viernes 19 abril 2024

El auto-informe

por Carlos Estrada

A Valentín Campa, Arnoldo Martínez Verdugo, Heberto Castillo y Gerardo Unzueta, In Memoriam

El fin de semana del 31 de agosto y 1 de septiembre, sucedieron dos acontecimientos que, sin exagerar, van a definir la vida político-electoral del país para los próximos 5 años.

El primero, se dio con la realización del Pleno del XVI Congreso Nacional Extraordinario del Partido de la Revolución Democrática, en el cuál, se informó de las acciones que se han realizado en el proceso de reconstrucción del partido, en el que se logró afiliar y refrendar la militancia a más de un millón 300 mil ciudadanas y ciudadanos en todo el país, hecho que rebasa por mucho las expectativas que teníamos.

Tan solo el 24 de agosto anterior, se había llevado a cabo su primera Asamblea Nacional de FUTURO 21, una plataforma que es conformada por el PRD, Organizaciones de la Sociedad Civil y Agrupaciones Políticas que habían expresado su intención de convertirse en partidos; así como varios, muchos actores de diversos orígenes político-ideológicos que convocaron desde el 23 de junio a la conformación de una fuerza superior, con una agenda programática siempre en miras del progreso y el avance, aún más, actores políticos que se han sumado, que se seguirán sumando en el camino y más, haciendo crecer de manera exponencial este gran bloque.

El PRD sigue siendo igual que en sus orígenes con el PSUM, PMT, PMS, el origen de los avances democráticos, progresivos en beneficio del país, sigue siendo hasta hoy la vena abierta del progreso y de los avances, para los agentes del régimen, autodenominado la “Cuarta Transformación”, los que antes se mofaban o de plano ni una mención hacían en sus análisis sesudos, los que tuvieron una reacción bastante furibunda, espumosa, rabiosa, y echaron a andar todo el aparato de gobierno e ideológico-partidista para denostar y atacar, pero en particular, tratar de herir en lo individual a varios actores que consideramos que aún tiene futuro, aun así pese al ataque, la construcción de una ruta que sirva para salvar al país tan lastimado por el aparato de gobierno, cegado ante una realidad, en donde en una democracia sana la oposición es necesaria y hasta enriquecedora.

Ahí se desató la andanada, que mostró a los seguidores del presidente Andrés Manuel López Obrador con todas sus fauces, pero también exhibió el gran temor de quien sabe que la victoria de nuestro proyecto es inversamente proporcional a los errores que se están cometiendo en el pésimo manejo de un país que está a la deriva. Y es que, luego de una semana de odio, el PRD en su proceso de depuración y fortalecimiento, no sólo demostró que no es un partido “muerto”, sino que “goza de salud” y todos los vaticinios del régimen, e incluso de uno que otro despistado aliado o interno, vuelve a recobrar poco a poco, desde abajo y con las verdaderas bases, la confianza que una vez se tuvo y nos retiraron por errores cometidos principalmente por ex miembros que ahora, vaya paradoja, están en MORENA o son sus aliados.

En el colmo de su campaña de desprestigio desde el Estado, los agoreros de la 4T, parecían ¡los grandes defensores del PRD!, que pugnaban para que, según ellos, no desapareciera el partido cediéndole el registro a Plataforma FUTURO 21.

Nada más hipócrita y falso. El PRD no ha planteado su desaparición, sino su renovación. Las elecciones del 2018, también fueron un mandato de nuestra militancia y nuestros votantes, para que el PRD cambie y modifique muchas de las prácticas que le hicieron daño, que provocaron se mudaran a MORENA, por supuestas ideologías o mezquinos salarios; el clientelismo, la falta de legalidad interna, el alejamiento de las bases, los acuerdos y decisiones cupulares y de caudillo, la falta de formación de cuadros, el desconocimiento de las luchas sociales y sectoriales, en resumen, el PRD dejó de ser de vanguardia, dejó de servirle a la sociedad volviéndose un botín de unos cuantos o incluso el partido de un solo hombre, el Tlatoani que decidía todo, el César que daba vida o muerte política según su parecer. Es cómico ver cómo muchos dirigentes de MORENA han dicho que, en su disputa encarnizada por el control de los recursos de su partido, no quieren “perredizarse”, como si fuera el instituto el que falló, cuando fueron personas, actores los que se corrompieron con sus prácticas, oh casualidad, son ellos mismos los que ahora se dicen puros e inmaculados. MORENA no se va a “perredizar”, MORENA se “bejaranizó”, peor aún ya se “salinizó”.

El segundo acontecimiento, sin meternos en discusiones estériles de qué número le corresponda, aunque constitucionalmente sea el Primero, es el Informe Presidencial que presentó, a la usanza Peñanietista en Palacio Nacional, López Obrador.

Violando tajantemente el artículo 69 Constitucional, el Presidente-Caudillo, presentó un auto-informe que, más fue una proclama político-ideológica, llena de frases que ya ha repetido hasta el cansancio, cifras no verificables, cifras irreales, y muchos, pero muchos elogios en los que se ve a sí mismo como salvador de la patria, se autocalifica como incorruptible, honesto, con autoridad moral, cumplidor, veraz, hombre de palabra, etc. Lo mismo de siempre, nada nuevo para quienes situaron sus esperanzas en una vida mejor, Lo mismo de siempre, nada nuevo para quienes consideramos y afirmamos que en vez de ir caminando hacia un horizonte de un cambio y transformación, tendríamos este desastroso e irrisorio estado.

Y en ese tenor, algo que no sorprendió porque ya lo ha hecho en sus mini informes mañaneros (abuso de los medios, clásico de un tirano) fue nuevamente la descalificación a lo que él denomina “sus adversarios”, olvidando que él, por dieciocho años fue adversario, sin respeto a la oposición, dejando por mucho de observar que siempre es necesario quien piensa diferente si esta se utiliza para hacer más grande el pensamiento crítico y de acción.

DE DERROTAS Y VICTORIAS

Mientras se llevaba a cabo la marcha contra el presidencialismo convocada por FUTURO 21 y muchos colectivos de la sociedad civil que interactúan sobre todo en las redes sociales y exigían respeto al estado de derecho, el 1 de septiembre, el primer mandatario de la nación, expresó una frase que lo pinta tal cual: “Lo digo con respeto, no quiero que se entienda como un acto de prepotencia o de burla: están moralmente derrotados…”.

López Obrador se ha caracterizado a lo largo de su vida política, acaso también en la personal, de ser un hombre con intenciones muy determinadas. Él le llama “un hombre de palabra”, sus críticos le llaman “necedad, terquedad”.

Siendo un animal político, como persona no está exento de pasiones profundas y de sus elementos tanto positivos como negativos, Andrés Manuel, hay que decirlo con toda claridad, es un hombre de rencores, de venganzas, de mucho resentimiento.

¿Por qué el gran odio de AMLO y de sus seguidores más aferrados contra lo que ellos consideran los enemigos de la 4T, pero sobre todo contra el PRD?

Es obvio que a AMLO le afectó mucho emocional y psicológicamente la derrota de 2006 y en menor medida la de 2012. Nunca lo ha superado y no lo hará. Sin embargo, siendo honestos, muchos de los que en esos episodios también dimos parte de nuestra vida y arriesgamos la integridad personal por defender la causa obradorista y que no lo seguimos después que decidió separarse del partido del que fue presidente, jefe de gobierno y dos veces candidato presidencial, somos vistos por él como traidores. Y muchos, muchísimos que fueron parte del régimen al que ellos denominan “prianista” se incorporaron a las filas de la 4T, a pesar de haber participado, desde Manuel Bartlett hasta Germán Martínez, en sospechas de fraude contra el movimiento democrático. La única condición: si apoyas a López Obrador, no cuestiones, no critiques, no seas más que él, aunque seas sospechoso de cualquier cosa considerada ilegal.

Pero, ¿quiénes serían los verdaderos destinatarios de tal sentencia?

A todas luces no es lo mismo derrota política que derrota moral. La moral es un término muy subjetivo, que siempre quien lo emite ya ha hecho toda una valorización de su entorno y de su visión del mundo. Lo que es moral para unos es inmoral para otros.

En la izquierda, tratamos de evitar el término moral y preferimos referirnos a la “Ética”. Un término más aceptado por estar más lejos de la religiosidad y cercano a la filosofía, aunque ambos términos contienen definiciones de valores en los cuales todos podemos estar o no de acuerdo.

FOTO: PRESIDENCIA /CUARTOSCURO.COM

¡Pero calificarse a sí mismo como honesto, veraz, incorruptible! Eso, en términos de izquierda, no es ético. Como tampoco lo es mofarse de sus adversarios, endilgar apodos, generar burlas, división, insultos, encono. AMLO no es de izquierda.

 Además, en su auto-informe francamente mintió:

-Es claro que no se está viviendo un cambio de régimen, continúa y con más agresividad el presidencialismo autoritario.

-No es un hecho que esté separado el poder económico y el político; la presencia de Slim en sus mini informes mañaneros lo dicen todo.

-No hay un tránsito hacia una verdadera democracia, en Baja California aplicaron la Ley de Herodes.

-No existe un auténtico Estado de derecho.

-No es cierto que no se entromete en decisiones de órganos autónomos, ha estado minando instituciones que la sociedad y el PRD lucho por que existieran y perfeccionarlas, como la autonomía del Banco de México, un Instituto Electoral Autónomo, la Comisión de Derechos Humanos etc.

-El gobierno federal no está defendiendo a los connacionales que viven en EEUU, los ha dejado en la indefensión y le sirve solo de policía fronteriza a Donald Trump.

-No está combatiendo la real corrupción y la impunidad, como se demuestra con el encubrimiento a Manuel Bartlett y cerrar cualquier investigación sobre sus propiedades.

-No ha combatido de manera efectiva el robo de combustible, las tomas clandestinas continúan y no se ha visto reflejado en los ingresos de PEMEX; no combate a los grupos delictivos y existe una gran opacidad en la adquisición de 600 pipas sin licitar.

-Los lujos del gobierno no han llegado a su fin, empezando porque él vive en Palacio Nacional cuando ofreció no hacerlo.

Y muchas más mentiras que están repitiendo hasta el cansancio en los medios de comunicación, ahora sus aliados. AMLO describió un país que no existe, AMLICIA en el País de las Maravillas, está fuera de la realidad.

Para ser más claros, los derrotados en las elecciones de 2018 son los conservadores que ganaron la presidencia de la República, el Senado y la Cámara de Diputados. Están derrotados éticamente, por practicar un doble discurso; por hacer todo, de manera aún más burda, lo que criticaron de los anteriores gobiernos; por jurar ser diferentes; por practicar la ilegalidad; por no cumplir con sus compromisos; por abandonar a los más necesitados y verlos solo como un granero de votos; por dejar que la delincuencia se campee en el país mientras la población indefensa se está muriendo del terror; por ser tan cínicos y no haber bajado el precio de la gasolina; por no ser empáticos con la desgracia ajena; por solo proteger a sus incondicionales y solidarizarse con el gobernador de Veracruz y la Regenta de la CDMX mientras las verdaderas víctimas caen en el olvido; por perseguir, no la justicia, ni luchar contra la impunidad, sino solo saciar su sed de venganza; por dejar que muchos corruptos como el exgobernador de Chiapas sigan campantes después de haber desfalcado a uno de los estados más pobres; por perdonar delitos de sus funcionarios y doblar la ley; por no tener programas sociales cuantificables y evaluables; por no tener claridad en las finanzas y por confundir el ahorro con el superávit ineficiente; por dejar a los adultos mayores de la CDMX varios meses sin su apoyo que por ley les pertenece gracias al PRD; por presumir pobreza y ostentar lujos; por el desabasto en medicamentos; por destruir el estado laico y beneficiar a sus aliados religiosos; por invocar a Juárez y violar su memoria y mucho más.

Lo que sea que se haga llamar la “Cuarta Transformación”, ya fue derrotada. ética, política y económicamente.

La declaración de la muerte del neoliberalismo tuvo como colofón su propia resurrección. Habiendo declarado la guerra a los empresarios “potentados” dueños del país, ahora se postra ante ellos y envía a su hijo menor a convivir como muestra de su compromiso. Ante el temor de que se le termine de ir la nación de las manos, les ha pedido auxilio.

Todos sabemos y lo sabemos muy especialmente los perredistas, desde hace mucho tiempo, que las derrotas no son eternas, ni las victorias tampoco.

Como bien lo decía el Ingeniero Heberto Castillo: “No luchamos porque tengamos asegurado el triunfo, sino porque tenemos la Razón”. Dudo que los intoxicados de soberbia de la 4T logren entenderlo.

Beatriz Paredes, diputada del Partido Revolucionario Institucional, lo dijo muy atinadamente: “Andrés Manuel solo ganó una elección, no ganó una Revolución”.

Andrés Manuel perdió la batalla ética, aunque hasta ahora ha ganado la electoral. El pueblo está feliz, porque siempre ha sido feliz, aún en las etapas más oscuras del Salinismo, del Foxismo o del Peñanietismo; y lo seguirá siendo aun cuando la 4T nos lleve al desastre. El presidente no tiene nada qué presumir, ni adjudicarse ser el origen de la felicidad, así como no puede adjudicarse el triunfo del espíritu deportivo que demostraron los jóvenes en los juegos panamericanos y parapanamericanos, abandonados a su suerte por el gobierno y la ineptitud de la titular de la CONADE.

Hay de derrotas a derrotas. ¡Qué mayor derrota para AMLO que teniendo el poder casi absoluto no ha podido dar un solo resultado concreto en prácticamente ningún ámbito a nueve meses de tomar el poder, como él lo ofreció, y tener que pedir a sus adversarios históricos de “la mafia del poder” que lo rescaten!

LO QUE VIENE

Mientras, el PRD (partido heredero del registro del Partido Comunista Mexicano, que en éstas fechas cumple 100 años de creación) y que ha luchado contra las visiones stalinistas, retomando los conceptos de José Revueltas, se reconstruye, avanza sigilosamente, se vuelve un polo de atracción para sectores incluso no partidistas y por primera vez desde el 1 de julio de 2018, la oposición empieza a tomar la iniciativa que se le cedió a López Obrador, sí hay que reconocerlo, quedamos desconcertados, pero no nos desquiciamos.

Sabemos que no es fácil. Nadie lo tiene sencillo, ni siquiera MORENA. Pero en la unidad de la oposición, en el fortalecimiento de cada partido en su ámbito y el trabajo con la sociedad, está el camino del éxito. Esto definirá, la lucha de los próximos cinco años para contrarrestar el autoritarismo presidencialista, la corrupción, la antidemocracia, el agandalle legislativo y la impunidad.

Debemos de dejar de ser reactivos y para ser proactivos, no bailar al son que nos toque el tirano, por eso reaccionaron tan virulentamente con el PRD después del más de millón trescientos mil afiliados, porque dimos un paso hacia adelante y pusimos un punto en la agenda nacional. Debemos comenzar a discutir qué país, que nuevas instituciones queremos. Necesitamos un país de leyes, no de caudillos.

Para que no sea la voluntad de un solo hombre, sus filias y sus fobias, sus pasados personales sus emociones los que dirijan la agenda nacional, seguiremos luchando para que no se consolide el viejo régimen que tanto daño le hizo a la Nación.

LECCIÓN

En la época de los caudillos romanos, cuando éstos regresaban vencedores de alguna conquista de tierras extranjeras a la capital del Imperio, desfilaban airosos e imponentes entre los patricios, plebeyos, militares y esclavos sobre un pequeño carro arrastrado por caballos. Ataviados con togas sencillas y calzado civil, se hacían acompañar por un ciudadano que sostenía sobre la cabeza del homenajeado una diadema de victoria, que en todo momento le recordaba en voz baja, incluso con insultos, que tan sólo era un ser humano; Claro, algunos lo olvidaron o de plano se asumieron divinos, lo que generó muchos episodios trágicos en el Imperio hasta su caída.

Parece que Andrés Manuel, le hace falta no sólo quién le proporcione datos reales de la situación del País, sino quien le recuerde, constantemente, que tan solo es un ser humano y que le quede claro: él no representa a la izquierda, ni mucho menos al pensamiento libertario de México , ni a los preceptos que se fueron construyendo en nuestra lucha como activistas, desde las barricadas del movimiento estudiantil, pasando por el Movimiento Urbano Popular, las reivindicaciones de los ambientalistas, las luchas feministas, de la diversidad, de nuestros preservadores de la cultura y origen, de nuestra comunidad indígena, de la autonomía de nuestras instituciones, del equilibrio de poderes, del combate a la corrupción.

Por cierto, tan altivo y provocador porque usted determina quien es corrupto y quien no lo es, pero no lo dejaremos Sr. López, porque está equivocado, usted combatió a la mafia del poder, para construir su propia mafia, mafia que resultó revolucionada por ignorante, ociosa y hasta creo que precoz.

El PRD seguirá en la ruta crítica, en defensa de los derechos humanos y de los avances democráticos que requiere el país, este país que no se formó por obra y gracia, que se formó por el resultado de hombres y mujeres que nunca se autodeterminaron moralmente correctos, simple y sencillamente fueron políticamente éticos.

También te puede interesar