viernes 19 abril 2024

La consulta y el método

por Javier Solórzano

No se deben banalizar las consultas a la ciudadanía. Son ejercicios informativos, democráticos y de comunicación fundamentales para la toma de decisiones.

Sin embargo, si no cumple con elementos básicos se tomarán decisiones sin tener las bases suficientes para tener efectividad en lo que se hace; no es lo mismo percibir o intuir que tener información precisa para decidir.

La cancelación del aeropuerto de Texcoco pasó por estos terrenos. El entonces presidente electo instrumentó una consulta parcial. Había tantos elementos involucrados que el ejercicio debió hacerse de manera diferente para poder escuchar las voces de todos los actores que intervenían en una obra de tal envergadura.

Sin duda, los habitantes de la zona eran los primeros involucrados, pero no los únicos. Algo importante que no se hizo fue informar a detalle sobre la obra, la cual podía traerles beneficios.

La cancelación del aeropuerto de alguna u otra manera acabó marcando la presente administración, lo que son las cosas, quizá lo que más se cuestionó fue la forma en que se tomó la decisión, porque la consulta en sí misma no terminó por fundamentar la decisión, más bien terminó por darle la razón al Presidente de lo que quería hacer.

Para que tuviera el valor que el entonces presidente electo le quería dar, era necesario abrir al máximo la consulta y no circunscribirla sólo a los habitantes de la zona. Insistimos, eran los primeros involucrados e interesados, pero el tamaño del asunto obligaba a una visión integral de lo que se pretendía hacer.

Algo como esto pudiera repetirse con la pretensión presidencial de que si el INE no hace la consulta sobre la revocación de mandato la podría hacer la ciudadanía, el “pueblo”. Su propuesta, como era de esperarse, ha tenido apoyo entre sus seguidores a los que se ha sumado la perfiladísima Jefa de Gobierno de la ciudad.

Más allá de lo que termine pasando, es importante recordar que el INE no está en la posición de objetar la consulta, está solicitando un presupuesto para hacerla como marca la ley y para que tenga valor vinculante; no hay una negativa lo que se pide es dinero para hacerla.

Como las razones del INE no han sido escuchadas y como estamos en una abierta confrontación entre instituto y el Presidente, no se ve cómo se pueda destrabar el asunto. Todo indica que vamos a un inevitable choque que no va a acabar nada bien. La sugerencia-propuesta del Presidente apunta a lo que va siendo para él la solución del problema.

Preocupa la falta de atención e interés que debe tener la metodología que debe tener cualquier consulta y con mayor razón la que propone el Presidente. En la forma en que se hace la consulta está el valor que se le concede y alcanza. No se trata de hacerla a como dé lugar, se trata de que el ejercicio adquiera una cobertura y valor nacional para que la idea del Presidente se cristalice.

En diferentes ocasiones hemos insistido en la importancia que tienen las consultas como parte de la gobernabilidad. No está en el terreno del debate la consulta en sí, lo que sucede es que estamos ante un ejercicio que va teniendo una alta dosis de previsibilidad que nos está llevando a una confrontación que no es nada casual.

La respuesta de los ciudadanos, ya sea si la hace el INE o el “pueblo”, va a ser la misma. Para lo que va a servir la consulta es para ratificar la alta popularidad del Presidente, lo cual pareciera que al tabasqueño le urge para tomar nuevas decisiones, todo lo que haga a partir de la consulta estará acompañado de una ratificación de su fuerza y capacidad de maniobra.

Pero como se vea, no olvidemos que la metodología hace la consulta.

RESQUICIOS

La necesaria vacuna de refuerzo evidencia aún más las diferencias socioeconómicas. Mientras que en algunos países no se ha aplicado la primera dosis, han surgido acaparamientos entre las naciones ricas para el refuerzo en medio del caos por ciudadanos que en estas naciones no se quieren vacunar.


Este artículo fue publicado en La Razón el 23 de diciembre de 2021. Agradecemos a Javier Solórzano su autorización para publicarlo en nuestra página.

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