jueves 28 marzo 2024

Interconexión 2018

por Gerardo Soria

El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) determinará el viernes próximo las tarifas de interconexión que habrán de pagar los operadores por la terminación de tráfico de voz y de mensajes cortos. Las tarifas deben ser asimétricas, de tal manera que las que cobren los competidores con menos usuarios sean superiores a las que se autorice a cobrar a Telmex-Telcel, quienes mantienen una excesiva concentración de mercado. Para el tráfico del servicio fijo la tarifa es irrelevante, ya que desde la apertura a la competencia las empresas acordaron mecanismos de compensación que en la práctica implican que nadie le paga interconexión a nadie. No así para el servicio móvil, que tradicionalmente había mantenido tarifas de interconexión altas hasta que la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión prohibió a Telcel, en su carácter de agente económico preponderante, cobrar por la terminación de llamadas en su red. Así, al haber dejado Telcel de ser un cobrador neto de interconexión —recordemos que siete de cada 10 llamadas tienen como destino la red de Telcel—, el IFT empezó una gradual reducción de las tarifas de interconexión móvil, que está en 19 centavos de peso por minuto.

El nuevo marco legal en materia de interconexión implementado a raíz de la reforma en telecomunicaciones sufrió un duro golpe cuando, tras más de tres años de litigio, Telcel obtuvo el amparo por parte de la Suprema Corte en contra de la prohibición legal de cobrar por la terminación de tráfico en su red. En una extraña resolución, la Suprema Corte determinó que el Congreso de la Unión no puede legislar en materia de tarifas de interconexión al considerar que la Constitución le da esa facultad en exclusiva al IFT pero, al mismo tiempo, la propia Corte se arrogó la facultad de decirle al IFT cómo debe fijar las tarifas de interconexión que podrá cobrar Telcel. Así, de manera contradictoria con sus propios argumentos, la Suprema Corte le da línea al IFT sobre el modelo de costos en específico que debe usar, invadiendo su autonomía y limitando su capacidad técnica.

Ante este escenario, en el cual cabe la posibilidad de que Telcel vuelva a convertirse en un cobrador neto de interconexión, el día de ayer todos los competidores de Telmex-Telcel publicaron un desplegado en los principales diarios de circulación nacional, mediante el cual hacen un respetuoso llamado al IFT para que mantenga la prohibición de cobro por la terminación de tráfico en la red de Telcel, en tanto continúe siendo preponderante; es decir, mientras el grupo del ingeniero Slim mantenga más de 50% del sector telecomunicaciones.

De no ser así, es muy probable que los planes con llamadas ilimitadas desaparezcan del mercado y la tendencia a la baja de los precios de la telefonía móvil desaparezca. Recordemos que como consecuencia de la reforma, las tarifas de la telefonía móvil han caído más del 40% en los últimos tres años, y esto se debió, en buena medida, a la prohibición para Telcel de cobrar por la terminación de llamadas en su red.

El hecho de que los competidores no hayan tenido que pagar a Telcel por la terminación de llamadas les permitió, además de bajar los precios a los usuarios, invertir para ampliar la cobertura y mejorar la calidad de sus redes. Aunque el ingeniero Slim dice que los competidores no invierten, lo cierto es que si analizamos las inversiones de cada uno en función de sus ingresos, Telcel es el que menos invierte en el país, y si se obliga a la competencia a transferir recursos al preponderante, lo hará aún menos.

Es muy probable que el IFT no acceda a la petición de la industria para no confrontar a la Suprema Corte, que tan generosa fue con Telcel, pero esperemos que los comisionados del IFT sean sensibles a los beneficios que una verdadera asimetría trae a los usuarios. El diferencial entre la tarifa que Telcel cobre y la que deba pagar a los operadores no dominantes debe ser tal que impida a Telcel volver a convertirse en un cobrador neto de interconexión, de otra manera será imposible disminuir la excesiva concentración de mercado que sigue manteniendo, a pesar de la reforma en telecomunicaciones.


Este artículo fue publicado en El Economista el 24 de octubre de 2017, agradecemos a Gerado Soria su autorización para publicarlo en nuestra página.

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