miércoles 24 abril 2024

¿Cuándo marchan contra el financiamiento a partidos?

por Ricardo Alemán

El tema es mucho más que una mera curiosidad. En realidad se trata de una de las más groseras contradicciones de la clase política, toda, pero en especial de los partidos opositores.


¿A qué nos referimos? A la doble moral de partidos, dirigentes y gobernantes que, por un lado, hacen suya la lucha contra el gasolinazo —como si se tratara de un pecado capital—, cuando lo cierto es que esos partidos que gritan y patalean son los primeros beneficiados del dinero público, como el del gasolinazo.


¿De dónde sale, históricamente, el dinero para engordar las arcas de los partidos? ¿De dónde pagan partidos y políticos las campañas que los llevan a los puestos de elección popular? ¿Cómo se financian partidos y políticos?


De suyo, las preguntas ofenden. ¿Por qué?


Porque igual que la danza de mentiras aparece la danza de millones de pesos que cada año se destinan al pago de prerrogativas a partidos — sean tiempos electorales o no—, que gracias al esquema fiscal que hoy combaten los opositores, sirve para acceder al poder, combatir adversarios y financiar campañas contra el propio Estado.


Y el mejor ejemplo del cinismo político, la perversidad y la doble moral de partidos que viven del dinero público y destruyen las instituciones es la Morena de AMLO. Como saben, AMLO lleva más de diez años en campaña. Y durante todos esos años ha sido recurrente una pregunta — que nunca ha sido contestada de manera honesta—: ¿de dónde saca López Obrador dinero para el activismo político permanente?


Todos lo saben, pero muchos callan. Las fuentes de financiamiento han sido el dinero público. Más, una confrontación reciente fracturó la relación entre dos de los más grandes vividores del dinero público: Jaime Rodríguez —motejado como “El Bronco”— y López Obrador. El primero retó al segundo a hacer política al margen del dinero público.


En respuesta, un enojado López Obrador apaleó a “El Bronco”, quien se ha convertido en un serio obstáculo para los intereses presidenciales de AMLO.


Sin embargo, el gobernador de Nuevo León no solo “escupe para arriba”, sino que incurre en idéntica farsa que AMLO. ¿Por qué?


Porque cualquiera que haya escuchado los spots que promueve el gobierno de Nuevo León descubrirá que “El Bronco” hace proselitismo político —grosero y vulgar— con dinero público. Y es que los promocionales de “El Bronco” anuncian al “gobierno independiente” de Nuevo León. ¿Y eso qué tiene de malo, podría preguntar algún ingenuo?


Pues resulta que la marca “independiente” es el partido político de “El Bronco”, quien utiliza el dinero público para la promoción de su candidatura presidencial adelantada. Y claro, nadie dice nada. En cambio, si un gobierno de cualquier otra filiación partidista coloca en sus promocionales un mensaje que diga “el gobierno del tricolor, del amarillo o del azul”, lo habrían colgado del palo más alto.


Curiosamente, tanto AMLO como “El Bronco” son feroces críticos del gasolinazo, pero solapan la perversión de las finanzas públicas que permite que en México haya partidos y políticos ricos, en un país de pobres y en donde el dinero de los pobres financia la política y a los políticos.


Por eso la pregunta elemental: ¿Por qué en lugar de combatir el gasolinazo —o además de combatirlo—, AMLO, “El Bronco” y otros vividores del poder no promueven el fin del subsidio a los partidos? ¿Por qué no hacen marchas contra el grosero e inmoral dinero para financiar a los partidos?


La respuesta todos la conocen. No combatirán el subsidio a los partidos, porque practican la doble moral. En 2012 los partidos gastaron 5 mil 143 millones de pesos. En 2016 casi 4 mil millones y en 2017 gastarán poco más de 4 mil millones de pesos. ¿No un gasto inmoral, de náusea? ¿Y AMLO? ¿Y “El Bronco”?


Pero la curiosidad va más allá.


Resulta que en su perorata engañabobos, López Obrador pregona —en su ilegal campaña presidencial— que cundo sea presidente, desaparecerán los gasolinazos y habrá gasolina barata. ¿Engaña a los idiotas del pueblo?


Vamos a suponer que, en efecto, en un hipotéticos gobierno de AMLO no habrá gasolinazo y los combustibles serán baratos. ¿Y entonces quien y de dónde se pagarán las prerrogativas a los partidos políticos?


En la respuesta a las preguntas anteriores se esconde la perversidad oculta de AMLO. ¿Por qué? Porque en el hipotético gobierno de AMLO los partidos no tendrán acceso a dinero público. Y es que AMLO —igual que Chávez y Maduro,en Venezuela— desaparecerá los partidos. Y es que, un partido sin dinero, no puede acceder al poder. De ese modo, el gobierno de AMLO será una dictadura. El peor peligro para México.


¿Así o más claro?


Al tiempo.



Este artículo fue publicado en Milenio el 7 de febrero de 2017, agradecemos a Ricardo Alemán su autorización para publicarlo en nuestra página.

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