jueves 28 marzo 2024

El pillo Moreira. ¡El tiempo puso a todos en su sitio,

por Ricardo Alemán

A nadie importó indagar a fondo el cochinero de Humberto Moreira en Coahuila, en 2011, porque el escándalo fue usado con fines político-electorales


En el Itinerario Político del 4 de noviembre de 2011 —entonces publicado en Excélsior—, formulamos dos preguntas sobre la crisis que vivía el entonces jefe nacional del PRI.


"¿Quién hizo presidente del PRI a Humberto Moreira, a pesar del cochinero en su gobierno?" y "¿Solaparán los del PRI, PAN y PRD las corruptelas de Moreira?".


Al final de la entrega de ese 4 de noviembre concluimos lo siguiente: "En realidad, a pocos políticos les importa una investigación a fondo contra el cochinero del gobierno de Coahuila, como tampoco les importa lo que pase en Guanajuato, Jalisco, Yucatán, Oaxaca… Lo cierto es que la clase política mexicana utiliza la justicia, la transparencia y la lucha contra la corrupción sólo con fines políticos. Y los ejemplos sobran. Al tiempo".


Y, en efecto, a nadie importó indagar a fondo el cochinero de Moreira porque el escándalo fue usado con fines político-electorales.


El PRI echó de sus filas a Moreira, el gobierno de Peña lo excluyó por completo; el PAN, PRD y Morena olvidaron el caso, mientras bandas criminales mataron al primogénito de Moreira. El colmo es que Rubén Moreira, gobernador de Coahuila y hermano de Humberto, no lo toca ni con el pétalo de una rosa, a pesar del escandaloso desfalco.


Hoy Moreira está en prisión y la clase política mexicana voltea para otro lado, mientras los gobiernos de Estados Unidos y España no van por Moreira, sino por su dinero. La cloaca de la justicia global.


Lo simpático del caso es que casi cinco años después se cumplió de manera puntual lo que aquí dijimos. ¿Por qué no le importó a toda la clase política el escándalo de corrupción de Moreira?


"Porque la inmoral y grosera deuda que contrajo el gobierno de Moreira —a costillas de los ciudadanos—, en realidad sólo fue un pretexto con fines político-electorales para combatir al PRI y a su más aventajado presidenciable, Enrique Peña Nieto. Es decir, una vez tumbado Humberto Moreira, a muy pocos les va a interesar seguir con ese escándalo y llevarlo ante la justicia, hasta sus últimas consecuencias. Y si tienen dudas, van las evidencias".


"¿Se acuerdan quién detonó el escándalo de la deuda de Coahuila y el inmoral enriquecimiento de los Moreira? En efecto, en sus tiempos de secretario de Hacienda, Ernesto Cordero dio la voz de alerta, en tanto que el PAN se encargó de llevar el escándalo a los titulares periodísticos…


"Lo curioso es que el propio Ernesto Cordero se dio cuenta del cochinero de Coahuila, sólo hasta días antes de que abandonara su gestión, para convenirse en precandidato presidencial del PAN. ¿Qué quiere decir lo anterior?


"Pues sí, que entre la republicana clase política mexicana —sea del PAN, PRD o PRI— los gobernantes suelen aplicar a rajatabla la máxima juarista de "a los amigos, justicia y gracia, a los enemigos, justicia a secas". ¿De qué estamos hablando?


"De que la justicia, la persecución de la transa y todo el peso de la ley legal y mediática, se mueven a partir de la conveniencia política de quien tiene la ley en sus manos… ¿Por qué, por ejemplo, Ernesto Cordero no denunció ese cochinero desde el momento en que llegó como titular a la SHCP?


"Todos coludos y todos cochinos. Está claro que Cordero sólo sacó los expedientes sucios de Coahuila porque son expedientes cuya renta político-electoral no sólo serviría para tumbar al líder del PRI, sino que seguramente le daría al PAN y a Cordero una considerable renta electoral"


El tiempo, implacable puso a todos en su sitio. Al tiempo.


EN EL CAMINO. Colima, se pudrió de nuevo.



Este artículo fue publicado en El Universal el 18 de Enero de 2016, agradecemos a Ricardo Alemán su autorización para publicarlo en nuestra página

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