jueves 28 marzo 2024

Fracaso Nivel 3 de la farsa revocatoria

por Rafael Hernández Estrada

Que la farsa revocatoria será un fiasco para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador está fuera de duda. La única interrogación que cabe a estas alturas es sobre la dimensión, el tamaño o nivel del fracaso. El operativo de Estado para hacer un acarreo bíblico en la consulta del 10 de abril, será apenas un control de daños para disimular el desaire ciudadano. El desenfrenado activismo de la cúpula gubernamental que se emprendió en las últimas semanas, sin pena de violar una y otra vez la Constitución, busca apenas mitigar lo que se anticipa como un traspiés.

En efecto, la reincidente burla a la Constitución en que incurrió el inquilino de Palacio Nacional (violación calificada en sentencias definitivas e inatacables por los tribunales competentes) pero, sobre todo, el proselitismo tan incontinente como ilegal a que se avocaron los integrantes del gabinete presidencial, las y los gobernadores de Morena y toda la burocracia en las semanas recientes, son esfuerzos a los que no tendría qué recurrir López Obrador si estuviera seguro de obtener buenos números en su soñada consulta. Por el contrario, los pronósticos indican que el sueño de ser ratificado con bombo y platillo se le puede convertir en una pesadilla.

El único escenario triunfante para quien fue ungido por sus aplaudidores como “la encarnación de la nación, la patria y el pueblo” es que en la consulta del 10 de abril participen más de 30.1 millones de electores, que fueron los sufragios con los que resultó electo en las elecciones de 2018. Pero ni el más fanático y optimista de los cuatroteístas cree posible que se alcance, mucho menos que se rebase tal nivel de participación, ni siquiera contando a los que voten contra el mandato del Presidente.

FOTO: ANDREA MURCIA /CUARTOSCURO.COM

A partir de ese dato, se pueden dimensionar tres niveles del fracaso para cuando cierren las casillas de la consulta. El nivel 1 del fracaso será que participen entre 16.1 y 30.1 millones de electores. Este escenario será adverso al gobierno porque toda cifra menor a la votación que obtuvo AMLO en 2018 es deficitaria para la mal llamada 4T, ya que indicará el número de ciudadanos que desde entonces le retiró su apoyo. El que participen 16.1 millones de personas apenas alcanzaría la votación que Morena obtuvo en las elecciones federales del año pasado, la que de por sí implicó una pérdida de 14 millones de votos. Muy difícil es que la farsa revocatoria se acerque a esa cifra.

El nivel 2 del fracaso será que participen entre 11.1 y 16.1 millones de personas. Esto implicará que continúe el decremento del apoyo electoral de AMLO, pues la pérdida rebasará la mitad del que obtuvo en su elección y una nueva reducción de los votos de Morena, aunque tendría el consuelo de que se alcanzó la cifra de las y los ciudadanos que, supuestamente, firmaron la solicitud de la consulta. Aunque es más viable que el Fracaso Nivel 1, el Nivel 2 también se ve cuesta arriba.

El Fracaso Nivel 3 se dará si concurren a las casillas entre 6.5 y 11.1 millones de electores. Este nivel, que es el escenario más posible, será de plano un descalabro porque implica la evaporación de dos tercios del apoyo electoral de AMLO, la pérdida de la mitad de los votos de Morena en la más reciente elección y el que ni siquiera participen en la consulta todos los beneficiarios de programas sociales y los burócratas que fueron forzados a firmar la solicitud de la consulta, bajo amenaza de perder sus apoyos o sus empleos (no se les podría reclamar su abstención a los difuntos, quienes firmaron desde ultratumba).

La farsa revocatoria del 10 de abril está muy alejada de la democracia participativa. No la solicitó la ciudadanía inconforme con el gobierno y está indeleblemente manchada por la violación a la Constitución en que incurrieron los servidores públicos, comenzando por el Presidente de la República. El abstencionismo activo es un derecho ciudadano ante esta burla y los resultados oficiales, que en su momento dará a conocer el INE, ubicarán el nivel del fracaso de la causa lopezobradorista.

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