jueves 28 marzo 2024

El video de respuesta de Peña Nieto a Donald Trump

por Luis Antonio García Chávez

El día de ayer escribía en este mismo espacio sobre las medidas adoptadas por Donald Trump una vez que el Congreso no le autorizó los recursos solicitados para construir el muro fronterizo, decidiendo enviar a la Guardia Nacional como un muro humano para “frenar a la migración” en su frontera sur.

También mencioné que la estrategia tenía tintes electorales, buscando demostrar a sus votantes que, a pesar de no tener las posibilidades materiales de cumplir la instalación del muro fronterizo, veía otros mecanismos de avanzar en su política xenofóbica y de expresión.

Cuestioné la ausencia de una respuesta oficial por parte del Presidente Enrique Peña Nieto y la actitud genuflexa, casi de empleado del yerno de Trump, del aprendiz de canciller, Luis Videgaray. Tuve cuidado en mencionar en mi colaboración de ayer que, al momento de redactarla, Peña Nieto no se había pronunciado. Pues bien, unas horas después lo hizo y debo dar, en honor a la verdad, algunas puntualizaciones.

1. Me parecen cinco minutos brillantes en medio de uno de los peores sexenios que hemos conocido los mexicanos. Creo que, como se requería, el presidente respondió en representación de todos los mexicanos, sin caer en balandronadas de cantina para responder a Trump, pero con una dignidad encomiable que debió haber sido parte de todo su sexenio, pero que hoy hay que valorar y solicitar que sea la marca que se mantenga al menos al final de su administración.

2. En una primera parte de su video, el presidente reivindicó el papel de México como aliado estratégico de los Estados Unidos y en la disposición que ha tenido el país para construir siempre una agenda de coordinación en beneficio de ambas naciones. Es importante, a mi entender, dejar muy claro a los Estados Unidos y, en particular, a Donald Trump, la importancia de la relación bilateral para ambos actores. Es decir, México no es un protectorado norteamericano, la relación trae beneficios mutuos e incluso me atrevería a decir que los beneficios han sido superiores para ellos que para nosotros.

3. Posteriormente en el video cita a los cuatro candidatos a sucederlo en el cargo. Desde mi punto de vista una genialidad. De esta forma hace un llamado de inclusión en medio de la contienda y se pone, como debería hacerlo siempre, como Presidente de todos los mexicanos y no sólo de su partido político, reconociendo en los que hoy son sus adversarios electorales, así como en su delfín, a la representación política de la pluralidad institucional de México. Eso da sentido de unidad y pertenencia y nos pone como un bloque ante estas agresiones externas.

4. Resulta duro, sin ser vulgar, cuando recalca a Donald Trump que “Si sus recientes declaraciones derivan de una frustración por asuntos de política interna, de sus leyes o de su Congreso, diríjase a ellos, no a los mexicanos. No vamos a permitir que la retórica negativa defina nuestras acciones”. Frase dura y de altura que retoma la valoración de la propia prensa estadounidense sobre las motivaciones de Trump para mandar a la Guardia Nacional a la frontera sur de aquel país. Sin lugar a dudas se enfrenta con dignidad a quien pretende agraviar a la nación que, nos guste o no, Peña Nieto hoy representa.

5. Finalmente cierra con un mensaje de unidad donde muestra a México como una sola fuerza ante la agresión exterior. Insisto, los cinco minutos más valiosos de su sexenio.
He leído plumas a las que mucho respeto cuestionando lo tardío de la respuesta o que podría haber sido más profunda. Algunos otros llamando a acciones diplomáticas más severas o a medidas de respuesta más contundentes.

Los respeto sin duda, no comparto el regateo. Seguramente la respuesta fue tardía para muchos, pero después de ver su contundencia creo que fue mejor. Es decir, vale más una respuesta planificada, en donde queda claro que se sopeso con mucha precisión el peso de todas y cada una de las palabras y frases enunciadas que una respuesta aventurada.
Es importante entender tres cuestiones fundamentales. Primero el peso innegable que tiene para México nuestra relación con el gobierno de los Estados Unidos, segundo el papel que tienen los norteamericanos como la principal potencia mundial en la actualidad y tercero, el tipo que ocupa la Casa Blanca, quien responde de inmediato, con las vísceras y sin la menor consideración política o intelectual.

Un discurso menos cuidado podía ser o sometimiento o provocación, en cualquiera de los dos casos, riesgoso para México. Prefiero mil veces a Peña respondiendo como estadista, aunque se haya tomado tiempo, que a Andrés Manuel llamando a hacer una cadena humana de este lado en respuesta a la Guardia Nacional, habrase visto tal monumento a la estupidez y exposición de la gente en caso de realizarse.

Sé también que para muchos tal vez no fue lo contundente que debía ser. Cualquier planteamiento que analicemos podemos agregar o quitar cosas. Quienes hacemos política y/o análisis político difícilmente estamos de acuerdo al cien por ciento con un pronunciamiento, incluso si nosotros lo redactamos. Siempre a la luz de la revisión encontramos cosas que, a nuestro criterio, faltan o sobran. Así que no polemizaré al respecto. Sólo diré que fue sobrio, pensado, sensato, firme, digno, no provocador, unitario e incluyente.

Muchísimas cosas más de lo que la historia reciente hubiera dejado que cualquiera de nosotros esperara en una respuesta de la Presidencia de la República.

He sido adversario político del PRI desde que tengo memoria política. De Peña Nieto desde que fue candidato al gobierno del Estado de México, después su paso como gobernador, candidato y, finalmente, presidente. No dejaré de serlo por un video de cinco minutos, pero me parecería mezquino y poco ético no tener el mismo espíritu con que ayer escribí líneas críticas para hoy escribir un reconocimiento al acierto. En México nos hace falta mucho eso. Se llama cultura democrática.

Lo que viene es estar preparados para una posible respuesta con el hígado por parte de Donald Trump. Ante ello, debemos hacer efectiva esa unidad nacional que propugnamos, más allá de nuestras diferencias naturales.

Por otro lado, debemos exigir al gobierno consistencia. No olvidar que Peña Nieto y Videgaray invitaron al Trump candidato y con ello le ayudaron a estar hoy desde la posición en que nos agrede, no olvidar tampoco muchos momentos penosos de sometimiento y falta de dignidad. Así que, sin escatimar lo hecho ayer, sí tenemos motivos fundados para exigir que no sea flor de un día y que se mantenga como una política firme, al menos para el final de su administración.

Sé que sería mucho pedir, pero creo que Videgaray debiera dejar la cancillería, trabaja para el yerno de Trump y el mismo reconoció que llegaba a ese espacio a aprender. En uno de los momentos más difíciles para la diplomacia mexicana no necesitamos aprendices. No nos sirven.

Seguiremos viendo con atención cómo evolucionan los acontecimientos, pero ayer México, en voz de nuestro representante, se plantó ante la comunidad internacional para decir al inquilino de la Casa Blanca que, de este lado de la frontera, no hay un pueblo al que se pueda pasar por encima. Es momento de demostrarlo todos.

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