jueves 25 abril 2024

Es el cliché… periodista! (2)

por Juan Manuel Alegría
Etcétera

Martín Vivaldi, señala que, cuando el periodista recurre a la frase gastada, lo hace por inercia o por pereza expresiva. Recomienda que, cuando falta tiempo, en vez de usar una frase hecha se use una frase simple y directa. En su famoso Curso de redacción, aconseja: “Huya de las frases hechas y lugares comunes. Y no olvide que la metáfora sólo vale cuando añade fuerza expresiva y precisión a lo que se describe”.

Pero no se hace acaso a Vivaldi, porque es común leer:
“Fox rompe el silencio tras la captura de el Chapo'”. (24/02/ 2014).
“Madre de ”El Chapo'” rompe el silencio”. (01/03/ 2014).
Hijos de “El Chapo” Guzmán rompen el silencio. (12/07/ 2015).
“Peña Nieto rompe el silencio sobre fuga de el ‘Chapo’ Guzmán”. (02/03/2015).
Ese cliché lo usan miles de medios: todo el mundo “rompe” el silencio.
¿Por qué nadie puede triturar el silencio?
O, troncharlo, desbaratarlo, resquebrajarlo, quebrarlo, cascarlo, rajarlo, partirlo, fracturarlo, destrozarlo, quebrantarlo, rasgarlo, sajarlo…
“Fulano hiende el silencio”. Serviría para llamar la atención. A un lector mediano le daría curiosidad conocer a qué se refiere ese “hiende”…
Antoine Albalat, al hablar sobre el estilo sentencia: “Si usted escribe como todo el mundo, es inútil que coja la pluma”.
Si antes se usaban los dichos populares para titular un texto, ahora, para que se sepa que el periodista es culto, se recurre a la literatura, como mencionamos en la entrega anterior con el caso de García Márquez y su Crónica de una muerte anunciada.
Así, se titula usando el famoso cuento, de una sola frase, de Augusto Monterroso, incluido del libro La oveja negra y demás fábulas.
“Y cuando despertó el país, el dinosaurio ya estaba otra vez ahí”. Marco A. Flota. Zócalo (08/08 2012).
“Cuando despertó, el militar todavía estaba allí”: Lucas Ospina. La Silla Vacía (“0/02/2014).-
“Y cuando despertó… el Congreso seguía”. Vianey Esquinca. Excélsior (27/04/2014).
Y así cientos. El chiste es despertar y encontrar: la corrupción, muchas veces el PRI, también el Verde, el narco, las redes sociales… últimamente Grecia y hasta Otto Pérez (hace una semana).
El escritor y periodista Álex Grijelmo, en su libro “El estilo del periodista”, afirma que las frases hechas deben ser desterradas, al hacer la corrección, desde la primera lectura. Así como los políticos, que en cada época electoral buscan renovar su catálogo de frases “pegadoras”, por lo cual contratan a expertos, también el periodista debería remozar o refrescar sus locuciones o dichos y modernizar su estilo para titular.
Es cotidiano encontrar, por ejemplo, que escribe un periodista: “así las cosas” o “las autoridades deben tomar cartas en el asunto” o peor: “las autoridades deben ‘de’ tomar cartas en el asunto”.
Un error muy frecuente en los diarios (y en las televisoras) es confundir “debe”, con “debe de”. “Debe”, significa obligación, y “debe de”, duda o suposición.
O algo también muy usado en los últimos tiempos, confunden “al interior de…” con “en el interior de…”
Usan equivocadamente la expresión “al interior de” como equivalente a “dentro de”, sobre todo en lo relacionado con instituciones, tales como gobiernos, partidos políticos o sindicatos.
En el Diccionario Panhispánico de Dudas de la RAE se lee: “Se desaconseja emplear al interior de, en lugar de en el interior de, cuando no está presente la idea de movimiento o dirección”.
Por lo tanto, se puede escribir: “A pesar de las detenciones, persiste la corrupción en el interior de la CNS”.
Y cuando se emplea la idea de dirección se debe escribir. Por ejemplo: “Los amigos del gobernador fueron conducidos al interior de la penitenciaría”.
Con este asunto de la Internet (es “la Internet”, porque se refiere al neologismo para Red de Comunicación Global), se están creando nuevas palabras, sin embargo, en nuestro rico idioma existen otras con el mismo significado; sólo quienes las desconocen no las usan.

Es común leer o escuchar a algunos periodistas que, “los diputados no pueden accesar a… ”

Este anglicismo deriva de to access; pero en español existe el verbo “acceder”, que se usaba correctamente antes de que llegaran las computadoras a México. Por lo que se debe decir: “los diputados no pueden acceder…”. Se debe decir “accedió”, no “acceso”. “Acceder” es el verbo, y “acceso” es un sustantivo de la misma familia.
Otra frasecita muy socorrida por la soberbia del periodista: “al tiempo”. El columnista afirma algo y, como si pensara que el lector puede dudar de lo enunciado, finaliza: “y si no, al tiempo”; es decir, “si no me creen, después me darán la razón”. Claro, cuando eso ocurre, el periodista escribirá: “como lo señalé oportunamente el pasado…”. Pero, cuando se equivoca, no dice nada.
Lo siguiente no es exactamente un cliché, sino un subterfugio para no decir: “publico rumores y chismes”. Para evadir su responsabilidad, se señala algo pero se le echa la culpa a otro: “dicen los que saben”, “dicen los entendidos”. Claro sin citar a esos sabios. Como en un tuit de hace días en que se indicaba que Joaquín López Dóriga no aparecería este lunes en su espacio noticioso debido al pleito con la Aramburuzabala. Como era de El Universal, varios medios cayeron. Era chisme.
Así encontramos también otras frases famosas: “Al más puro estilo priista” (perredista, panista…)”; “Tenemos que decirlo…”; “Le cayó como un balde de agua fría”; “Le salió el tiro por la culata”; “Al pan, pan y al vino, vino”; “en otro orden de ideas”; “A lo largo y ancho del estado (país)”; “Amigos de lo ajeno” “Auténtico hervidero”; “En plena vía pública”; “En todo lo que es”; “en el ojo del huracán” y una que nunca falta: “compartieron el pan y la sal” (aunque coman caviar beluga, langosta y cortes finos).
En la nota roja usan unas frases divertidas: “se encontraron siete casquillos percutidos”. Es obvio que, si dispararon un arma, los casquillos tienen que estar así ¿A qué criminal se le ocurriría dejar casquillos sin percutir? Tendría que sacar a mano el plomo del casquillo para eso.
O se escribe: “el hoy occiso”, cuando el fulano encontrado murió de una pulmonía. Se confunde “occiso” por muerto. Occiso es la persona que falleció de manera violenta.
Otra frase famosa con los reporteros de policía es que el sujeto: “extrajo de entre sus ropas” un puñal o una pistola. El resto del mundo saca su arma, sólo los criminales la “extraen”.
Y así, todos sufren “un duro revés”; o llaman “poderosamente la atención”. Nadie dice “el citado hospital” o la “citada clínica”, sino “el citado nosocomio”; antes de un conflicto o cuando el periodista lo sospecha, siempre hay “una tensa calma”, y los del pleito, están “velando armas”…

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