La propuesta gubernamental es gravar a las gasolinas con un impuesto que vaya de 25 a 30%. Se trata de un impuesto fijo, y sinceramente, no suena mal. Gravar las gasolinas de manera fija podrá generar un ingreso sostenible a las finanzas públicas, y además, encareces el uso de un combustible fósil totalmente contaminante, así como el uso del automóvil siendo la población de mayores ingresos la que más lo utiliza.
SUBSIDIOS A GASOLINA, CAROS Y MALOS
Por el contrario, tener subsidio a la gasolina, como fue durante muchos años, es totalmente inútil: ayudas a la población más rica del país, siendo la mayor poseedora de automóviles, a contaminar. El subsidio no tenía sentido por donde lo vieras. Era un incentivo perverso para contaminar y favorecer a la población pudiente.
Ahora se planea tener un impuesto más fácil de gravar, que sea fijo. El nuevo IEPS (Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios), sería de entre 25% y 30% del litro de gasolina.
Y se hará realidad una vez que se haya liberado el precio del combustible.
El equipo de Luis Videgaray, en la Secretaría de Hacienda, y Miguel Messmacher, desde la Subsecretaría de Ingresos, planean realizar todo un cambio en el mercado energético interno, al adelantar la liberación del precio de la gasolina para que entre en vigor el 1 de enero de 2016.
Tiene sentido. De por sí ya viene el uso de gasolinas que no sean de Pemex. Y al año siguiente viene la importación de ese combustible, también distinto al de Pemex.
Con esta liberación del precio de la gasolina vendría el impuesto fijo, que suena razonable, y hoy en día puede representar una fuente de ingresos importante.
RONDA 1, FLEXIBILIZAN UTILIDAD
El presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, Juan Carlos Zepeda, nos había dicho que buscaban hacer más atractivas las siguientes etapas de la Ronda Uno en el proceso de apertura energética. Seguro lo escucharon en la Secretaría de Energía (Pedro Joaquín Coldwell), pero sobre todo en Hacienda (Luis Videgaray).
Hacienda dio a conocer que sí redujeron el valor mínimo de utilidad con el que se quedaría el Estado mexicano en los contratos de exploración y extracción para la segunda etapa de la Ronda Uno.
Recordemos que en la primera etapa, las cosas no fueron como lo planeado. Se quedó por debajo de la expectativa al colocar solamente dos pozos de los 14 licitados.
Ahora la situación puede cambiar.
Hacienda está pidiendo a los participantes valores mínimos de utilidad, desde luego más accesibles que en la primera etapa.
Ahora pide entre 30.2 y 35.9%, de utilidad compartida a favor del Estado mexicano, lo cual es mucho menor a 40% exigido en la primera etapa cuando no se pudieron colocar los distintos pozos.
Además no exigirá una inversión adicional en los yacimientos.
La flexibilidad era un tema clave para que los participantes fueran con mejores propuestas, sobre todo en un entorno de precios bajos. Incluso recordemos que el precio mínimo por licitación también se dará a conocer.
Para los participantes se hacen mucho más atractivas la segunda y tercera etapas, y ya para la cuarta etapa vienen las aguas profundas, en la que veremos a las compañías más grandes y… a Pemex.
AT&T, TAMBIÉN FLEXIBILIZA
AT&T empezó con el pie derecho en México, pero no quiere dejar el paso. No sólo ha comprado las redes de Nextel e Iusacell, sino también fue el primero en dejar de cobrar la larga distancia con Estados Unidos.
Sólo que Telefónica, y sobre todo Telcel, le siguieron de forma agresiva.
Ante tal situación, AT&T, previo a unificar su marca, ha decidido flexibilizar sus planes para ser más atractivo para los clientes. Anunció que no impondrá contratos forzosos y estará ofreciendo meses gratis.
También facilitará la forma de pago de los clientes.
AT&T llegó para quedarse. Ya invirtió en entrar a México y ahora deberá mantener servicios competitivos, y novedosos, para atraer clientes a su red.
Este artículo fue publicado en Excélsior el 15 de Septiembre de 2015, agradecemos a José Yuste su autorización para publicarlo en nuestra página
