viernes 29 marzo 2024

Lo que importa con la DEA

por Julián Andrade

En poco menos de un mes, habrá una nueva administración en los Estados Unidos y esto puede significar una oportunidad del gobierno mexicano para establecer de modo claro la extensión y los límites de la cooperación para enfrentar a los grupos del crimen organizado que tienen presencia en ambos países.

Más allá de restricciones y controles que se imponga a las agencias extranjeras, lo que se requiere es restaurar la confianza que se rompió cuando la DEA, de modo unilateral, decidió detener al general Salvador Cienfuegos.

Esto es importante, porque no habrá política eficaz de seguridad que no esté sustentada en la cooperación y en la corresponsabilidad.

Es adecuado dejar claro a los Estados Unidos que no pueden hacer lo que se les venga en gana, porque habrá consecuencias, pero también hay que ponderar la utilidad del intercambio y el procesamiento de la información.

Hay que tener en cuenta que en el pasado ya se hizo, y que las restricciones para las actividades de la DEA se establecieron en 1992 después del secuestro de Humberto Álvarez Machaín, a quien acusaban de estar involucrado en el asesinato del agente especial de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena Salazar, ocurrido en Guadalajara en 1985.

Desde aquellos años se estableció que los agentes extranjeros  tenían que informar de sus actividades y se limitó su número y acción a regiones específicas del país, además de que se les retiró su reconocimiento diplomático.

Foto: Cuartoscuro

Lo que ahora se pretende es similar, aunque con mayores controles.  Se tendrá que ponderar cómo es que se quiere que sean las cosas en uno y otro lado de la frontera.

Cada gobierno ha construido la relación que consideraron más conveniente con la propia de DEA, el FBI y la CIA, sobre todo.

Pero hay que tener claro que, tarde o temprano, lo que estará en la mesa es el nivel de cooperación del gobierno de México con la persecución de objetivos del Departamento de Justicia, como ahora lo son Rafael Caro Quintero y Nemesio Oceguera “El Mencho”.

Otro aspecto es el de los niveles de violencia, lo que siempre eleva las preocupación al norte del Río Bravo.

Es ahí, en esas y otras variables, donde se tienen que tomar decisiones y avanzar en dar resultados. Cada día será menos sostenible la narrativa de que se están combatiendo las causas de la violencia, porque lo que urge es dar resultados en el corto y en el mediano plazo.

Esto tampoco es nuevo, ya que nuestro país siempre ha estado bajo presión en esos temas y lo resolvió bien, dentro de las posibilidades de cada memento en el tiempo.

Ese es el desafío mayor en el presente, más allá de que la DEA entienda que esto no es ni será su patio trasero.

 

También te puede interesar