El documentalista Eugenio Polgovsky, un libro

La significativa y compacta obra del documentalista y fotógrafo Eugenio Polgovsky (1977-2017) fue generosamente premiada y hubo crítica que la supo apreciar. Ahora, el libro Eugenio Polgovsky: la poética de lo real (2020) da un paso más. El libro fue ideado y coordinado por la académica y artista escénica Mara Polgovsky —hermana del cineasta—, quien tuvo la habilidad de convocar a un conjunto de autores que incluye a directores de cine, académicos, críticos y curadores de diferentes países. Esta selección puede propiciar el interés en la obra del cineasta.

La poética de lo real ha sido publicado por Ambulante Ediciones y Tecolote Films en edición bilingüe, español e inglés. Así, Ambulante —el festival itinerante de documentales— continúa su tradición de extender sus actividades con la edición de libros. Éste ofrece también la oportunidad de ver el trabajo de fotografía fija de Eugenio Polgovsky, al que la académica Erica Segre dedica un ensayo. Las colaboraciones incluyen crítica cinematográfica de Carlos Bonfil, Kieron Corless, Dennis Lim y Diego Lerer —quien concluye su texto con una aparente manifestación de esperanza por el actual gobierno mexicano. Además de otros autores que mencionaré más adelante, Deborah Martin aporta un artículo académico y una entrevista con Polgovsky. El cineasta y programador Michel Lipkes escribe un testimonio y recuerda que Polgovsky fue premiado a los 17 años por sus fotografías. Hay, asimismo, un breve texto de Polgovsky, en que declaraba: “La fotografía y la edición son el eje de mi práctica cinematográfica”.

En su aportación al volumen, el cineasta Carlos Reygadas escribe que en las películas de Polgovsky: “Como en el mejor cine, nada se enuncia, todo está implícito”. Efectivamente, eso ocurre en los documentales de Polgovsky y es algo que lo aleja de la identificación automática con ciertas posturas políticas. No en vano, como rescata Mara Polgovsky en su propio texto, Eugenio afirmaba: “Se ha malentendido mi trabajo como un cine político, cuando yo busco la poesía y deseo labrar una poética de lo real”. Esto es común en la recepción de los documentales, incluso los de características palpablemente estéticas. El cineasta Hubert Sauper recuerda una noche de premiación para filmes de él mismo y de Polgovsky: las preguntas de reporteros confundían el género documental con el tratado social. Hay periodistas y públicos que esperan soluciones expertas sobre temas que los cineastas han abordado cinematográficamente, no en términos de políticas públicas.

Reygadas también argumenta a partir de Mitote (2012), un mediometraje de Polgovsky, que en México habría una “vida en comunidad envilecida […] Se nos ve perdidos, manipulados, víctimas del entretenimiento con que nos alimenta nuestro capitalismo degradado”. ¿A qué se refiere con capitalismo degradado? A una percepción acertada: el capitalismo, en cuestiones cruciales —como la existencia de competencia y no de monopolios—, funciona de manera distinta en otros países. Mientras que, según Reygadas: “Aquí, en México, el capitalismo malvive viciado pues no existe el contrapeso que necesita”. Reygadas está lejos de defender al capitalismo, pero reflexiona más allá de clichés. La tensión entre ideas de circulación aceptada y el pensamiento individual también fue parte del proceso creativo de Polgovsky.

El mosaico de colaboraciones de La poética de lo real ofrece una imagen del cineasta. En la descripción de Reygadas, Polgovsky fue un “héroe”, un antifantoche. El testimonio del crítico y programador Olaf Möller agrega en sentido semejante: “Había algo en Eugenio que te hacía menos arrogante”. A su vez, el productor y curador Gareth Evans percibió que Polgovsky convivía por igual con académicos que con personal de servicio, cuando fue invitado por el documentalista a una cena en el colegio de la Universidad de Cambridge, en que Polgovsky habitaba como cineasta en residencia. Más revelador aún, Evans rememora la última proyección de sus películas con presencia de Polgovsky —en la Galería Whitechapel de Londres semanas antes de su muerte—, el documentalista se mostraba efusivo y agradecido a pesar de un público escaso.

Estas aproximaciones revelan una figura que no parece moldeada por un compromiso social convencional —opción que sin duda acechaba a su alrededor. En la entrevista con Martin, Polgovsky afirmó, en discurso tópico, que intentaba: “posar la mirada en los sin voz ni voto, los inexistentes para el sistema”. Martin enfatiza que la obra de Polgovsky se distingue del “Nuevo Cine Latinoamericano”: sus preocupaciones sociales no se traducirían en películas ajustadas a los modelos de esa corriente. Aun así, la aproximación al cine de Polgovsky parecía oscilar entre los lugares comunes bien vistos por la clase cultural, como cuando se refería en entrevista a un “turbocapitalismo” en México —atribuyéndole males correspondientes a la falta de estado de derecho—, y la visión personal que sobre Los herederos (2008) lo hacía plantear: “Yo quise evitar a toda costa colocarme donde se colocan las agencias de defensa de la infancia”.

La obra de Polgovsky es la depuración de una práctica artística, en palabras de Reygadas, “poseída por una humanidad tan abrumadora que borra por completo cualquier atisbo de frivolidad”. Por mi parte, lo que identifico es una de las posibilidades del artista: la cercanía al sufrimiento —como el retratado en los documentales de Polgovsky—, afrontándolo como consustancial a la experiencia humana, sin banalidades edificantes, sino explorándolo. Y, ahora, la obra del cineasta Eugenio Polgovsky sigue ahí para interpelar al público, enriquecer a otros artistas y como materia para más escritura. El libro La poética de lo real amplía esas posibilidades.

Eugenio Polgovsky: la poética de lo real se presentará con una mesa redonda, en el Facebook de Ambulante, el martes 14 de septiembre a las 18:00 del centro de México.