jueves 28 marzo 2024

El debate de 1994

por Rubén Aguilar Valenzuela

El de ayer fue el séptimo debate de la historia de México. El primero se celebró en 1994, el segundo en el 2000, el tercero y cuarto en el 2006, el quinto y sexto en el 2012 y en el 2018 habrá otros dos más, que van a ser el octavo y el noveno.

A propósito del debate del domingo pasado, quiero recordar y hacer un homenaje a Adolfo Aguilar Zínser (1949-2005) que murió de manera absurda en un accidente carretero en Tepoztlán, Morelos. Tenía apenas 55 años. Era un hombre inteligente, brillante y de un profundo humor negro.

En el debate presidencial de 1994, participaron los candidatos que encabezaban las encuestas: Ernesto Zedillo (PRI), Diego Fernández de Cevallos (PAN) y Cuauhtémoc Cárdenas (PRD). En esa ocasión, Adolfo y yo preparamos al ingeniero.

Los dos éramos parte del equipo de campaña de Cárdenas, que coordinaba Jesús Ortega. Adolfo era el portavoz de la campaña y yo el responsable de comunicación junto con Andrea Dabrowski y Fritz Glockner.

En México, no había ninguna experiencia en ese tipo de eventos y los dos leímos sobre los debates en Estados Unidos y vimos videos de los mismos, para diseñar la estrategia y tener elementos para proponer a nuestro candidato.

En los dos o tres entrenamientos que hicimos con cámaras de televisión, Adolfo hacía el papel de Zedillo y yo el de Fernández de Cevallos. Recuerdo esos momentos con emoción y como una gran experiencia.

Ese primer debate se celebró el 12 de mayo de 1994 en el Museo Tecnológico de la CFE en la Ciudad de México. En ese mismo lugar, se instaló un espacio para que estuvieran los familiares y los equipos de campaña de cada candidato. Recuerdo que uno de los asesores de Fernández de Cevallos era Bernardo Ávalos.

El debate se transmitió en el horario estelar de la televisión. El rating fue de 35 puntos que equivale a 34 millones de televidentes. Es hasta ahora el más visto. El más cercano ha sido el segundo debate del 2012 con 23.5 puntos de rating.

Después del primer debate, los televidentes y los analistas coincidieron en que el triunfador, con gran ventaja, había sido Fernández de Cevallos. A partir de ese evento se le daba como ganador de la elección. Al final fue Zedillo.

El formato de aquel debate fue rígido y poco atractivo. La moderadora, Mayté Noriega, sólo se limitó a dar la palabra a cada candidato. Éstos usaron el tiempo asignado para criticar a sus adversarios o hacer sus propuestas.

Al día siguiente del debate, conscientes de que no había sido bueno para nosotros, nos trasladamos a San Cristóbal de las Casas, al otro día el ingeniero Cárdenas se reunió con el comandante Marcos en la zona zapatista.

Cuando se recuerda la vida de Adolfo, está pendiente su biografía, no deja de sorprender. Académico, escritor, articulista, diputado, senador, representante de México ante Naciones Unidas y en el Consejo de Seguridad de la ONU.

En la campaña de Vicente Fox fue, junto con Jorge Castañeda, clave en la promoción del voto útil que llevó al candidato panista a la Presidencia de la República. Si estuviera vivo, estoy seguro que estaría en el equipo de campaña de la coalición PAN-PRD-MC. Se le extraña.


Este artículo fue publicado en El Economista el 22 de abril de 2018, agradecemos a Rubén Aguilar Valenzuela su autorización para publicarlo en nuestra página.

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