Agustín Basave debe creer más en sí mismo como conductor de nuestro único partido de izquierda capaz de construir instituciones y ampliar el régimen de derechos y libertades desde esa corriente política.
Pero se conduce como un tertuliano maravilloso para hablar de política en una cafebrería: ayer se comportó así en la entrevista con El Universal, al asegurar que “el PRD está abierto a ir con el PAN en 2018, pero con un candidato externo”.
Olvidó que es el líder de todos sus correligionarios y, de un plumazo, descartó de la candidatura presidencial a los tres gobernadores perredistas: Silvano Aureoles (Michoacán), Graco Ramírez (Morelos) y Gabino Cué (Oaxaca).
Sacarlos del juego es impropio del dirigente nacional de un partido, que debe aglutinar con autoridad y capacidad de convocatoria. Si el PRD está desdibujado, esta eliminación tempranera de sus tres gobernadores lo difumina más.
Sin embargo, Basave siempre es ilustrativo, como en su respuesta a la pregunta sobre cómo sacar al PRI de Los Pinos en 2018, y responde que con una alianza “con la izquierda o el PAN”:
“El PRI tiene el voto duro más grande, más o menos 27%; si tu 73% restante lo partes en pedacitos, lo divides en seis pedazos, por ejemplo —o más, siete u ocho—, pues entonces el PRI gana con veintitantos por ciento de quienes vayan a las urnas. Estoy hablando de un porcentaje mínimo de la población, con eso pueden ganar”.
Se lee muy bien, pero sus cuentas recuerdan al técnico de futbol que, antes del partido dice a sus jugadores: “Tú pasas el balón a él; él a éste; y éste a éste; y aquél mete el gol. Y entonces un jugador le pregunta: oiga, entrenador, ¿ya usted acordó esto con el otro equipo?”
Es evidente que al hablar de “un candidato externo”, Basave deja fuera a su socio panista Ricardo Anaya, y se refiere a Miguel Mancera, quien no es militante de partido alguno y es buena opción: tiene alrededor del 10 por ciento de los votos en casi todas las encuestas.
Es cierto que quienes más tienen registran 30 por ciento. Sin embargo, el Jefe de Gobierno no vive ahora su mejor momento, tras tomar decisiones impostergables, aunque impopulares como el Hoy No Circula reforzado, pero volverá a crecer.
Pero si su candidato es Mancera ¿por qué el guiño a AMLO?: “Yo con Andrés Manuel he tenido una relación respetuosa, si revisas no vas a encontrar una declaración mía atacándolo, ni vas a encontrar una de él atacándome, ése es un dato interesante”.
Sólo se entiende en la idea de que Basave se siente todavía tertuliano y no político profesional, lo cual le hace un gran daño:
Se llama agotamiento del discurso.
Este artículo fue publicado en La Razón el 29 de Abril de 2016, agradecemos a Rubén Cortés su autorización para publicarlo en nuestra página
