jueves 28 marzo 2024

Hofstede y las ocurrencias opositoras

por Óscar Constantino Gutierrez

No le encargues un estudio de mercado a un ingeniero industrial, la elaboración de un reglamento a un nutriólogo, una mesa a un panadero, investigaciones sobre la COVID-19 a un politólogo o una reforma electoral a un contador.

¿Segunda vuelta presidencial en México? Parece una de las propuestas aberrantes de López Obrador, pero el autor de ese absurdo fue el bloque opositor. Y no, no es exagerado: la segunda vuelta en México es un disparate terrible, para no usar una expresión más fuerte.

FOTO: GALO CAÑAS/CUARTOSCURO.COM

Usemos el sentido común y la máquina del tiempo: ¿se imaginan la elección de 2006 con segunda vuelta? López Obrador hubiera amenazado, amagado y reventado el proceso, con el fin de aprovechar la segunda oportunidad de alcanzar la silla del Ejecutivo. Ahora desplacemos el escenario a 2024, e imaginen una elección cerradísima, con los 15 millones votos de Morena y la coalición opositora con una ventaja de apenas 2 por ciento. ¿En verdad no ven a Citlalli Hernández y a Mario Delgado agrediendo a la ciudadanía aspiracionista y clasemediera que no votó por el candidato de la 4T? ¿Tan pronto se olvidó que son traidores a la Patria todos los que no satisfacen los deseos y caprichos del presidente macuspano?

Geert Hofstede ha explicado que las dimensiones culturales en cada sociedad tienen magnitudes distintas, lo que en Suecia funciona en México no, porque el individualismo, masculinidad y femineidad, elusión de la incertidumbre, orientación de largo término, así como la indulgencia o contención son diferentes en cada país. Los mexicanos tienen una colectividad e indulgencia que hace difícil que respeten cualquier regla, esto incluye las electorales: la tentación de manosear la segunda vuelta sería muy grande para nuestra izquierda adicta a los fraudes patrióticos, así como para nuestra derecha canchera y doble estándar.

Aunque la iniciativa sea desatinada, puede encontrarse el origen de esta incoherencia opositora. El PAN suele tener un fetiche con figuras e instituciones europeas, quizá se sienten sofisticados cuando proponen cosas que existen en España o Francia, pero tan es absurda la propuesta de López de listas estatales para elegir diputados, como es tonto que Va por México insista en contar con segunda vuelta presidencial. En última instancia, ¿por qué el bloque opositor quiere hacer una reforma electoral alterna? ¿Es de a fuerzas hacer modificaciones? Una máxima del sentido común es “si algo sirve, no le hagas cambios”. Resulta más pertinente seguir la idea de moratoria constitucional, es decir, no hacer enmiendas hasta que el país regrese a la normalidad democrática.

En verdad se necesita que Va por México se tome más en serio su papel de contrapeso del morenismo y que no sugieran disparates. Y, si de todos modos van a plantear reformas, que se asesoren de especialistas. No se le pide a un carnicero que diseñe casas, no se le encarga a un ingeniero industrial un estudio de mercado, ni hacer una mesa a un panadero, ni elaborar un reglamento a un nutriólogo, no le pides a un politólogo realizar investigaciones de medicamentos para la COVID-19… mucho menos le encomiendas a un contador el diseño de una reforma electoral: entender esto no es ciencia de cohetes.

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