viernes 29 marzo 2024

Entre los “hamburgueses” y el pan

por Arouet

etcétera

Yo no me “hamburgueso”. Ni siquiera con las hojaldras de la 4T que hacen la concha u ojo de pancha frente a los disparates de su líder. No soy fifí ni me pongo mis moños, el ojo de buey es quien descalifica al otro por pensar distinto, en todo caso quisiera jalarles las orejas y hacerlos llorar como la Chilindrina pero porque se sienten el ombligo del mundo.

AMLO sí tiene corazón de piedra, al menos con quienes sufren la violencia, porque a Joaquín Guzmán le manda besos y palomas de la paz. Estoy seguro, eso debería ser una banderilla o un ladrillo en el alma de sus seguidores, pero ellos están dispuestos hasta a dar la dona y hacer polvorón su dignidad.

Prefiero un buen bizcocho a “hamburguesarme” pero, por favor, no me malentiendan, no me refiero a aquella sacrosanta parte de todos mis anhelos sino al que también hay que remojar con leche así como las trenzas y el panqué. Tan no me “hamburgueso” que le doy gracias a España por legarnos su tradición de pan y sus variedades entre calzones, bigotes y cocoles, y hasta cuernos para los despistados.

El presidente López Obrador no sólo es un ignorante hasta para llamar burgueses a quienes con pleno derecho quienes vivir así, sino que le falta barrio, sus discursos son cada vez más churros y a veces hasta con cajeta, sí, los cajetea bien y bonito. Pero bueno, que él y todos sus feligreses, que con su pan se lo coman.

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