viernes 19 abril 2024

La ineficacia de Claudia Sheinbaum provoca otro 2 de octubre con violencia

por Orquídea Fong

La determinación de la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum, de “proteger” a la ciudad mediante un “cinturón de paz” durante  la marcha del 2 de octubre demostró ser un total fracaso que resultó en trabajadores, policías y periodistas lesionados y edificios vandalizados, pues no se frenó la violencia.

Además, fue un enorme desperdicio de recursos públicos, pues se dotó de camisetas impresas a decenas de miles de trabajadores del gobierno de la Ciudad de México.  

Ayer martes, en conferencia de prensa, sonriente, tranquila y por momentos irónica, la jefa de gobierno Claudia Sheinbau anunció que su administración organizaría un cinturón de paz para evitar que el patrimonio de la ciudad fuera vandalizado durante la marcha de este 2 de octubre.

Su petición fue secundada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien irresponsablemente llamó a la población a formar “vallas humanas” para evitar actos vandálicos e incluso, se permitió hacer bromas impropias de un Jefe de Estado al decir que acusaría a los vándalos con sus mamás para decirles que no se portan bien.

Luego de hacer el anuncio de que el cinturón de paz estaría formado por trabajadores de su administración, Sheinbaum fue cuestionada.

“¿De dónde los van a sacar?”, le preguntó una reportera. Displicente e irónica, Sheinbaum respondió que “no los vamos a sacar de ningún lado”. Agregó que los trabajadores estaban “deseosos” de colaborar en la protección del patrimonio. A su lado, una de sus colaboradoras sonreía, aparentemente divertida.

Camiseta pagada por el gobierno de la CDMX para los “voluntarios” que formaron el Cinturón de Paz

La idea fue cuestionada de inmediato por la prensa y en redes sociales. Hubo varias denuncias en el sentido de que a los trabajadores se les estaba obligando a acudir. Los hechos posteriores demostraron que no solo fue una mala idea: fue una ocurrencia estúpida.

Este miércoles, en fotografía y videos divulgados por usuarios de redes sociales y medios de comunicación, se pudo observar a numerosos trabajadores, muchos de ellos de avanzada edad y/o en pésimo estado físico, vistiendo una camiseta blanca que de frente decía “2 de octubre no se olvida” y en la espalda “Cinturón de paz”.

Formaban filas a lo largo de las calles, de frente a los edificios para supuestamente “impedir” que grupos de anarquistas, compuestos de jóvenes ágiles y fuertes, vandalizaran edificios y monumentos. Vaya broma.

La iniciativa también fue aprovechada por diputados locales, quienes recibieron su camiseta y anunciaron, por medio de fotos en sus redes sociales, que formarían parte del cinturón.

El Cinturón de Paz no solo fue absolutamente ineficaz, fue peligroso. Cuando, en diversos momentos de la marcha los grupos de jóvenes encapuchados decidieron pintar bardas y puertas o pegar letreros en parabuses y postes, los miembros del cinturón–totalmente carentes de instrucción para hacer frente a situaciones así–optaron por replegarse prudentemente mientras los encapuchados los ignoraban.

Pero en el Centro Histórico, cuando algunos miembros del Cinturón de paz exigieron a algunos jóvenes que no ejecutaran actos violentos, éstos respondieron lanzando cohetones, empujando y lanzando objetos.

El cinturón se rompió, hubo trabajadores y periodistas lesionados y la policía tuvo que hacer lo que correspondía desde un principio: contener a los manifestantes

La ineficacia de la jefa de gobierno pudo salir mucho más cara. Fue mera suerte que las consecuencias no fueran más graves. ¿En serio creía que un montón de personas vestidas de blanco moverían las conciencias de grupos radicales? ¿Acaso no pudo pensar, ni por un momento, que tantos representantes del gobierno, de la autoridad, iban a enervar a quienes, por definición política, se oponen a toda autoridad?

Ni parece que la doctora tiene un pasado de activista. Será que eso fue hace tantos, pero tantos años. A mi entender, lo único que Sheinbaum hace bien es aplaudir a su jefe, López Obrador.

De esta forma, la demagogia y la ineficacia de Sheinbaum y su populismo, aún más ramplón que el del propio Andrés Manuel López Obrador, provocó otro 2 de octubre violento.

Abajo, en este video, propiedad de Sin Embargo, se puede apreciar el momento más violento de la marcha.

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