viernes 29 marzo 2024

Escándalo en la FIFA: televisión y publicidad

por Fernando Mejía Barquera
Etcétera

Ya se sabe que el futbol es uno de los contenidos más codiciados por las televisoras del mundo y que la publicidad en torno a él -tanto la estática en los estadios, como los spots que se difunden en las transmisiones de los partidos y el marketing que rodea a las estrellas futboleras- genera millones de dólares. Ahora, con el escándalo que involucra a la FIFA -en particular a dos de sus afiliadas, la Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe (Concacaf) y la Confederación Sudamericana (Conmebol)- sabemos hasta dónde pueden llegar algunas empresas y algunos dirigentes del futbol con tal de controlar ese negocio.

Traffic

En el centro del escándalo en la FIFA -que como primer efecto provocó la renuncia de Joseph Blatter a la presidencia de ese organismo- está la empresa Traffic que, como su nombre sugiere, trafica con los derechos de transmisión mediática, así como con los de marketing, correspondientes a los principales torneos de futbol que se desarrollan en el continente americano.

Traffic, fundada en 1980 por José Hawilla, un ex reportero de deportes brasileño, acaparó en el lapso de dos décadas tales derechos. Actualmente posee los derechos para tv abierta y de paga (incluida el pago por evento), así como para transmisión por internet, celular e IP1V -sea por transmisión terrestre, cable o satélite- de la Copa América, el Torneo de clasificación mundialista de la Concacaf, la Copa Libertadores, la Copa Sudamericana, la Copa do Brasil y la North American Soccer League (NASL, una liga alterna a la MLS en EU).

Negocio redondo

También es dueña de los derechos de marketing en la Copa América y la Copa do Brasil. Eso incluye: 1) publicidad electrónica: paneles y pantallas de LED alrededor de la cancha y diversos puntos de los estadios; 2) publicidad estática: anuncios alrededor de la cancha; dentro del terreno de juego durante el intermedio de los partidos; en el túnel de entrada a la cancha; en el “cartel de sustitución” cuando se produce el cambio de un jugador por otro; anuncios en objetos o estructuras inflables; en el cartel y la foto oficiales del torneo; y en los asientos del estadio; 3) merchandising: objetos promocionales o souvenirs, sorteos, etcétera.

Traffic participa prácticamente en todos los negocios relacionados con el futbol: es propietaria, total o parcial, de cartas de jugadores; es agente autorizado por la FIFA para ejercer la representación de jugadores en aspectos como negociación de contratos, asesoría financiera, jurídica y explotación de los derechos de imagen. Regentea a 60 jugadores, distribuidos en diversas ligas de futbol en el mundo. También diseña y administra la imagen de jugadores, entre ellas la del astro brasileño Neymar.

Corrupción y soborno

¿Cómo logró Traffic tener ese lugar privilegiado en el negocio futbolero? Aparentemente por la vía de la corrupción. Recordemos que la FIFA es la propietaria original de los derechos de transmisión sobre competencias internacionales, así como de los derechos de publicidad correspondientes, y los vende a intermediarios, como Traffic, que luego los revenden a televisoras, radiodifusoras u operadoras de nuevos medios y a anunciantes.

Según la investigación realizada por el FBI y radicada en la Corte del Distrito Este de Nueva York, Traffic habría conseguido derechos de transmisión y publicidad mediante el soborno a funcionarios de la FIFA, la Concacaf y la Conmebol en operaciones realizadas dentro de territorio estadunidense a través de la representación de Traffic en Florida (además de Brasil y EU, Traffic tiene representación en Portugal y Holanda).

Sombra de sospecha

En esas operaciones habría existido evasión de impuestos, pagos de dinero no declarados y soborno, entre otros delitos. En el documento emitido por la Corte del Distrito Este de Nueva York, Chttp:Mmages.businessweek.com/bloomberg/pdfs/FIFAindictment.pdf), donde pueden verse los detalles del caso, se lee: “Los acusados Jeffrey Webb, Eduardo Li, Julio Rocha, Costas Takkas, Jack Warner, Eugenio Figueredo, Rafael Esquivel, José María Marín, Nicolás Leoz, Aejandro Burzaco, Aaron Davidson, Hugo Jinkis, Mariano Jinkis y José Margulies conspiraron, unos con otros, para utilizar sus posiciones (algunos en la FIFA, la Concacaf, la Conmebol o en Traffic) con el fin de participar en los esquemas que implican solicitud, oferta, aceptación, pago y recepción de pagos no revelados e ilegales, sobornos y comisiones ilegales (… ) mediante la participación en diversas actividades criminales, incluyendo el fraude, el soborno y el lavado de dinero, en la búsqueda del beneficio personal y comercial”.

El golpe para el negocio mundial del futbol es enorme. La cloaca se destapó en América, pero nada garantiza que en otros continentes la contratación de derechos para la transmisión y la publicidad de torneos futboleros estén libres de corrupción.


Este artículo fue publicado en Milenio el 04 de Junio de 2015, agradecemos a Fernando Mejía Barquera su autorización para publicarlo en nuestra página

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