viernes 19 abril 2024

La oposición en la encrucijada

por Julián Andrade

La oposición está extraviada. Han tenido poco que decir en momentos complicados para la 4T y ello no augura nada bueno.

El 8 de marzo es un ejemplo, porque ante los reclamos de las mujeres y las muestras de vitalidad de un movimiento que trasciende a los partidas y a sus ideologías, no han atinado a establecer un discurso que no caiga en el lugar común.

Quizá sea que han caído en el juego de la polarización en lugar de ocuparse de los proyectos, de la oferta que puede hacer la diferencia el 1 de junio.

Es una situación de alta complejidad política, porque se configuran dos situaciones igual de apremiantes: lograr una representación en la Cámara de Diputados que revierta lo que ahora ocurre y al mismo tiempo no perder lo que los define como organizaciones políticas, con perfiles y apuestas definidas a lo largo del tiempo.

El pasado reciente es aleccionador. Una de las fallas de la alianza entre el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano (MC), consistió en la ausencia de programa claro y en la renuncia a definiciones precisas que desencantaron a los votantes duros y tradicionales.

El panismo no pudo explotar a cabalidad su vena liberal y el perredismo tuvo que moderar sus pulsaciones de izquierda y todo ello contribuyó a trasladar el sufragio hacia Morena. En el fondo se anularon discursivamente y no pudieron establecer que en ellos sí había posibilidades de cambio.

Ahora es una situación similar, pero al acuerdo sumaron al PRI y restaron a MC. Es una jugada interesante pero riesgosa, porque si bien el mensaje que se manda es el de la unidad ante el desastre que ahora padece el país, es también un reflejo de las fuerzas políticas más tradicionales.

Han establecido con claridad lo que no quieren, pero se les dificulta esbozar lo que significaría una transformación seductora, que rompa y agrieta la visión polar de la contienda.

¿De verdad el PRI, PAN y PRD, pueden salvarnos? Esa es quizá la pregunta más relevante, pero para contestarla se requerirá algo más que voluntarismo y mucho de trabajo político en el terreno, porque la contienda es por esencia local, aunque sus consecuencias sean claramente nacionales.

¿Se está haciendo el esfuerzo? En algunos lugares pareciera que no, como en Guerrero, donde no han sabido actuar con oportunidad y pragmatismo para evitar que Félix Salgado gane la contienda.

Quizá MC leyó la situación con más inteligencia y por ello postuló a Ruth Zavaleta, una política experimentada, forjada en la izquierda y conocedora de su operación y alcances. Es probable, por desgracia, que los votos a su favor solo sirvan para que Morena transite sin sobresaltos.

Se dirá, y es muy atendible, que la respuesta a la 4T no puede ser la unidad por la unidad, pero tampoco queda muy claro que exista otra oportunidad de reconducir la vida institucional y política que no pase por la aduana de este año.

Todo un reto para la política, sin duda y ojalá la hagan quienes saben y deben hacerla.

 

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