sábado 20 abril 2024

Francia y el coronavirus

por María Cristina Rosas

Francia, el país de la liberté, l’egalité et la fraternité fue parte del segundo epicentro del SARSCoV2, agente causal del COVID-19 que golpeó a Europa. Aun cuando en la actualidad pareciera que la crisis ha sido superada, la pandemia fue especialmente letal en el país europeo, el cual se ubica en la 19ª posición mundial por casos confirmados y es el séptimo por defunciones, siento también el tercero más golpeado en Europa, detrás de la Gran Bretaña e Italia.

Francia tiene una población de 67 081 000 habitantes. Con un producto interno bruto (PIB) de 3 061 billones (trillions) de dólares, es la 10ª economía a nivel mundial y posee un ingreso per cápita de 47 223 dólares -medidos ambos en términos del poder adquisitivo. Francia ocupa el 26° lugar en los índices de desarrollo humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) con un desarrollo muy alto. Figura en el 15° lugar -en un listado de 141 países- en el índice de competitividad global del Foro Económico Mundial correspondiente a 2020.[1] En el índice de libertad económica de la Fundación Heritage, Francia se encuentra en la 64ª posición.[2] En el índice de percepción de corrupción de Transparency International, Francia se ubicó en el 23° lugar entre 198 países en 2019.[3] En el índice de paz global de 2020, la nación europea está en el 66° lugar en un listado de 163 países.[4]

Francia es una de las siete economías más importantes del mundo y es el artífice, con Alemania, de la integración europea que empezó a operar vía la Comunidad Económica del Carbón y del Acero (CECA) en 1951,[5] y el Tratado de Roma mediante el que vieron la luz la Comunidad Europea de la Energía Atómica (EURATOM) y la Comunidad Económica Europea (CEE) en 1957. Con el tiempo a estos seis países se sumaron Gran Bretaña,[6] Irlanda y Dinamarca (1973); Grecia (1980); España y Portugal (1986); Suecia, Finlandia y Austria (1995); Lituania, Letonia, Estonia, Polonia, Hungría, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Malta y Chipre (2004); Rumania y Bulgaria (2007); y Croacia (2013). En 1986 se suscribió el Acta única Europea que fusionó las tres comunidades europeas en la Comunidad Europea y en 1992 fue suscrito el Tratado de Maastricht que dio vida a la Unión Europea. Siguieron negociaciones posteriores para profundizar la integración, destacando el Tratado de Ámsterdam en 1997; el Tratado de Niza en 2000; y el Tratado de Lisboa en 2007. En todos estos arreglos, Francia ha jugado un papel determinante y es una pieza clave en el diseño institucional y político de la arquitectura europea, a la que ha buscado dotar de autonomía y voz propia en los asuntos internacionales.

Francia fue un imperio y hoy retiene vestigios del mismo. Tras la guerra de los siete año que la confrontó con el Reino Unido entre 1756 y 1763, Francia perdió la posibilidad de ser potencia en ultramar -lo que explica la añeja rivalidad entre ambas naciones- y en adelante debería conformarse con ser un jugador importante sólo en Europa. De todos modos, hay colonias francesas o bien, territorios de ultramar en todo el mundo, incluida la Antártica, que dotan al país europeo de una extensa zona económica exclusiva.

El país, al haber sido uno de los aliados en la segunda guerra mundial, cuenta, en consecuencia, con un asiento como miembro permanente en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y es potencia nuclear desde 1960. Tiene una importante ascendencia en diversos países africanos, de donde ha recibido corrientes migratorias. Se le reconoce también como potencia cultural, a través del empleo de su idioma -que es una de las lenguas más estudiadas y habladas en el mundo-, su gastronomía, su viticultura, su desarrollo turístico y su cinematografía, entre otros destacados componentes de su poder suave.

Situación demográfica y epidemiológica

Francia cuenta con una población de 67 081 000 habitantes en un territorio de 640 679 kilómetros cuadrados -datos para la totalidad del territorio francés, incluyendo la Francia de ultramar. La Francia metropolitana tiene una extensión de 543 940. 4 kilómetros cuadrados. La densidad es de 300. 4 habitantes por kilómetro cuadrado.

Hacia 2017, la tasa de fertilidad era de 1. 88 hijos por mujer, muy cerca de la tasa de reemplazo de 2. 1 y la más alta entre los países europeos. Uno de cada cinco nacimientos en ese año, correspondieron a inmigrantes -esto es que, de un total de 760 mil nacimientos, 143 mil ocurrieron en el seno de familias de inmigrantes. Sin embargo, contrario a lo que se podría suponer, si bien la inmigración tiene relevancia en las cifras sobre nacimientos, no impacta de manera decisiva en la fertilidad. Esto es porque la fertilidad depende de la edad reproductiva y del deseo de las mujeres de tener hijos.[7]

Aun así, como se observa en el gráfico 1, la pirámide demográfica es estrecha en la base, si bien los grupos de edad se reparten de manera más o menos equitativa desde el de 0-4 años hasta el de 60-64 años. A partir de ahí, la pirámide se estrecha, porque la población tiende al envejecimientos -una quinta parte de los franceses tiene 65 o más años.

Como se puede apreciar en el gráfico 2, la esperanza de vida ha crecido de manera ininterrumpida desde 1960, cuando era de 69. 86 años hasta llegar, en 2018, a 82. 74 años. La tasa de mortalidad infantil es de 3. 4 niños por cada 1 000 nacidos vivos, habiendo mostrado, como se ilustra en el gráfico 3, una marcada reducción desde 1960, cuando era de 25. 6 niños. Se observa igualmente, que la tasa de mortalidad se ha mantenido estable en 2010, 2015 y 2018.

La francesa es una sociedad esencialmente urbana. En 1960, el 61. 88 por ciento de la población vivía en ciudades. Hacia 2018, en cambio, cuatro de cada cinco habitantes residen en ciudades, como se ilustra en el gráfico 4. Las principales ciudades por número de habitantes son París, con casi 2 200 000 habitantes. Le siguen Marsella, con 862 mil habitantes; Lyon, con 515 695 habitantes; Toulouse, con 475 mil habitantes y Niza, con 342 mil habitantes.

Se estima que el 40 por ciento de la población francesa desciende de las diversas olas de inmigrantes que ha recibido el país desde inicios del siglo XX. Esto convierte a Francia en el país más diverso, en términos étnicos, de Europa. Una primera ola migratoria procedió de Italia y España. Le siguió una ola de portugueses, norafricanos y oesteafricanos. Como es sabido, muchos inmigrantes de ascendencia africana y árabe han tenido problemas para integrarse a la sociedad francesa, por lo que no cuentan con empleos bien remunerados y residen en barrios donde prevalece la delincuencia. De ahí que se hayan sucedido diversos conflictos sociales y manifestaciones violentas por parte de estas comunidades, como las que azotaron París en 2007.[8]

 

En términos epidemiológicos, la población francesa presenta a enfermedades crónico-degenerativas no transmisibles como las principales causas de defunción tanto en mujeres como en hombres. Así, hacia 2017, las enfermedades cardiovasculares fueron responsables del 27 por ciento de las defunciones de mujeres y del 23 por ciento de las de los hombres. El segundo lugar correspondió al cáncer, que provocó 24 por ciento de los decesos de las mujeres y el 33 por ciento de los de los hombres. Las enfermedades del sistema nervioso, incluyendo demencia y enfermedad de Alzheimer, cobran las vidas del 12 por ciento de las mujeres y el 7 por ciento de las de los hombres. En lo que hace a las enfermedades respiratorias, estas provocan el 6 y el 7 por ciento de las defunciones de mujeres y hombres, respectivamente, como se observa en el gráfico 5.

Francia tiene la cuarta tasa más alta de tabaquismo entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) por número de fumadores por día. Uno de cada cuatro adultos en Francia, fuma. Asimismo, el consumo de alcohol es el tercero más alto entre los países de la OCDE. Otro factor de riesgo para la población es que la mitad de los adultos y la tercera parte de los niños enfrentan sobrepeso u obesidad.[9]

El sistema de salud de Francia

En general existen principalmente cuatro sistemas de salud en el mundo, a saber:

  • El mutualista o bismarckiano, basado en cotizaciones como fuente principal de financiamiento, que, como se sugería anteriormente, se basa en las aportaciones obligatorias del trabajador y de la empresa para su solvencia. Este sistema prevalece actualmente en Alemania y también en Austria, Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo y Japón.[10] Al modelo bismarckiano también se le conoce como modelo de los seguros sociales.[11]
  • El modelo Beveridge. Este sistema nació en 1942, en plena segunda guerra mundial de la mano de Lord William Beveridge, en el cual el Estado se hace cargo del financiamiento del sistema de salud unificando el sistema de seguridad social bajo su égida, a través de impuestos. Este modelo también se aplica en Francia -donde Pierre Laroque encabezó los esfuerzos para brindar protección social a la población, de manera que en 1946 se creó el sistema nacional de seguridad social-,[12] Suecia, Dinamarca, España e Italia, entre otros.
  • El liberal, cuyo principal representante es Estados Unidos. Conforme a sus premisas, la salud es un bien de consumo donde son las libres fuerzas del mercado las que distribuyen los recursos sanitarios a la sociedad. El Estado no tiene la responsabilidad de promover la salud y su participación es marginal, dirigiendo su atención sobre todo a grupos desfavorecidos o carentes de recursos. El usuario paga directamente al proveedor o bien, lo hace a través de compañías privadas de seguros. Si bien el modelo favorece la competitividad entre los proveedores y da libertad a la sociedad de elegir al de su preferencia, cubre de manera imperfecta el aprovisionamiento de servicios de salud, dejando fuera numerosos padecimientos y también a diversos sectores de la población, incluso a aquellos que cuentan con un seguro privado.
  • El socialista, del que subsisten ya muy pocos ejemplos, siendo Corea del Norte y sobre todo Cuba, sus máximos exponentes. En este modelo el financiamiento corre por cuenta del Estado e incluye a la totalidad de la población. Por lo tanto, tiene cobertura universal y gratuita. Las ventajas son evidentes: se apuesta por la medicina preventiva y la educación sanitaria para elevar la salud de la población. Con todo es un sistema rígido y burocrático.[13]

El sistema de salud francés es híbrido, dado que presenta rasgos del mutualista o de corte bismarckiano que se financia mediante retenciones efectuadas sobre los salarios de los trabajadores más las aportaciones de los patrones/empresas. Adicionalmente también tiene rasgos del modelo Beveridge puesto que provee una cobertura universal y recursos adicionales que se obtienen de impuestos al tabaco y el alcohol, entre otros.[14]

 

Francia destina el 11. 31 por ciento de su PIB a la salud. En el transcurso de la década más reciente, el porcentaje ha oscilado entre el 10. 33 y el 11. 31 por ciento y se tiene previsto que llegue al 13 por ciento del PIB para 2030.[15] El gasto de bolsillo como porcentaje del gasto total en salud, si bien ha crecido en lo que va del siglo, al pasar del 7. 27 por ciento al 9. 38 por ciento, es bajo. Sin embargo, existe preocupación por el limitado acceso a médicos en ciertas regiones del país.[16]

 

Existen cuatro niveles de cobertura médica en el país, a saber:

  • Nivel 1: cobertura mínima asistencial.- Aplica para extranjeros en Francia sin permiso de residencia a través del Aide Medical d’État o AME al que se puede acceder siempre que se cuente con un nivel de ingresos por encima de un rango determinado. En este nivel también se tiene el Permanences d’Accès aux Soins de Santé o PASS que permite acceder a cuidados médicos de emergencia y todos los hospitales púbicos franceses están obligados a proporcionarlo de manera gratuita.[17]
  • Nivel 2: cobertura obligatoria (sistema público o privado alternativo obligatorios).- Consiste en una cobertura universal de salud para todas aquellas personas que trabajan o que residen en Francia de manera estable y regular. Aquí aplica la cobertura denominada Assurance maladie en la que los trabajadores son afiliados automáticamente sin posibilidad de elección. El mayor número de afiliados lo tiene el Caisse nationale d’assurance maladie des travailleurs salaries (CNAMTS) que aplica a trabajadores industriales y del comercio y a sus familias.[18]
  • Nivel 3: seguros colectivos de salud de empresa.- La Union nationale des Organismes d’assurance Maladie Complémentaire (UNO-CAM) es quien representa a los oferentes complementarios de salud. Se trata de un sistema privado, necesario dado que el sistema público cubre el 70 por ciento del gasto en salud por lo que las personas suelen adquirir un seguro complementario para lograr la cobertura total. De todas maneras, los sectores menos favorecidos están cubiertos en un 100 por ciento por el Estado.[19]
  • Nivel 4: cobertura privada elemental (voluntaria).- Se refiere al gasto de bolsillo en salud.[20]

En Francia, los planes de salud obligatorios corresponden al 75 por ciento de l gasto medio por habitante. Le siguen los seguros voluntarios de salud con un 13. 6 por ciento, el gasto de bolsillo y los planes de salud públicos.

En materia de infraestructura hospitalaria, Francia ha visto una reducción de camas de hospital por cada 1 000 habitantes, al pasar de 10. 6 en 1975 a 5. 9. Esta tendencia se explica porque se ha privilegiado la atención ambulatoria sobre las hospitalizaciones, las cuales de todas maneras están contempladas para situaciones de emergencias y/o cirugías. Un dato sobre la calidad hospitalaria si se logra evitar la estancia en nosocomios por padecimientos como asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. También la mortalidad asociada a la diabetes es menor en Francia que respecto al promedio que impera en los países de la OCDE.[21]

Con todo, el gobierno de Emmanuel Macron dispuso la reducción acelerada de camas de hospital en 2018, con lo que la disponibilidad cayó 1 por ciento. Evidentemente, la llegada del SARSCoV2 ha puesto una enorme presión en la disponibilidad de camas de hospital en las unidades de cuidados intensivos. Con todo, no ha sido sólo el gobierno de Macron. Francois Hollande, desapareció 15 mil camas de hospital durante su gestión (2012-2017), de manera que en las pasadas dos décadas, dejaron de estar disponibles 90 mil camas de hospital en el país.[22]


Si bien la proporción de médicos por cada 1 000 habitantes es de 3. 26 -datos de 2018- esta cifra triplica a la que existía en 1970. Hay una desigual distribución de médicos entre las ciudades y las zonas rurales, dado que, en las primeras, pueden aspirar a mejores condiciones y salarios. El Sérvice médical de proximité (SMP) en el que los doctores trabajan en algunas las zonas rurales unos cuantos días del mes con la ayuda de internistas, es una respuesta local a un problema más complejo.[23]

 En lo que respecta a la proporción de enfermeras por cada 1 000 habitantes, la proporción es mayor que en el caso de los médicos. En 2018 la cifra era de 11. 47, cuando en 1991 la cifra era de 5. 57, como se ilustra en el gráfico 11.

Con todo, el personal médico ha encabezado protestas en el país. En 2016 pidieron mejores condiciones laborales y salariales y fueron a la huelga. Uno de sus reclamos es que en 2015, Marisol Touraine, la Ministra de Salud, había prometido una inyección d 250 millones de euros al sector que todavía en 2016 no habían sido debidamente canalizados. Las protestas también se produjeron por la escasez de personal en hospitales y las amplias jornadas laborales que el staff médico debía cumplir en consecuencia.[24]

Actualmente, a la luz de la crisis generada por la pandemia del SARSCoV2, el 16 de junio médicos y enfermeras protestaron contra el plan gubernamental de reacondicionamiento del sistema de salud pública. Eso s porque se desarrollará un ségur de la santé que será parte de una nueva ley de seguridad social a ser presentada el próximo otoño. La propuesta del gobierno de Emmanuel Macron se basa en consultas desarrolladas a lo largo de siete semanas para reorientar el sistema de salud conforme a cuatro pilares, a saber:

  • revaloración salarial;
  • definición de un plan de inversión a efecto de modificar la manera en que se financian los hospitales;
  • hacer al sistema más flexible y sencillo; y
  • repensar la situación entre las ciudades y las zonas rurales y entre los doctores y los hospitales.[25]

El gran desafío que enfrenta el sistema de salud francés, no sólo es una reforma integral largamente postergada, sino llevarla a cabo en el marco de una de las peores crisis económicas de que se tenga memoria, provocada justamente por la pandemia.

En otro orden de ideas, Francia cuenta con prestigiadas instituciones estadísticas responsables de proveer información cuantitativa de calidad. Así, el Institut national de la statistique et des études économiques (INSEE) recopila, procesa,analiza y divulga información sobre la economía y la sociedad francesas. Representa a Francia ante la Unión Europea e institutiones internacionales responsables de la armonización estadística. El Institut national d’études démographiques (INED) estudia a las poblaciones del mundo y de los países, con énfasis en la región europea y Francia. Emplea la información demográfica en asociación con disciplinas como la historia, sociología, antropología, geografía, economía, biología y, ciertamente, la epidemiología. Otra relevante institución es el Conseil national de l’information statistique (CNIS) que opera como un foro para consultas entre productores y usuarios de estadísticas oficiales, que va desde la identificación de áreas a cubrir hasta la evaluación de los informes desarrollados. Por último, la Autorité de la statistique publique (ASP) tiene a su cargo garantizar la independencia de las estadísticas oficiales designadas por ley al igual que de los lineamientos generales empleados por los países europeos.[26]

Francia cuenta con 70 premios Nobel, de los que 38 corresponden a galardones en física, química y/o fisiología y medicina; 12 a premios por la paz; 16 a literatura; y 4 a economía. Algunos hitos incluyen dos galardones para Marie Curie en física -en 1903 y 1911.  Además de los Curie, Francia es recordada por insignes científicos como Antoine Lavoisier, Ren+é Laënnec, Claude Bernard, Francois Jacob, André Lwoff, Jacques Monod y, por supuesto, Louis Pasteur. La investigación científica en Francia es de primer nivel, con reconocimiento universal. El Centre Nationale de la Recherche Scientifique (CNRS) y el Institut National de la Santé et de la Recherche Médicale (INSERM), merecen una mención especial.

El CNRS fue creado en 1939 para apoyar la investigación que coadyuve al progreso de la ciencia y el avance económico, político y cultural del país; desarrollar la investigación científica y promover a la lengua francesa como instrumento de comunicación. Cuenta con 11 137 investigadores y depende del Ministerio de la Enseñanza Superior, de la Investigación y la Innovación. El INSERM, por su parte, nació en 1964, cuenta con 5 124 investigadores y 5 065 investigadores asociados en hospitales. Depende del Ministerio de la Enseñanza Superior, de la Investigación y la Innovación y del Ministerio de la Solidaridad y la Salud. El INSERM opera conforme a tres grandes ejes, a saber:

  • investigaciones centradas sobre la biología, la bioquímica y la biofísica, a nivel general y molecular (aspectos normales y patológicos);
  • investigaciones concernientes a diversos grandes sistemas y funciones: sistema inmunitario, reproducción y desarrollo, sistemas cardiovascular, respiratorio, renal y urinario, sistema nervioso y órganos de los sentidos, metabolismo y nutrición;
  • e investigaciones en salud pública tal como la epidemiología.[27]

Adicionalmente existe el prestigiado Instituto Pasteur, el cual cuenta con una red de 30 instituciones en 27 países. Nació el 4 de junio de 1887 y es un organismo sin fines de lucro que se aboca a la investigación médica y científica en áreas como la biología, apoyado en plataformas científicas con la tecnología más avanzada en esferas como la genómica, la proteómica, la bioinformática, la biología molecular y celular. Tiene también laboratorios abiertos a proyectos de investigación de científicos jóvenes, un centro de enseñanza internacional con cursos sobre los más recientes conocimientos biológicos y tecnologías de punta.[28]

Francia y el coronavirus

Francia parece haber tenido de manera más temprana de lo que se creía, su primer caso confirmado por SARSCoV2. Luego de revisar pruebas serológicas de pacientes que presentaban síntomas desde diciembre pasado, se encontró que entre el 19 y el 27 de diciembre de 2019, se confirmaron casos positivos en los hospitales Avicenne de Bobihny y Jean Verdier de Bondy en Saint Denis.[29] Así, el virus estuvo circulando en el país sin haber sido detectado sino hasta enero de 2020.[30]

Se especula que durante la celebración de los Juegos Militares de Verano que tuvieron lugar en Wuhan, República Popular China del 18 al 27 de octubre de 2019, diversos atletas podrían haberse contagiado, toda vez que a su regreso a Francia mostraron síntomas como los que caracterizan al SARCoV2.[31] Lo interesante de estos casos es que sí se produjeron contagios esporádicos a finales de 2019 pero no con la virulencia que se observó en el país entre marzo y abril de 2020.

El 17 de marzo, las autoridades francesas decretaron la cuarentena y anunciaron que las medidas de confinamiento serían levantadas a partir del 11 de mayo. Las medidas de confinamiento se estima que redujeron los contagios en un 77 por ciento. Hacia el 11 de mayo se estimaba que 3. 5 millones de personas, o bien, el 5. 3 por ciento de la población, se habría infectado. En este sentido, la inmunidad de la población ante una segunda ola de la enfermedad, se calcula que sería insuficiente, a menos que se contara ya con tratamientos y/o vacunas.[32]

En el momento de escribir estas líneas, Francia tiene 255 980 casos confirmados y 30 279 defunciones -ocupando así, la 17ª posición mundial-, con lo que la enfermedad tiene una tasa de letalidad de 11. 82 por ciento. Se ha distinguido por hacer pruebas masivas a la población, de manera que, como se ilustra en el gráfico 12, al 17 de agosto había realizado 6 millones de pruebas, equivalentes al 8. 94 por ciento de la población.

Francia posee un importante sector farmacéutico, destacando empresas como Sanofi[33] que se encuentra trabajando en el desarrollo de una de las vacunas contra el COVID-19 -a la que México tendría acceso, según se dio a conocer hace algunos días.[34] La urgencia de contar con tratamientos y vacunas es mayor considerando que, próximamente en el hemisferio norte, llegará la estación fría y con ella la influenza y la propensión a desarrollar enfermedades de las vías respiratorias, las que se podrían combinar con el COVID-19 en una temida “segunda ola” del nuevo coronavirus.

En Francia, la enfermedad fue especialmente letal en ancianos. Algunos asilos presenciaron muertes a gran escala en la fase más álgida de la pandemia,[35] lo cual se ha sumado a las críticas de los profesionales de la salud del país a las condiciones del sistema sanitario para proteger a la población y a los sectores más vulnerables como se esperaría. Todo parece indicar que la pandemia llegó en un momento de transición y de promesas no cumplidas respecto a la modernización, equipamiento y disponibilidad de recursos humanos para el sector salud. En este sentido, el gran desafío para el país europeo es hacer más con menos, dado que el SARSCoV2 está dejando a su paso una estela de desempleo y crisis económica con la que las autoridades de los países deberán lidiar, en medio del reclamo social por mejores servicios de salud. El otro desafío es mirar al sector salud de manera integral, no sólo en función del COVID-19, dado que hay una amplia gama de enfermedades que han venido a ocupar un plano secundario en la agenda de salud de las naciones frente a la emergencia sanitaria del nuevo coronavirus.

Por supuesto que Francia tiene muchos elementos a su favor para sortear la presente crisis, pero deberá hacerlo en un corto tiempo y con menos recursos materiales que aquellos con los que contaba antes de la pandemia. La concertación que efectúa con otras naciones europeas -visiblemente con Alemania- será crucial en las semanas, meses y años por venir. Previo a la pandemia, la economía francesa estaba mostrando un aletargamiento, con tasas de crecimiento entre 1. 7 y 1. 5 por ciento. Este año, los números serán negativos y el país estará en terapia intensiva por un tiempo más, con la expectativa de que la reanimación tendrá que producirse lo más pronto posible para resucitar la vida económica, política, social y sobre todo de salud de Francia.


[1] Klaus Schwab (2020), World Competitiveness Report 2020, Geneva, World Economic Forum, p. xiii, disponible en http://www3.weforum.org/docs/WEF_TheGlobalCompetitivenessReport2019.pdf

[2] The Heritage Foundation (2020), 2020 Index of Economic Freedom, Washington D. C. The Heritage Foundation, disponible en https://www.heritage.org/index/country/france

[3] Transparency International (2019), Corruption perception Index 2017, Berlin, Transparency International, disponible en https://www.transparency.org/en/cpi/2019/results/france

[4] Institute for Economics and Peace (2020), Global Peace Index 2020. Measuring Peace in a Complex World, Sydney, Institute for Economics and Peace, disponible en http://visionofhumanity.org/indexes/global-peace-index/

[5] En donde también participaron Italia y los tres países del BENELUX, a saber, Bélgica, Luxemburgo y Países Bajos.

[6] Tras el referéndum del 23 de junio de 2016 donde el 51. 6 por ciento de los británicos votó a favor, la Gran Bretaña se retiró de la Unión Europea el 31 de enero de 2020 e inició un período de transición que se extenderá al 31 de diciembre del mismo año para resolver diversas materias pendientes con la Europa comunitaria. A la fecha, es el único país que se ha retirado del proceso europeo de integración.

[7] Sabrina Volant, Giles Pison y Francois Héran (2019), “Frenc fertility rateis the highest in Europe. Because of its inmigrants?”, en Population & Societies, Volume 568, Issue 7, disponible en https://www.cairn-int.info/article-E_POPSOC_568_0001–french-fertility-is-the-highest-in.htm#

[8] ABC News (November 1, 2007), “Paris Riots in Perspective”, disponible en https://abcnews.go.com/International/story?id=1280843

[9] OECD (2019), Health at a Glance 2019. France, Paris, Organization por Economic Cooperation and Development, disponible en https://www.oecd.org/france/health-at-a-glance-france-EN.pdf

[10] Ibid.

[11] I. Vera (24 de septiembre 2018), “Bismarck vs Beveridge: el cara a cara de los sistemas de salud en la Unión Europea”, en Planta Doce, disponible en https://www.plantadoce.com/entorno/bismarck-vs-beveridge-el-cara-a-cara-de-los-sistemas-sanitarios-en-la-union-europea.html

[12] Organización Internacional del Trabajo (1 de diciembre 2009), De Bismarck a Beveridge: seguridad social para todos, Ginebra, OIT, disponible en https://www.ilo.org/global/publications/world-of-work-magazine/articles/ilo-in-history/WCMS_122242/lang–es/index.htm

[13] Universidad Autónoma de Madrid (2011), Introducción a los sistemas sanitarios. El sistema sanitario español, Madrid, Universidad Autónoma de Madrid-Unidad de Medicina de Familia y Atención Primaria-Facultad de Medicina, disponible en https://formacion.uam.es/pluginfile.php/122653/mod_resource/content/1/Tema_7.pdf

[14] Fundación Mapfre (2018), Sistemas de salud: un análisis global. Comparación internacional de sistemas sanitarios seleccionados, Madrid, Fundación Mapfre, p. 118.

[15] OECD, Ibd.

[16] Ibid.

[17] Fundación Mapfre, Op. cit., p. 119.

[18] Ibid.

[19] Ibid.

[20] Fundación Mapfre, Op. cit., p. 121.

[21] OECD, Ibid.

[22] Ingri Bergo (20 May 2020), “can France’s hospitals survive both the coronavirus and the looming economic crisis?”, en The Local, disponible en https://www.thelocal.fr/20200520/can-frances-hospitals-survive-both-the-coronavirus-and-the-looming-economic-crisis

[23] Matthias Blamont (November 14, 2018), “In rural France, Macron seeks remedy for ‘healthcare deserts’”, en Reuters, disponible en https://www.reuters.com/article/us-france-health/in-rural-france-macron-seeks-remedy-for-healthcare-deserts-idUSKCN1NJ0HX

[24] Oliver Gee (26 September 2016), Frances’ hospital doctors stage strike to highlight crisis”, en The Local, disponible en https://www.thelocal.fr/20160926/frances-hospital-doctors-stage-week-long-strike

[25] Ingri Bergo (25 May 2020), “Why France is panning a massive overhaul of its healthcare system”, en The Local, disponible en https://www.thelocal.fr/20200525/why-france-is-planning-a-massive-overhaul-of-its-healthcare-system

[26] Gouvernement (s/f), “Statistics”, disponible en https://www.gouvernement.fr/en/statistics

[27] Jorge Perlés (2000), “La investigación científica en Francia. Estructuras y carrera del investigador”, en Medicina, Volumen 60, no. 1, p. 93, disponible en https://www.medicinabuenosaires.com/demo/revistas/vol60-00/1/v60_n1_89_94.pdf

[28] Crónicas (8 de mayo 2020), “El Instituto Pasteur, líder en la lucha contra el COVD-19”, disponible en http://www.cronicas.com.uy/sociedad/el-instituto-pasteur-lider-en-la-lucha-contra-el-covid-19/

[29] María Claudia Avignolo (04/05/2020), “Coronavirus en Francia: descubren que el primer caso se produjo en diciembre, un mes antes de lo que se creía. Investigan el motivo”, en Clarin, disponible en https://www.clarin.com/mundo/coronavirus-francia-descubren-primer-caso-produjo-diciembre-mes-creia_0_QKhww89nw.html

[30] Los Angeles Times (5 de mayo de 2020), “El primer caso de coronavirus en Europa pudo haber sido en diciembre, semanas antes de lo que se pensaba anteriormente”, disponible en https://www.latimes.com/espanol/internacional/articulo/2020-05-06/el-primer-caso-de-coronavirus-en-europa-pudo-haber-sido-en-diciembre-semanas-antes-de-lo-que-se-pensaba-anteriormente

[31] France24 (08/05/20020), “Covid-19: ¿hubo “pacientes cero” desde otoño de 2019 en Francia?”, disponible en https://www.france24.com/es/20200508-paciente-cero-covid-19-francia-diciembre-2019

[32] Henrik Salje, Cécile Tram Kiel, Noémie Lefrancq, Noemie Courtejoie, Paolo Bosetti et al (10 July 2020), Estimating the Burden of SARScoV2 in France”, en Science, Vol. 369, Issue 6500, disponible en https://science.sciencemag.org/content/369/6500/208

[33] Sanofi, corporación francesa controlada por la petrolera Elf Aquitaine, compró en 1994 la Sterling-Winthrop que pertenecía a la Eastman Kodak. Sanofi era muy activa en la comercialización de productos para la salud humana, productos agrícolas y alimenticios. Sanofi y Synthelabo se fusionaron hace unos años, y luego con Aventis, logrando establecer el conglomerado francés más grande, la compañía Sanofi-Aventis. La segunda compañía francesa de importancia es Servier, que ha tenido que retirar por muertes, sus productos Fenfluramina, desfenfluramina y el Benfluorex, más recientemente. Véase Alfredo jacome Roca (s/f), “Laboratorios franceses”, en Academia Nacional de Medicina, disponible en https://encolombia.com/libreria-digital/lmedicina/hmedica/historiamedica-laboratoriofrances/

[34] James Paton (31/07/2020), “Vacuna de Sanofi contra el COVID-19, a la que México tendrá acceso prioritario, recibirá 2 100 millones de dólares de Estados Unidos”, en El Financiero, disponible en https://www.elfinanciero.com.mx/salud/vacuna-de-sanofi-a-la-que-mexico-tendra-acceso-prioritario-recibira-hasta-2-100-mdd-del-gobierno-de-eu

[35] El Mundo (2 de abril 2020), “Datos de pesadilla en una región francesa: 570 ancianos muertos por coronavirus en residencias”, disponible en https://www.elmundo.es/internacional/2020/04/02/5e8592e0fc6c83d55c8b466b.html

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