Contreras Moreno

Quedaron claros los términos de lo “acordado” el pasado sábado 14 de noviembre entre el gobernador Javier Duarte de Ochoa y la rectora de la Universidad Veracruzana, Sara Ladrón de Guevara González.


La semana pasada, ambas autoridades, la civil y la universitaria, protagonizaron una escaramuza declarativa que derivó en amenazas del primero ante los pedidos de auxilio de la segunda ante el Congreso de la Unión, dada la negativa del gobierno estatal a pagar sus adeudos con la institución, correspondientes a la ministración de recursos federales y estatales establecidos en el Presupuesto de Egresos del Estado para 2015 y autorizados por la LXIII Legislatura, mismos que de manera irregular, fueron retenidos.


Fue tal el enojo de Javier Duarte porque Sara Ladrón acudiera al Senado de la República y se reuniera con los legisladores José Francisco Yunes Zorrilla y Fernando Yunes Márquez –ambos declarados frontalmente adversarios políticos del gobernador– para solicitar su intervención y evitar el colapso financiero de la Universidad, que el Ejecutivo se sacó de la manga una supuesta deuda de la UV con el Instituto de Pensiones del Estado (IPE) por prácticamente el mismo monto de lo reclamado por la institución de educación superior más importante de Veracruz: más de dos mil millones de pesos.


Desde un principio se supo que tal “deuda” con el IPE es absolutamente irreal, improcedente y sin sustento jurídico alguno, pues el gobierno pretendía cobrarle a la Universidad lo aportado por el estado como “responsable solidario”, figura contemplada en la Ley de Pensiones del Estado, ¡desde el año 2002! Un disparate digno de este sexenio.


Llegó a tal punto la embestida contra la Universidad, cuyas autoridades no reconocieron adeudo alguno con el Instituto de Pensiones, que el propio secretario de Gobierno, Flavino Ríos Alvarado –cuya trayectoria merecía tener un mejor fin que la ignominia duartista– amenazó con cobrarle a la UV ese dinero, para lo cual hizo que el Consejo Directivo del IPE aprobara un punto de acuerdo en ese sentido.


Algo pasó entre el viernes 13 y el sábado 14, que a mediodía se anunció que el gobernador y la rectora se habían reunido a desayunar. Ahí, Javier Duarte “reconoció los compromisos adquiridos” en el convenio firmado entre el Gobierno Federal, el Gobierno del Estado y la Universidad Veracruzana “donde se establecen los montos de las aportaciones que ambos gobiernos se comprometen en aportar (sic) a la institución académica para el cumplimiento de sus programas y objetivos de enseñanza superior”.


Y como por arte de magia, al sólo dicho de Javier Duarte, la “deuda” de la UV con el IPE que tan “firmemente” salieron a “reclamar” el secretario de Gobierno Flavino Ríos y el director del instituto Armando Adriano, desapareció: “el mandatario estatal informó a la rectora que la Universidad Veracruzana no tiene ya ningún adeudo con el Instituto de Pensiones del Estado ya que el Gobierno del Estado, como responsable solidario, ha liquidado ‎la parte de recursos económicos que le correspondía a la UV aportar para garantizar el pago de las pensiones de los trabajadores jubilados universitarios”, reza el comunicado correspondiente.


No faltó la foto del gobernador y la rectora, muy sonrientes ambos, para ilustrar el boletín oficial del gobierno estatal dando cuenta de la reunión, mismo que fue retomado íntegro por la Dirección General de Comunicación Universitaria.


Los términos específicos de lo acordado en esa reunión –celebrada un día antes de que Javier Duarte presentara su quinto informe de gobierno, evento al que Sara Ladrón acudió como invitada– no fueron revelados. Pero tras la comparecencia del secretario de Finanzas, Antonio Gómez Pelegrín, ante la LXIII Legislatura local, quedaron claros, como señalamos en un principio.


El funcionario afirmó que el gobierno estatal sólo reconoce una deuda con la UV por mil 308 millones de pesos y no los dos mil 353 millones que dice Sara Ladrón. Pero precisó que la instrucción del gobernador es “que se apoye a la Universidad”.


Le dijeron “lo toma o lo deja, rectora”. Y todo indica que lo tomó.

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