Apan, Hidalgo

Toponimia

Del náhuatl atl (agua) y pan (sobre): “A orillas del agua”.

Historia

La población data de la época tolteca. Después de la destrucción de Tula pasó a ser parte del señorío de Acolhuacán (Texcoco). Este fue el primer punto de establecimiento español en lo que ahora es el Estado de Hidalgo, después de la derrota conocida como la “noche triste”.

En 1569 la Orden de Frailes Menores (OFM) de la Provincia del Santo Evangelio fundan el convento por orden del virrey Velasco (1550-1564), pero esta fue expedida hasta 1577. Era vista del convento de Tepeapulco. El lugar toma importancia en 1577 cuando la población de Tepeapulo es diezmada por una epidemia en 1576. En el siglo XVI no se construyó ningún edificio ambicioso. En 1585, la iglesia todavía era una construcción temporal y el convento no tenía más que un cuarto. La loggia sí es del siglo XVI (G. Kubler).

A finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII se construye una nueva iglesia, proyecto del arquitecto Pedro de Arrieta que también hizo el edifico de la ahora catedral de Tulancingo y la Basílica de Guadalupe. Se hizo a un lado del convento.

Descripción

– Atrio

El atrio, que es muy grande, está bardeado con una herrería de finales del siglo XIX o principios del XX. Debe conservar la traza original.

– Iglesia

• Exterior

La facha es la portada con la torre que se incorpora como parte de la misma. El estilo es barroco y tiene dos cuerpos y un remate. Cada cuerpo está enmarcado por dos columnas. En el primero el arco de la puerta es poligonal y, en el segundo, un alto relieve que representa la Ascensión. Al pié tres medallones con emblemas de la Orden Franciscana: el de la izquierda es una cruz foliada, al centro un medallón de san Francisco y a la derecha los dos brazos cruzados sobre los que se alza la cruz. El pequeño remate es un frontón roto con el óculo del coro. La torre, como parte del conjunto, sobre un primer cuerpo que va a la par de la fachada, tiene dos cuerpos más; el primer es barroco con arcos en los cuatro costados y el segundo, con una cúpula, es posterior y de estilo indefinido.

• Interior

La planta es de cruz latina y al centro, en el crucero, tiene una cúpula con lunetos sobre un tambor octagonal. El altar mayor es churrigueresco y se atribuye a Lorenzo Rodríguez, el que hizo el altar de Los Reyes en la Catedral de México. Tiene al centro un elemento neoclásico. Hay un altar lateral también churrigueresco y en las paredes de la nave dos altares neoclásico. Una de las pinturas importantes es “El sueño de San José” firmado por Juan José Rodríguez en 1683.

Dos paredes de la nave están cubiertas por cuadros. Una es esta con escenas de la vida de la Virgen María. En la parte central son siete cuadros. El de la parte superior que enmarca la ventana y el de la parte baja.

Y en la otra pared éste cuadro que imita un altar churrigueresco. Al centro Jesús crucificado.

– Portal de peregrinos

Era la entrada al convento. Ha sido reconstruido en épocas recientes. Estaba muy destruido.

– Convento

G. Kubler sostiene que en el siglo XVI en este conjunto conventual no hubo construcciones importantes. En 1979 hice la primera vista y en ese entonces gran parte del claustro estaba en ruinas. Había murales del siglo XVI. Uno muy bueno sobre la puerta. Ahora no los vi. No se puede entrar al edificio. El convento se ha vuelto ha reconstruir con el claustro bajo y alto, pero sin seguir el modelo del que hubo en el siglo XVI. El patio debió de ser las dimensiones de ahora y también la existencia del claustro de tres arcos por lado.

 

Esta loggia, que es del siglo XVI como lo anota G. Kubler, da a un patio exterior.

Comentario

Del conjunto conventual del siglo XVI queda muy poco. En la iglesia nada y en lo que fue el convento; el portal de peregrinos, el patio del claustro, la loggia y algún otro elemento. La fachada barroca de Arrieta y el altar churrigueresco son obras de muy buena calidad.

El domingo 1 de noviembre de 2020, que lo visitamos, las entradas del atrio estaban cerradas, pero la puerta de la iglesia se veía abierta. Ya nos íbamos cuando en una puerta, sobre la calle del costado derecho, que daba acceso a oficinas parroquiales, Sybille vio a una persona. Todo está cerrado por la pandemia, para entrar a misa había que hacerlo por ese lugar. Es la manera de tener control. Nos dijo podríamos pasar, pero antes nos tomó la temperatura y nos desinfectó el cuerpo por los dos lados, y también nos puso el líquido en las manos. Todos tenían tapabocas incluyendo al sacerdote. No se puede entrar sin él. Buenas prácticas de sanidad.

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– Visitas

1979 (Octubre); 2020 (1 de noviembre con Sybille)

– Fuentes consultadas

• Kubler, George, Arquitectura Mexicana del Siglo XVI, FCE, México, 1983.
• Notas de mis vistas.