viernes 29 marzo 2024

El dracma griego

por José Yuste
Etcétera

Grecia podría regresar a su anterior moneda, el dracma, sustituida en 2002 por el euro.

La sola posibilidad ha puesto a temblar a la moneda común de la eurozona y a los mercados financieros. Una consecuencia de la crisis griega, a escala global, ha sido el debilitamiento del euro y el fortalecimiento del dólar. Pasando a escala local, ello se ha traducido en una depreciación de nuestra moneda, que ayer llegó a cotizarse a 16 pesos por dólar.

PAGO DE ADEUDOS Y PLAN DE AUSTERIDAD

El primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, niega que su país vaya a dejar el euro. Pero el incumplimiento de pagos de mil 600 millones de euros al FMI el día de hoy, y el posible incumplimiento de tres mil 500 millones de euros al Banco Central Europeo para el 20 de julio, complican la situación.

El tema es delicado. Los acreedores, representados por la Troika (Banco Central Europeo, FMI y la Comisión Europea), han exigido a Grecia el pago de sus adeudos después de los rescates financieros.

Grecia, para poder pagar, tendría que cumplir un plan de ajuste, de austeridad, para obtener mayores ingresos y reducir gastos. Dicho plan significa mayores impuestos, sobre todo alza en el impuesto al consumo, como es el IVA, y ajustes en los planes de pensiones: solicitando mayor edad para jubilarse.

Este plan de ajuste para poder pagar a los acreedores estará dentro de un referéndum el próximo fin de semana.

Es muy posible que, en el referéndum, la población griega diga que no al programa de ajuste y, entonces, Grecia caería en incumplimiento de pagos.

CORRALITO Y CONTROL DE CAPITALES

El problema económico de Grecia para economistas que son premio Nobel, como Paul Krugman y Joseph Stiglitz, es sencillo: el plan de ajuste implica un nivel tal de austeridad que la población lo rechaza.

El plan de ajuste trae un costo social y político muy elevado. Señalan que lo mejor sería encontrar un plan creíble de responsabilidad financiera por parte de Grecia, pero sin políticas draconianas sobre la población al ajustar el gasto.

Mientras tanto, ya iniciaron las primeras consecuencias de una posible salida de Grecia del euro (y un alejado regreso a la moneda anterior, el dracma). Atenas ya inició un corralito: limitando la salida de dinero de los bancos a tan sólo 60 euros diarios (y que se hace a través de cajeros automáticos). De igual manera, limitó la salida de capitales, evitando compras y gastos de griegos en el extranjero.

El control de capitales y el corralito son el principio de un problema financiero fuerte. Si Grecia quisiera regresar al dracma, el plan parece tortuoso: sería una moneda sin respaldo financiero. Pocos, si no es que casi nadie, la querría.

El dracma no tendría credibilidad. El sistema financiero griego podría quebrar con problemas para el ahorro y la inversión. La recesión se quedaría aún más tiempo. Pero la salida, de seguir en el euro, como están las cosas, también sale costosa.

TELMEX, DESAGREGACIÓN DE LA RED APROBADA

El viernes, el pleno del Instituto Federal de Telecomunicaciones aprobó la desagregación de la red local de Telmex.

En otras palabras, sería el inicio para que otras empresas puedan utilizar la red que llega a casas y oficinas de Telmex, y así les evitarían la creación de redes nacionales, que son financieramente inviables. La desagregación de la red fue aprobada con varios puntos en consenso.

Telmex tendrá hasta fin de año para poder tener lista su oferta de tarifas para las demás compañías que quieran utilizar su red. En caso de desavenencia, el IFT podrá entrar a revisar el caso.

Telmex es considerado agente económico preponderante en telecomunicaciones y la desagregación del bucle local o red local era un tema esperado por la industria.

Tanto cableras como telefónicas habían solicitado la desagregación de la red para poder desplegar sus distintos servicios utilizando la última milla, es decir, el acceso a las casas o empresas. El IFT va resolviendo los temas.


Este artículo fue publicado en Excélsior el 30 de Junio de 2015, agradecemos a José Yuste su autorización para publicarlo en nuestra página

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