Al darse a conocer la muerte de Kobe Bryant, junto con otros tripulantes de un helicóptero en los Ángeles, California, una reportera de The Washington Post escibió un tuit con el enlace a una página donde se alude a las acusaciones de violación que hubo contra el basquetbolista hace varios años. La reportera Felicia Sonmez fue suspendida por el diario.
Creo que este es un buen ejemplo de la falta de ética periodística y el fanatismo de mujeres que confunden feminismo y lucha en favor de la justicia para mujeres agredidas, con rabia o cualquier otra expresión que las aleja del pensamiento atemperado y, vaya paradoja, de la justicia que dicen pretender.
Las acusaciones contra el deportista nunca fueron probadas y su difusión incrementa la ira y la falta de respeto por la ley, en primer lugar. En segundo, el entorno en el que se difunde es una agresión contra familiares y simpatizantes de Kobe Bryant que lamentan profundamente esa pérdida en el accidente donde además murió su hija.
Yo, como director de un medio suspendería también a la reportera, ofrecería explicaciones a los lectores y, claro, le pediría a Sonmez que ella también argumentara sobre el beneficio social que ella buscó, si es que lo buscó, para difundir ese tuit.
