viernes 29 marzo 2024

La opacidad de Claudia

por Luis Antonio García Chávez

En días recientes, InfoDF ordenó que se hiciera pública toda la información que corresponda a los permisos, ampliaciones, construcciones, revisiones y otros en el Colegio Enrique Rebsamen, colapsado durante el sismo del pasado 19 de septiembre y el Tecnológico de Monterrey que también sufrió daños importantes. En ambos casos se perdieron vidas humanas como parte del movimiento telúrico pero, y sobre todo, de la corrupción humana de autoridades que debían vigilar que se observaran ciertas normas que pudieron haber evitado ambas tragedias.

¿Por qué InfoDF tuvo que dar esta orden?

La respuesta es sencilla, debido a una solicitud de acceso a la información de la asociación Ángeles en contra de la impunidad, constituida por padres de familia de niños que perdieron la vida en el Colegio Rebsamen y que buscan dilucidar la responsabilidad jurídica de lo ocurrido que llevó a la muerte de esos inocentes.

Ángeles contra la impunidad se vio en la necesidad de hacer esta solicitud de acceso a la información debido a que esta se encontraba reservada por la autoridad delegacional, pro órdenes de la entonces Jefa Delegacional, Claudia Sheinbaum.

Hay elementos que son incuestionables en estos casos.

1. En el Tecnológico de Monterrey y Colegio Enrique Rebsamen, así como en muchos de los edificios colapsados el 19 de septiembre no influyó sólo el movimiento telúrico, desastre natural imprevisible, sino la corrupción humana, sin la cual, seguramente, muchas de esas vidas se habrían salvado.

2. El nivel de corrupción atraviesa varias administraciones, y varios niveles de gobierno, hay varios responsables.

3. Ninguno de estos responsables, en el área de la administración pública, ha sido sancionado a la fecha y esa es una impunidad inadmisible. La impunidad, además, es el mejor alimento para que los delitos se sigan cometiendo y tragedias como ésta vuelvan a ocurrir.

Dicho lo anterior, es importante entender que, para llegar a la verdad y el castigo a los culpables, lo mejor es la transparencia y que aquí, quien quiso reservar la información fue Claudia Sheinbaum. Dice un dicho popular, “quien nada debe, nada teme”. Ella como Jefa Delegacional y sabiendo que aspiraba a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México debiera ser la principal interesada en que todo se transparente, en caso de considerar que no tiene responsabilidades jurídicas en el tema.

Contrario a ello trató de evitar que la información fuera pública, lo que de principio levanta sospechas. Y no sólo en el Colegio Enrique Rebsamen, sino también en el Tecnológico de Monterrey.

En el primer caso, quienes habitan la zona documentan que la última parte de la construcción en el Rebsamen, donde se encontraba la ampliación del departamento de la dueña del Colegio, y que fue lo que provocó el colapso de la zona en que se perdieron las vidas durante el sismo, fue realizada durante la administración de Sheinbaum.

Esto sin duda no podía ocurrir sin la complicidad de la Delegación pues es la encargada directa de supervisar que existan los permisos para obras de ampliación o remodelación. Además se da cuenta de órdenes de clausura que no fueron ejecutadas y una serie de concesiones que desembocaron en la tragedia.

En el segundo caso, alumnos del Tecnológico de Monterrey han documentado que habían solicitado a la Delegación la revisión de sus instalaciones, muy en particular el puente colapsado durante el sismo del 19 de septiembre, posterior al primer sismo importante de ese mes el 7 de septiembre. Pese a ello, la Delegación no realizó la revisión y fue, precisamente en el colapso de dicho puente, que perdieron la vida más personas.

En ambos casos, el abogado de Ángeles contra la impunidad ha mencionado que es muy probable que exista responsabilidad administrativa (no sé si también penal) por parte de la entonces Delegada. Y es ahí donde se hace todavía más grave que Claudia haya pretendido reservar la información.

No es la primera vez que acude a la opacidad como parte de su práctica política. En el caso de la obra insignia del gobierno de Andrés Manuel López Obrador de la que fue responsable Claudia Sheinbaum, aunque administrativamente no le correspondía como Secretaria de Medio Ambiente, se impuso también la reserva de la información por al menos doce años.

Por otro lado, hace varios meses un escándalo acompañó a Claudia cuando fue denunciada por cobrar en la UNAM y CONACyT como investigadora mientras se desempeñaba como Jefa Delegacional de Tlalpan, lo cual era prohibido por la ley, tanto para ella como parte de la administración pública como también como becaria de la UNAM y CONACyT. Esta información fue oculta en sus declaraciones, patrimonial y de intereses, hasta que una denuncia en la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México la obligó a revelarla. Según la funcionaria no incurría en ninguna falta y sin embargo renunció tanto a la UNAM como al CONACyT.

Por último, hace unos días, cuando Alejandro Jurado, padre de Paola Jurado, una de las niñas que perdió la vida en el derrumbe del Rebsamen denunciaba la responsabilidad probable de autoridades en la muerte de los niños, entre otros de Claudia Sheinbaum, su cuenta de Twitter fue bloqueada.

Común denominador, bloquear, ocultar la información. Así es Claudia Sheinbaum en la administración pública lo que hace previsible que así fuera un gobierno suyo en la Ciudad de México.

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