viernes 19 abril 2024

La “grieta” argentina

por Javier Solórzano

En Buenos Aires

1. Conversando con periodistas, analistas políticos y académicos queda claro que hoy en Argentina se está jugando la elección presidencial de 2019. Hay muchas interpretaciones de lo que pasa, la que prevalece es la conocida como la “grieta” que vislumbra el presente y el futuro argentino dividido en dos: entre los que están con Mauricio Macri y los que están con Cristina Fernández.

Terminando los Juegos Olímpicos de la Juventud, al tiempo que terminará la pausa argentina iniciarán los momentos de las grandes decisiones. Todos hablan de la crisis económica, pero todos rehúyen hablar de los responsables de ella. Mauricio Macri inició, como todos, cargado de promesas. La más importante es que iba a evitar cualquier crisis económica.

Martín Kohan, destacado escritor y académico universitario, nos decía ayer que las promesas han sido brutalmente incumplidas. El país, que ciertamente está dividido, avienta culpas para uno y otro lado, todo depende del lugar en donde se encuentren ubicados. La visión de Martín nos hace pensar sobre cómo los gobernantes llegan al poder y cómo se ensartan en sus propias promesas y ofrecimientos de esperanza y al final enfrentan la terca realidad; suponemos que no hay país en el mundo que no lo viva de alguna u otra manera.

Cristina Fernández en tanto niega a los cuatro vientos la paternidad o, más bien dicho, maternidad, de la crisis. Lo cierto es que la Argentina de hoy es la suma de los años. No es fácil responsabilizar a alguien en particular. Para la gente que sigue a Mauricio Macri lo que encontraron al momento de tomar posesión terminó siendo un batidillo. Han tratado a como dé lugar de revertir la crisis, pero entre el pasado y sus errores es difícil hoy saber en qué va a terminar la crisis argentina.

Los actores políticos están jugando demasiado con el futuro. Están apostando a lo que viene olvidando el presente y los niveles de hartazgo.

En este momento todo es Macri o Kirchner-Fernández. La crisis argentina va a experimentar después de los Juegos Olímpicos de la Juventud un momento de decisión. Si Macri logra paliar el momento no hay la menor duda de que se reelegirá. No hay claridad de lo que pueda pasar.

Cristina Fernández está, como lo decíamos ayer, en un lío mayúsculo, las acusaciones en su contra tienen fundamento. Sin embargo, de nuevo citando a Martín Kohan “la quieren meter a la cárcel a como dé lugar”.

Argentina tiene todo al límite. Tiene la posibilidad de enfrentar el momento actual con una discusión abierta y democrática; sin embargo, le pasa lo que a muchos países en el mundo. El Congreso controla, los actores políticos están enfrentados, poco o nada cuenta el presente, y en muchos casos no cuenta ni el futuro.

Argentina va a enfrentar un reto formidable, su problema es la “grieta”.

2. Ha sido difícil abstraerse de temas privados que se han hecho públicos. A Morena y a su Presidente electo no le ha venido nada bien el escándalo de la boda. Lo que de fondo se ve es algo que suponemos López Obrador no hubiera querido vivir.

Se la han pasado diciendo que son diferentes, pero de repente aparecen como todo aquello que criticaron. Es ahora como nunca antes que deben tener enorme cuidado en aquello que decía José Emilio Pacheco: “no vaya a ser que terminen siendo lo que nunca hubieran querido ser”. Éste es el momento en el que deben echar a andar las verdaderas reglas del juego internas. No basta con decir “yo no fui a la boda”.

El Presidente electo sabe que fue tocado con este asunto y, por más que cuando caiga quede boca arriba, deberá hacer acuse de recibo.

Quienes acceden al poder en un buen número de casos dejan de escuchar. Es obligación de quienes lo rodean no permitirlo. Vivir bajo el “qué hora son” para responder “las que usted diga”, es un error que sólo cuando se viene el mundo encima terminan dándose cuenta de ello.

Permítanos ser reiterativos: siguen estando a tiempo aunque parezca que ya están gobernando.


Este artículo fue publicado en La Razón el 9 de octubre de 2018, agradecemos a Javier Solórzano su autorización para publicarlo en nuestra página.

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