jueves 18 abril 2024

Dictaduras Cuba&Venezuela: jaulas mejores que otras jaulas

por Rubén Cortés

Los venezolanos están viviendo el engendro despreciable de una dictadura populista:

—Hace tres meses, tras el anuncio de Maduro de implantar un sistema de partido único el 30 de julio, los venezolanos se lanzaron a la calle a defender la democracia armados sólo con escudos de cartón ante los tanques. En ese tiempo fueron asesinados más de 100 manifestantes, en especial jóvenes.

—A cinco días del arranque oficial del sistema de partido único, como en Cuba, los venezolanos salen menos a las calles a dar sus vidas por la libertad: ayer prefirieron escapar 33 mil por la frontera de Colombia, y medio millón más solicitaron tarjeta fronteriza para huir al país vecino ¡en un solo día!

Es decir, aun con un hálito de democracia, los pueblos se sienten en libertad de protestar, pero cuando la dictadura es un hecho, optan por emigrar. Es así como funcionan las dictaduras, y es lo que explica por qué los cubanos, por ejemplo, prefieren hace 58 años votar con los pies, a exigir votar en las urnas.

Lo explicó hace tres días en un tuit la bloguera disidente cubana Yoany Sánchez, residente en La Habana:

#Cuba No creo en la teoría de una genética de los pueblos #valientes y los pueblos #cobardes solo hay #jaulas mejor montadas que otras…

El domingo, los venezolanos empezarán a vivir en su propia jaula: millones de ciudadanos acarreados por el régimen aprobarán una Constituyente que sustituirá el actual sistema de democracia representativa, en el que dejará de existir la actual Carta Magna que les permitía el voto libre y secreto.

Los acarreados votarán por 545 delegados elegidos por Maduro, entre los que él mismo denomina “una mayoría arrasadora del pueblo chavista”, que, dijo, son “los trabajadores del Estado, pensionados del gobierno, indígenas, estudiantes, jóvenes revolucionarios y habitantes de las comunas”.

Esos 545 delegados serán los encargados de elegir después al Presidente de la República, al igual que en Cuba, China, Corea del Norte, y al igual que era en la ex-URSS y los países situados detrás de la Cortina de Hierro hasta la caída del Muro de Berlín en 1989.

La égida política estará apuntalada por un chip instalado en el carnet de identidad de 14 millones de ciudadanos, que permite, según informó Maduro, vigilar al votante, sus necesidades, su ubicación y “saber cuántas personas hay en una sala y hasta quiénes están embarazadas”.

Un control completado por la sumisión del Ejército al dictador, la policía política, la delación de unos vecinos a otros, la simulación política y la doble moral individual y familiar como única manera de alcanzar alguna promoción humana, porque el Estado será dueño de todo.

Como en Cuba.


Este artículo fue publicado en La Razón el 26 de julio de 2017, agradecemos a Rubén Cortés su autorización para publicarlo en nuestra página.

También te puede interesar