jueves 25 abril 2024

Inseguridad Nacional

por Tere Vale

Desde hace ya muchos años nuestro país ha estado sumergido en una ola de violencia e inseguridad. El problema, desgraciadamente, no se ha atajado y por el contrario ha ido aumentando. Esto que digo no hace falta que lo haga, la mayoría de los mexicanos lo sabemos y estamos muy preocupados por ello. Pero a veces creo que algunos compatriotas se han ido resignando y hasta acostumbrando a esta tragedia diaria. Los afectados, los dolientes, las familias destrozadas, aunque por fortuna a mí no me ha pasado.

Hay tanto dolor acumulado por centímetro cuadrado en nuestro país que casi no cabe ya en la república mexicana. Esta semana pasada la he vivido como si de pronto esta situación extrema se hubiera desbordado. Las malas noticias se iban sucediendo con una velocidad asombrosa y llegaban una tras otra, a veces simultáneamente desde Jalisco, Guanajuato, Chihuahua, Michoacán, Baja California y en algunos puntos más. Hubo decenas de tiendas Oxxo incendiadas (tiendas, por cierto, muchas veces atacadas desde el púlpito del presidente), algunas farmacias tampoco escaparon a este tipo de atentados. Se quemaron autos, medios de transporte y más. Para llevar a cabo estos ataques, se usaron bombas molotov y granadas de mano, armas largas también. En estos lugares, sin deberla ni temerla había hombres, mujeres y lamentablemente también niños que perdieron la vida, mientras los asesinos, perfectamente uniformados, armados, protegidos con chalecos antibalas y desde luego encapuchados se divertían acribillando a la población. 

Un festín de narcoterrorismo y sangre diría yo. En otros poblados se incendiaron igualmente camiones de refrescos (de esos también estigmatizados por AMLO), coches particulares, pizzerías, bares y se generaron las muertes de muchos y el consecuente caos. Se retuvieron patrullas de las muy apoyadas y “eficientes” fuerzas federales, para finalmente soltarlos, vaya usted a saber por qué. Por si faltara algo, se atacó a una gasolinera, lo que hubiera podido generar un desastre aún mayor del causado al poner en riesgo a la población circundante a este negocio que acumula miles de litros de combustible. Mientras todo esto pasaba en una u otra ciudad del país, en el Cereso de Ciudad Juárez se registraba una riña que dejó también ahí víctimas mortales. Las cárceles son también tierra de nadie.

Total, de acuerdo a las cifras oficiales 260 muertos tan solo en estos días tan sangrientos. Y, de acuerdo con el INEGI, los datos que demuestran nuestro miedo: dos de cada tres mexicanos nos sentimos inseguros en cualquier parte de nuestro país. ¿Cómo no hacerlo?

Hablemos en serio. El famoso mantra: abrazos no balazos es una frase que ha costado muchas vidas y una irresponsabilidad mayúscula del gobierno al no lograr protegernos a todos. La señora Rosa Icela Rodríguez no es ni nunca ha sido secretaria de Seguridad, siempre la supuestamente “civil” Guardia Nacional ha dependido de la SEDENA, no nos hagamos, con decreto o sin decreto eso es un hecho. Y los soldados hacen o dejan de hacer lo que ordena ese gran experto en Seguridad Nacional que es el primer mandatario. Uf. No hay ni expertos, ni asesores, ni al menos sentido común. Solo improvisación, rollo y ambiciones insaciables de poder.

Y que decir de la alcaldesa de Tijuana., gran representante de la estulticia imperante en la famosa cuarta transformación. Lo que declaró esta persona al avalar, palabras más palabras menos, el cobro del derecho de piso y que a los que no lo paguen que el crimen organizado se los cobre con sangre y violencia, es como para que ya hubiera renunciado. Pero no pasa nada. ¿Estos seres son los que nos gobiernan?

La cereza en el pastel son las declaraciones de los siempre asombrosos Epigmenio Ibarra y Mario Delgado, al decir que estas desgracias son producto de un complot de los conservadores para desestabilizar a nuestro país. Pero, sigamos siendo claros: para desestabilizar este país, la actual administración no necesita ayuda, se pintan solos. 

La consumación de la violación de la Constitución y la falta de respeto a la ley, se dará al parecer el próximo 16 de septiembre. Aún nos faltan muchos desastres por ver. Por lo pronto seguimos en el reino de la inseguridad nacional y no podemos hacer nada más que luchar por sobrevivir. 

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