martes 16 abril 2024

Lo que dice el Presidente

por Javier Solórzano

El Presidente tiene muy claro que debe señalar y colocar de manera regular en el imaginario colectivo a sus adversarios.

Estamos en tiempos en que la oposición anda en búsqueda desesperada de algún tipo de identidad. Estamos también en tiempos en que al tabasqueño le da por menospreciar y atacar a los intelectuales, de no ser “los nueve que lo apoyan”, a la vez que lanza regulares críticas a los medios que le incomodan, sin pasar por alto que muchos de estos medios han encontrado una buena veta señalando al Presidente.

En escenarios confusos y raros poco o nada importa si el mandatario responde a las críticas o a los señalamientos concretos que le hacen. Para el Presidente lo importante es no dejar pasar ningún tipo de crítica y por ningún motivo dejar la plaza vacía. Queda la impresión que para el tabasqueño las críticas y observaciones, en la gran mayoría de los casos, pasan a segundo plano, al final no importan los planteamientos, lo relevante termina siendo lo que dice López Obrador y no aquello que sobre él se dice.

La estrategia le ha sido útil para muchas cosas. Una de ellas es  que se ha convertido en una manera de tener a sus millones de seguidores en alerta, al tiempo que le sirve para quitarle a sus adversarios capacidad de maniobra y hasta peso en sus argumentos.

El hecho de que tenga en su radar a los “adversarios” provoca que los mantenga no sólo ocupados, sino que los obligue a concentrarse aún más en todo lo que hace, no hace y dice; dicho de manera doméstica se trata de mantenerlos ocupados.

En buena medida la estrategia le ha salido al tabasqueño. Se han ido cruzando una buena cantidad de asuntos, muchos de ellos muy bravos, pero presumimos que López Obrador no tiene motivos para cambiar o seguir otros derroteros.

Mientras sea el discurso, la agenda, sea para muchos la “verdad”, sea el fiel de la balanza, sea el referente, sea quien dirige el tránsito, con todo en las muchas variantes que se puedan presentar, el Presidente no tiene por qué cambiar su estrategia.

Las elecciones nos van a dar una idea de dónde estamos parados. Las encuestas perfilan algunos escenarios, pero como fuere, la mayoría de los estudios presentan coincidencias básicas. No se ve cómo la desdibujada y confusa oposición pueda vencer a Morena en el Congreso y en la mayoría de los estados donde hay elecciones para gobernador.

Si bien el partido del Presidente sigue siendo un mar de confusiones, los escenarios en los que andamos le ayudan a que pasen de largo o no trasciendan en el ánimo de buena parte de los ciudadanos.

El mandatario ha tenido particular cuidado en dejar establecido en que bajo cualquier circunstancia los ciudadanos estamos bajo el estás conmigo o contra mí. La relevancia, fuerza y repercusión que ha tenido la estrategia ha permeado de manera ostensible y efectiva la vida cotidiana del país. Las confrontaciones tienen mucho que ver con esto, se han intensificado derivando en coyunturas más delicadas.

Estamos en momentos en que no hay manera de debatir y dialogar. A esto sumemos las cuestionables declaraciones de un legislador morenista en el sentido que “los conservadores optan por el derecho, los liberales, por la justicia y por las necesidades”.

El Presidente se sumó a estos terrenos al dar por buena una pregunta-afirmación en el sentido de que “si los magistrados no apoyan la extensión de mandato —del ministro Zaldívar—, son corruptos”.

Importa mucho lo que diario dice el Presidente. Pero creer y pensar que todo empieza y termine ahí es lo que nos tiene en muchos sentidos entrampados.

RESQUICIOS

“Hemos tenido episodios peores de sequía, la cuestión es que cada vez estamos teniendo más episodios como el que estamos viviendo producto del cambio climático. Ya debiera estar lloviendo, la razón por la que no es así es el cambio climático, se están reacomodando las estaciones del año y no sabemos cómo van a quedar”, maestro Darío Ibarra Zavala, FES Aragón, UNAM.


Este artículo fue publicado en La Razón el 27 de abril de 2021. Agradecemos a Javier Solórzano su autorización para publicarlo en nuestra página.

También te puede interesar