martes 16 abril 2024

El izquierdismo de Layda Sansores y la desmemoria de John Ackerman

por Angélica Recillas

“¡Muchas felicidades a @LaydaSansores y @ClaraBrugadaM por sus nombramientos como coordinadoras en Álvaro Obregón e Iztapalapa! Dos mujeres valientes, dignas y de izquierda que enarbolan de manera ejemplar los principios y propósitos de Morena. #Venceremos”, dice un tuit publicado por John Ackerman el miércoles 20 de diciembre.

Un mensaje tan corto dice mucho de ciertas costumbres de quienes hacen política en México, en los partidos y en los medios de comunicación:

El uso de eufemismos: Con tal de no llamar a las cosas por su nombre, se intenta disfrazar la realidad con terminologías tramposas sacadas de la manga. Las damas en cuestión no son “coordinadoras” sino candidatas con todas sus letras, o en todo caso, precandidatas, si se quieren guardar un poco las formas con el calendario electoral.

La pleitesía: En un afán de presentarlos como impolutos, casi un dechado de perfección, se abusa de la retórica y de los adjetivos elogiosos hacia los compañeros de causa.

La desmemoria: Va en paquete con el autoengaño y consiste en pretender tender un velo sobre la biografía de los personajes que hoy se nos quieren vender jactanciosamente como “de izquierda”. A John Ackerman le haría muy bien echar un vistazo en las hemerotecas para curarse un poco su amnesia.

El 17 de mayo de 2000, el reportero Alejandro Lelo de Larrea, escribió para El Universal, una crónica muy reveladora sobre el “izquierdismo” de la señora Sansores. Aquí un fragmento:

“Con amplia sonrisa se mostraba Layda Sansores al lado de Fox, después de su renuncia como perredista. La senadora Layda Sansores San Román renunció al PRD para unirse a la Alianza para el Cambio que apoya a Vicente Fox Quesada.

Y como aquel 9 de diciembre de 1996, cuando anunció al lado de Andrés Manuel López Obrador su renuncia al PRI, después de 30 años de militancia, Layda Sansores no cabía de gozo. De pie estaba junto a Vicente Fox en la casa de campaña presidencial de Alianza por el Cambio. Lucía una amplia sonrisa.

“He decidido subordinar mis intereses personales al ideal superior de la democracia”, señaló

Nacida en Campeche, hija del exlíder nacional del PRI y exgobernador de aquella entidad, Carlos Sansores, Layda dijo con encono: “En el marco del Movimiento de Unidad Nacional, me inscribo en las filas de quienes han tomado la decisión de apoyar a Vicente Fox como el candidato de la transición”.

Atrás quedó el apoyo del PRI en 1994 para que Layda alcanzara un escaño en el Senado. También el respaldo del PRD en 1997, como candidata a la gubernatura de Campeche.

Pragmática, la expriista y desde ayer experredista enfatizó: “El momento histórico nos obliga a dejar a un lado filiaciones políticas e ideológicas. Las preferencias electorales se han polarizado”. Y vaticinó que sólo Vicente Fox y Francisco Labastida tienen posibilidades de triunfo.

Para Layda Sansores, Cuauhtémoc Cárdenas ocupa un lugar en la historia de México pero “hoy no garantiza ni en la forma ni el fondo la transición. Cárdenas no significa para la gran mayoría de los mexicanos el líder que conduzca el cambio”.

Fox le dio la bienvenida a la campechana, a los otros experredistas y el petista que se unieron a su campaña”.

Si después de checar esta pieza, alguien de veras queda convencido de que Layda Sansores es digna representante de la izquierda, la conclusión es más que triste: esta corriente de pensamiento, muy respetable y necesaria en nuestro país, está huérfana en el espectro partidista, donde se desplaza a quienes de verdad la representan por oportunistas que son parte de ese perverso sistema político al que se quiere combatir. Gatopardismo, para acabar pronto.

 

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