jueves 28 marzo 2024

Es el avión, pero sobre todo, es el pasado

por Javier Solórzano

Más allá de las especulaciones sobre la venta y la rifa del avión presidencial, queda claro que el Presidente se ha dado cuenta de lo que provoca el tema en la sociedad y entre sus críticos.

López Obrador le da vueltas al tema bajo algo que se interpreta como provocación, distracción y hasta obsesión.

Estamos en medio del pago de una renta por tener un avión parado, y también bajo una serie de vericuetos en que resulta que la rifa del avión, que no es rifa, y además un sorteo por dinero que no es por el avión presidencial, con el cual está claro que no saben qué hacer.

Las hipótesis sobre que la venta del avión sea un distractor es para tomarse en cuenta. Es evidente que en medio de tantos asuntos de primer orden colocar un tema como éste, sin duda, ayuda, pero no se puede perder de vista que estamos ante un asunto que en términos ideológicos y como acto político de López Obrador le resulta de primer importancia.

Se podrá decir es un sinsentido otorgarle tanta relevancia a la venta del avión en medio, insistimos, de una confusa rifa. Sin embargo, para el Presidente si el asunto está en la venta, está más bien en encontrar otros caminos para evidenciar al pasado y mostrarle a la sociedad de lo que eran capaces.

Podría ser que para el mandatario sea más importante mostrar esto en tiempos del PRIAN que la venta misma del avión. La nave es un símbolo del pasado, por ello, el Presidente cada vez que puede dicen “nunca me verán arriba de ella”.

No es casual tampoco que haya anunciado que se van a organizar visitas para que la gente conozca el faraónico avión. Da la impresión que el Presidente hasta se divierte con el tema;  hace poco para evidenciar más las cosas aseguró que el primer ministro de Canadá no lo quiso comprar, “porque es muy lujoso”.

Se ha visto que criticar al PRIANISMO sirve de manera efectista e inmediatista, pero también queda claro que no se puede gobernar bajo esta premisa. El gobierno no puede pasársela seis años señalando al “neoliberalismo” porque el tiempo ya corre en su contra.

El discurso empieza a sonar hueco, porque las exigencias ya están alcanzando al gobierno y al omnipresente Presidente. No se puede gobernar viendo el pasado ni sólo buscando elementos efectistas o distractores. Todo esto ya no alcanza para gobernar, porque se han venido presentando una serie de elementos que en algunos casos ya están confrontando a la sociedad con el gobierno.

La gran popularidad presidencial, planteamos esto como una hipótesis, es la manifestación del pleno apoyo a López Obrador, que refleja quizá una empatía  más hacia su persona y lo que él representa que lo que mucha gente empieza  a pensar sobre su gobierno.

En medio de todo esto, en Palacio Nacional se debe atender las críticas al gobierno, las cuales han venido creciendo y deben ser leídas y atendidas, más allá de filias, fobias, chairos y  “fifís”.

El avión es posiblemente uno de los elementos, de los últimos, que le otorga al gobierno capacidad de maniobra para sostener y difundir su crítica al pasado. Es una especie de emblema en lo que López Obrador ha insistido como dirigente, candidato y hoy Presidente.

Sin duda, está de por medio el dinero en este muy, pero muy, confuso lance. Se trata de deshacerse del avión, pero lo más importante para el Presidente es la evidencia de la corrupción y darle cuerda hasta el final a su crítica al pasado como forma de gobierno.

RESQUICIOS.

George Steiner: “La inhumanidad política de nuestra época ha degradado y embrutecido el lenguaje más allá de todo precedente. Las palabras han sido empleadas para justificar la falsía política, enormes distorsiones de la historia y las bestialidades del Estado totalitario. Es concebible que de esas mentiras y ese salvajismo algo se les haya metido en la médula”.

(Tomado del artículo de Antonio Saborit del imprescindible suplemento El Cultural en La Razón).


Este artículo fue publicado en La Razón el 10 de febrero de 2020, agradecemos a Javier Solórzano su autorización para publicarlo en nuestra página.

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