jueves 28 marzo 2024

Informe Mancera: “batalla” por el DF

por José Buendía Hegewisch
Etcétera

Su primer escollo es la oposición de Morena en la ALDF.

La división en la izquierda pone en juego su hegemonía de 18 años en el DF. La batalla sin cuartel entre Morena y el PRD por el control de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal ya causó la primera baja en el hecho de que ninguno tendrá la presidencia de la Mesa Directiva, a costa de evitar que recayera en el otro. Ambos partidos, que concentran las preferencias electorales en la capital, tuvieron que ceder el espacio a un tercero que apenas logró ser fracción gracias a un fallo del Tribunal Electoral. Armando López Velarde, de Movimiento Ciudadano, será el encargado de responder hoy el Tercer Informe de Miguel Ángel Mancera, quien de facto arranca su campaña hacia 2018.

La confrontación y forcejeos se libra, también, en la demarcación territorial de Gustavo A. Madero, con un inédito recuento total de sufragios para definir al ganador de la elección entre PRD y Morena. La fragmentación del voto y un gobierno sin mayoría en la ALDF marcarán la segunda mitad de Mancera. Lejos están los tiempos en los que rozaba el cielo de los índices de popularidad y tenía el control de la ALDF con la mayoría del PRD. Ahora incluso advierte que la fuerza del PRD podría no alcanzarle para ganar en 2018 y podría preferir ir como independiente porque “siempre es bueno competir, pero mejor ganar”, dijo.

Mancera sabe que es su última oportunidad para relanzar al gobierno tras la derrota en las urnas el 7 de junio, cuando perdió la capital. Su popularidad sigue una tendencia a la baja y, aunque la remodelación de su gabinete fue bien recibida, se mantiene alejado de los problemas que preocupan a la mayoría de los ciudadanos según encuestas. ¿Qué resultados presenta hoy en su Informe? ¿Qué metas para 2018?

Su primer escollo es la oposición de Morena en la ALDF, aunque no es infranqueable por la posibilidad de alianzas con el PAN y el PRI en la capital, que sumados alcanzan otro tercio y podrían convertirse en fieles de la balanza en el órgano legislativo. A ellos podría recurrir para tratar de “parar” a Morena junto con el “bloque” de partidos pequeños que armó para el arranque del proceso. También, podría incursionar en los márgenes de acción discrecional del Ejecutivo en un régimen interior poroso, como el que aprovechó López Obrador en el 2000 para gobernar a través de bandos y vetos a la publicación de leyes.

Pero aunque Mancera no perdiera el control de la ALDF, mucho más difícil le será detener el avance de López Obrador en la capital, principal plataforma para sus aspiraciones hacia el 2018. Si bien la política de contención escaló al ámbito federal con declaraciones de guerra de Ricardo Anaya, Beltrones y del propio Peña Nieto, Morena ha logrado un importante avance territorial en varios enclaves de la capital.

La pasada elección reveló los resultados de la estrategia territorial de Morena para avanzar en la representación política, a diferencia del acento de Manceraen la propaganda oficial y la “guerra área” a través de los medios para construir imagen. La cual ha sido, incluso, ineficaz para evitar el impacto del programa doble no circula o la paralización de la Línea 12 del Metro en su popularidad. Otras iniciativas positivas como la revisión del salario mínimo han resultado, también, infructuosas para recuperar la calle, a pesar del clientelismo.

Precisamente, eso refuerza el resultado de las encuestas sobre la desconexión con los problemas y exigencia de la ciudadanía, por ejemplo en la inseguridad y la presencia de cárteles en el Distrito Federal que su gobierno niega a pesar de casos que apuntan hacia ello como el del múltiple crimen de la Narvarte.

Como demostró la pasada elección, la forma de hacer política en el Distrito Federal esta hoy más en la calle que en la propaganda.

 


 

Este artículo fue publicado en Excélsior el 17 de Septiembre de 2015, agradecemos a José Buendía Hegewisch su autorización para publicarlo en nuestra página

 

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