martes 16 abril 2024

Ingrid Escamilla y los feminicidios que ignora López Obrador

por Alejandra Escobar Atempa

En el primer año del gobierno de López Obrador ocurrieron mil seis feminicidios en el territorio nacional, una tasa a la alza, en comparación con los números registrados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) un año anterior, cuando se reportaron 912 víctimas.

La muerte de mujeres, sin embargo, no terminan en esa estadística. Los homicidios dolosos de mujeres también registraron una tendencia a la alta el año anterior: en 2015 hubo mil 735; en 2016, dos mil 190; en 2017, dos mil 536; en 2018, dos mil 773, y 2019 cerró con dos mil 819.

Por eso se entiende que al presidente Andrés Manuel López Obrador le irrite que la prensa pregunte sobre el tema de los feminicidios durante su homilía diaria, y publiquen en sus primeras planas los datos duros de la realidad del país.

“Se ha manipulado mucho sobre este asunto en los medios, no en todos desde luego, los que no nos ven con buenos ojos aprovechan cualquier circunstancia para generar campañas de difamación, así de claro, de distorsión, información falsa. Este es el caso”, alegó este lunes 10 de febrero.

Se entiende, que para un régimen que se dedica todas las mañanas a la propaganda y vive del circo en sus giras por la República, importe más hablar de sus redes clientelares que de víctimas. Es más, que su base clientelar salga a las calles con matracas, gorras y silbatos a echarle vivas, gritar consignas contra el INE, de los pocos organismos autónomos que le quedan al país, o que vayan a recibir con insultos a caravanas de hombres y mujeres que han sido víctimas de la violencia creciente.

Se entiende que el Presidente no haya salido a dar una muestra de solidaridad hacia todas aquellas niñas, adolescentes, mujeres adultas y ancianas que a los pies de Palacio Nacional, el 29 de noviembre a través de un canto, le reclamaron por la violencia de género que se vive en el país.

Se entiende que para Abril Pérez, sólo haya dedicado unos cuantos minutos en su conferencia matutina, y casi ninguno para el resto de las mujeres muertas.

Se entiende que atroces feminicidios como el de Ingrid Escamilla no ocupen su agenda diaria, no tengan la misma relevancia que un cheque de dos mil millones de pesos (“que hace historia”) o sus constantes ataques contra quienes no comulgan con su adoctrinamiento.

En el país de AMLO siguen muriendo mujeres, más, que en cualquier otro año, y no señor, los medios no manipulamos.

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