El cineasta londinense Tom Hooper, creador, entre otros éxitos, de "El discurso del rey" (The King's Speech, 2010) y "Los miserables" (Les misérables, 2012), presenta, en esta ocasión, una película ampliamente comentada desde su estreno en el Festival de Cine de Venecia en septiembre pasado. Se trata de "La chica danesa" (The Danish Girl, 2015), estelarizada por el talentoso Eddie Redmayne, quien el año pasado se alzó con numerosos premios cinematográficos, incluido el de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood por su caracterización de Stephen Hawking en "La teoría del todo" (The theory of everyhting, 2014).
La temática de "La chica danesa" es polémica. Documenta, aunque no de manera fidedigna, la historia de un artista danés, Einer Wegener (Redmayne) considerado como un "pionero transgénero", en una época -los años 20 y 30 del siglo pasado- donde ni siquiera se sabía cómo proceder, en términos médicos, con las cirugías conducentes a una operación para cambio de sexo.
Einer está casado con Gerda Gottlieb (Alicia Vikander), una pintora que busca abrirse camino en el mundo del arte sin mucho éxito. En cierta ocasión, una de las modelos contratadas por Gerda deja plantada a ésta, de manera que pide a su esposo Einer que pose para ella con la ropa que la modelo usaba. Al contacto con la ropa femenina, Einer inicia un complejo proceso en el que descubre ser una mujer atrapado en el cuerpo de un hombre. Einer adopta el nombre de Lili Elbe y asiste a fiestas y reuniones vestido con atuendos femeninos cada vez con más frecuencia. Ello le genera una crisis con Gerda, pero ella, al paso del tiempo, asimila la situación y apoya a Einer/Lili para que consulte a diversos médicos que lo/la puedan ayudar.
En esa búsqueda, Einer/Lili conoce a un ginecólogo alemán, Kurt Warnekros (Sebastian Koch), quien explica al atribulado artista que tendría que conducir dos cirugías: una para retirar sus genitales y otra para implantarle una vagina. Tras la primera cirugía todo parece marchar bien, pero pese a la recomendación de Warnekros de que hay que esperar un tiempo para la recuperación antes de proceder con la segunda cirugía, Lili decide que la operación se haga lo más pronto posible, y a consecuencia de complicaciones postoperatorias muere frente a Gerda, quien lo acompaña hasta el final.
Los directores y guionistas suelen tomarse algunas licencias para contar las historias. Si bien "La chica danesa" está basa en hechos reales, omite aspectos importantes de la vida de Gerda y Einer/Lili. Los biógrafos de ambos señalan que Gerda era bisexual y que su matrimonio con Einer/Lili fue anulado por el rey de Dinamarca, Christian X en 1930. Las cirugías que enfrentó Einer/Lili fueron cuatro y la cuarta operación, en la que le fue transplantado un útero y se le construyó un canal vaginal, fue muy compleja y a los tres meses falleció porque su sistema inmunológico los rechazó, resultando en una infección y un colapso cardiovascular. Cabe destacar también que antes de la cuarta cirugía, Einer/Lili logró ser reconocida legalmente como mujer bajo el nombre de Lili Ilse Elvenes. Gerda, por su parte, devastada tras la muerte de Lili, se casó con un militar italiano, Fernando Porta, quien dilapidó la fortuna de la mujer.
A pesar de que el argumento de la película es interesante, me parece que no es bien llevado por Hooper. Por supuesto que Redmayne luce con sus cualidades histriónicas en su encarnación de Einer/Lili, pero, francamente, siento la trama y sobre todo el guión muy forzados.
Mientras veía la película no pude dejar de recordar "La piel que habito" (2011) de Pedro Almodóvar, la cual es sumamente perturbadora y aborda, sin mayores pretensiones, una temática afín. Ya sabemos que Almodóvar es un maestro de las historias sórdidas y recuerdo el personaje de Roberto, un médico -encarnado por Antonio Banderas, para mi gusto, en la mejor caracterización de su carrera- quien experimenta en la creación de una piel sintética inmune a las quemaduras. En la película, Roberto padece varios traumas: la muerte de su esposa y más tarde la de su hija. Convencido de que la hija se quitó la vida por culpa de un joven a quien conoció una noche, Roberto decide buscarlo. Al atraparlo, lo secuestra y le practica varias operaciones para cambiar su sexo y transformarlo en una mujer.
Las diferencias entre "La chica danesa" y "La piel que habito" son claras. En el caso de la segunda, Almodóvar plasma con autenticidad una problemática recurrente en sus películas, y al paso de los años ha refinado aun más la sordidez de las historias que nos presenta en el cine. Tom Hooper, en cambio, parece más un director hollywoodense, que reposa el éxito de "La chica danesa" en el morbo que el tema pueda generar en los espectadores. Para muestra hay que ver la cantidad de copias de la película que se exhiben en los diversos cines de la ciudad de México desde su estreno el pasado jueves.
De hecho, el guión de la película se basa en un relato novelado, no en las biografías de Gerda y Einer/Lili. Como comentaba, la actuación de Redmayne es buena, pero entre las críticas más fuertes que ha enfrentado la película es la falta de autencidad, dado que los productores desecharon la posibilidad de emplear a algún actor o actriz transgénero que habría podido dar mayor veracidad a la azarosa vida de Einer/Lili en la pantalla grande -Redmayne está casado con una publicista en la vida real, es decir, es heterosexual y en junio próximo la pareja espera el nacimiento de su primer bebé. Así que si bien recomiendo esta película, a mi modo de ver, quedó muy por debajo de las expectativas, tanto por el elenco como por las "licencias" que director, guionistas y productores se tomaron.
