martes 16 abril 2024

Finanzas públicas sanas, pero PIB enfermo

por Gerardo Flores Ramírez

Ayer difundió la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) las estadísticas oportunas sobre finanzas públicas correspondientes a noviembre. Lo primero que hay que destacar es que sigue presentándose un desempeño negativo en la recaudación del Impuesto sobre la Renta (ISR) y la del Impuesto al Valor Agregado (IVA). El dato de noviembre por sí solo es bastante malo en ambos casos. Al analizar lo recaudado en el período enero-noviembre, también se observa un mal desempeño acumulado, en comparación con el mismo período del 2018. Con relación al pronóstico de los ingresos del gobierno federal que publicó la propia SHCP en enero resulta evidente que los ingresos por concepto de esos impuestos presentan desviaciones importantes.

Tan sólo en noviembre, la recaudación por ISR fue 6.7% menor en términos reales a lo recaudado en noviembre del 2018, mientras que la recaudación por IVA fue 8.5% menor en términos reales. Si tomamos en cuenta que la recaudación de octubre también tuvo un comportamiento negativo similar, no debería sorprendernos que el dato sobre el crecimiento del PIB en el cuarto trimestre se ubique en terrenos negativos nuevamente. Sobretodo si recordamos que, por un lado, el dato del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) para octubre que el Inegi dio a conocer recientemente muestra una caída de 0.5% respecto a octubre del 2018, y por otro que las exportaciones de México no sólo han perdido impulso, sino que en noviembre de este año se ubicaron por debajo de lo exportado en noviembre del 2018, lo que nos indica que el motor de crecimiento que proviene del exterior está dejando de aportar el impulso que inyectaba a la economía mexicana, al mismo tiempo que las importaciones, principalmente las de bienes de capital, siguen cayendo, un signo inequívoco de que vienen aún meses recesivos.

En el agregado, los ingresos tributarios muestran en noviembre un tímido incremento de 0.9 por ciento en términos reales, lo que se explica fundamentalmente por la recaudación vía el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a la gasolina y diésel, que en noviembre se ubicó en 27% en términos reales por encima de lo que se obtuvo por este concepto en noviembre del año pasado. Estrictamente hablando, conforme al pronóstico de ingresos publicado por la SHCP en enero pasado, hay un rezago o desviación en la recaudación de ISR e IVA que suma 114,000 millones de pesos, que casualmente casi se compensan con los 105,000 millones de pesos extra que se han obtenido vía el IEPS a la gasolina y diésel este año frente a lo recaudado en el 2018.

Es de reconocerse que la SHCP mantuvo la disciplina en las finanzas públicas, lo que en gran parte se logró conteniendo el gasto público, lo que a su vez refuerza la idea de que el cuarto trimestre no arrojará resultados positivos en materia de crecimiento económico. Así las cosas, si tomamos en cuenta el desempeño de la economía en los primeros tres trimestres y los signos que se observan para el cuarto, todo indicaría que al cierre del 2019 el PIB podría presentar una tasa de crecimiento de entre -0.9 y -0.4%, lo que sin duda coronará un muy mal año en materia económica para la 4T.


Este artículo fue publicado en El Economista el 31 de diciembre de 2019, agradecemos a Gerardo Flores Ramírez su autorización para publicarlo en nuestra página.

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