viernes 29 marzo 2024

Convento de San Francisco, San Luis Potosí, SLP

por Rubén Aguilar Valenzuela

Historia

Existe una versión de que la Orden de Frailes Menores (OFM) llegó a la población de San Luis Potosí en 1588 y otra que en 1590. En 1588 fundaron la casa y ermita donde hoy está la universidad, pero en 1590 o 1591 se establecen en el lugar donde ahora está la iglesia y convento. Para 1595 tenían una parroquia de indios, con dos capillas, en una de las cuales estaba una fuente bautismal.

La construcción de la iglesia y el convento que ahora vemos es una obra que abarca el período de 1686 a 1692. La portada principal se termina entre 1711-1712. En 1727 por iniciativa de fray José Arlegui inicia la edificación de la capilla de Nuestra Señora de los Remedios. En 1748 se termina la construcción de la capilla de Nuestra Señora de Aranzazú, la cual fue destinada para sala capitular. En 1705 se edifica la torre más grande que se concluye en 1709 y es renovada en 1779. La torre chica se termina en 1762.

Descripción

– Atrio

Parte de lo que fue el atrio es hoy el Jardín Guerrero o también de San Francisco. Tiene forma rectangular y está ajardinado.

– Portal de peregrinos

El acceso original al convento era un portal con tres arcos de medio punto. Ahora es lugar lo ocupa una funeraria (Funerales Ortega). Son los arcos que se ven al fondo a la izquierda de la portada de la iglesia.

– Iglesia

· Exterior

La fachada-portada barroca es de cantera rosa. Obra de la primera década del siglo XVIII. Tiene dos cuerpos y un remate. En el pimer cuerpo tres calles. En la del centro un arco con líneas rectas con un medallón o escudo al centro. Las calles laterales están divididas por dos pares de columnas de estilo dóricos. En cada una de ellas dos nichos. A la izquierda, San Buenaventura y a la derecha, San Antonio.

El segundo cuerpo tiene tres calles. En la del centro una hornacina con la figura de San Francisco de Asís. Las laterales se dividen por cuatro columnas salomónicas. En medio de ellas, ventanas con herrería. El remate es mixtilíneo con dos nichos redondos con escudos. El de la derecha tiene las cinco llagas, que simbolizan los estigmas recibidos por San Francisco. Al centro se encontraba el escudo real de España ahora desaparecido. A la izquierda un escudo que muestra los brazos y la cruz, que los franciscanos llaman ”de las conformidades”. En la parte superior tres esculturas: Las de los extremos, dos frailes, y la del centro, a San Luis, Obispo de Tolosa.

Las dos torres tienen distinto tamaño y estilo. La de la derecha es la más grande. Tiene tres cuerpos y un remate. El primero, que forma parte de la fachada, es el desplante de los otros dos. En el segundo cuerpo en cada uno de sus cuatro lados hay dos arcos de medio punto alargados. Son de cantera. En el tercer cuerpo se repite el mismo diseño. Es un poco más pequeño. El remate es de forma octagonal. En cuatro de los costados hay un arco de medio punto alargado. Remata en una cúpula.

La torre de la derecha es más pequeña. Tiene tres cuerpos y una cúpula de remate. El primer cuerpo, que forma parte de la fachada, es el sostén de los otros. El segundo en cada uno de sus cuatro lados tiene un arco de medio punto alargado. El tercero tiene forma octagonal. En cuatro de los lados arcos de medio punto alargados. La cúpula remata en una linternilla.

Las torres

· Interior

La planta de la iglesia es de cruz latina, con amplios cruceros y una cúpula ochavada. El cuerpo de la nave lo forman tres bóvedas de lunetos. Bajo cada una de ellas existieron los retablos de San Antonio, San Felipe de Jesús, San Diego de Alcalá y el de la Virgen de Aránzazu.

El altar original de 1715 se construye a iniciativa de fray Juan de San Miguel. Era de estilo barroco. Se levantan también dos retablos más pequeños, el de Santa Ana y el del San Joaquín. El guardián del Convento era fray Antonio de Salazar. Del retablo se dice: “Se trajo de la ciudad de México un retablo de obra Corintia y Compósita con 33 (treinta y tres) imágenes de talla de santos de la orden todo dorado de oro limpio y tuvo de costo con los fletes $10,600.00 (Diez mil seiscientos pesos) solicitados por los muy reverendos padres Fray Juan de San Miguel y Fray Luis Atanacio”.

El altar de ahora es de cantera y es estilo ecléctico con elementos neoclásicos y barrocos. Tiene tres cuerpos y un remate. En el primero hay tres calles. En la del centro el altar con unas repisas donde están los candelabros. En las laterales las puertas hacia la sacristía. En el segundo hay tres calles. En la del centro un gran nicho con la imagen de la Inmaculada Concepción. En las laterales nichos con imágenes de santos. En el tercero hay tres calles. En la del centro un relieve. A sus lados dos nichos formados por columnas salomónicas. En las calles laterales adornos labrados en la cantera y un cuadro en cada una de ellas. El remate es un nicho con la imagen de San Francisco de Asís.

La cúpula ochavada de lugar a la formación de las cuatro pechinas en las que se encuentran pinturas de Antonio de Torres que representan a los cuatro Evangelistas.  Bajo la cúpula un candil en forma de barco formado por primas de cristal. Otro igual está en el Santuario de Guadalupe y una más está perdido.

Barco de prismas de cristal.

– Capillas

  • Nuestra Señora del Perpetuo Socorro

Al cruzar la puerta principal de ingreso a la iglesia, a mano derecha, se encuentra una capilla en el cubo de la torre grande. Estuvo dedicada a Nuestra Señora de la Consolación. Tuvo un magnífico retablo barroco. Ahora es dedicada al culto de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.

  • Capilla del Santo Entierro

Pasando la bóveda del sotacoro, dos puertas se abren a ambos lados de la nave: la de la derecha da acceso a la que fue capilla del Santo Entierro y que ahora es puerta lateral. Tuvo un retablo barroco dorado. Ahora no existe.

  • Capilla de Dolores

En el crucero derecho se encuentra la Capilla de Dolores, compuesta por dos bóvedas de arista. Tuvo un altar barroco dorado. Se construyó a iniciativa de Francisco Guerrero, Síndico del Convento, y de su esposa María de Uresti Bustamante. Pidieron la gracia de ser sepultados en ella.

Altar en la capilla. En la parte superior la Santísima Trinidad con la Virgen María.

– Sacristía

De 1749 es la construcción. El mecenas es José de Erreparáz en ese entonces síndico general de la Provincia y síndico particular del convento de San Luis Potosí. Es una de las grandes obras del barroco del siglo XVIII potosino.

Los arquitectos del siglo XVIII adaptan el diseño a la parte ya construida en el siglo XVII. Tiene tres partes: dos compuestas por bóvedas y, la tercera, la parte central, por una cúpula ochavada. Columnas estípite soportan la cúpula.

Al centro la bóveda ochavada. Tiene adornos en el tambor y en los gajos. Al centro de cada uno de estos se muestran ramilletes de flores trabajados en estuco; al centro de cada ramillete se pintaron los siguientes escudos: el de los franciscanos, el de los carmelitas descalzos, el de los juaninos, el de los jesuitas, el de los dominicos, el de los mercedarios y el de los agustinos; y, finalmente, el escudo papal, para completar los ocho gajos.

Está adornada con cuadros relacionados con la vida de San Francisco de Asís: el santo, semi-recostado; fray Leone lavándole las llagas; el Cordero: el manantial de las Aguas Vivas; Cristo en la cruz. El dorado y los colores dan vida al conjunto. Dos ángeles, en el muro, descorren el cortinaje que enmarca el relieve. La obra es de un autor anónimo.

Aquí también se encuentran cuatro esculturas que por mucho tiempo se creyó eran de factura guatemalteca, pero se ha comprobado que son mexicanas. Representan a santos franciscanos: San Bernardino de Siena, San Juan Capistrano, el Beato Juan Duns Escoto y Jacobo de la Marca.

En el muro sur de la sacristía, sobre la puerta que conduce a la Sala De Profundis, se encuentra, según algunos críticos, la obra escultórica más bella de esta iglesia. El relieve es descubierto por dos ángeles que recogen un grueso cortinaje, sostenido en el centro por una sólida argolla que pende de la cornisa.

El tema que se representa es doble: en el primer plano aparece la impresión de las llagas, por lo que San Francisco aparece suspendido en el aire. En el segundo plano éste aparece concediendo a fray León curarle las heridas; el rostro del santo revela dolor y fatiga. Esta obra es un alarde de perfección en las formas y en el color. La obra está trabajada en yeso, madera y lámina de oro. El mobiliario de la sacristía se conserva en buen estado.

– Pinturas, obras de arte y el órgano

En el interior de la iglesia hay valiosas obras del arte novohispano, de pintores como: Juan Correa, Francisco Martínez, Antonio de Torre, Miguel Cabrera, Pedro López Caldera, Miguel Ángel Anaya, Salmerón y Barragán, entre otros. Hay también obras de pintores anónimos. Se conserva la sillería del coro y el órgano tubular que es el más antiguo de la ciudad.

Destaca la obra ejecutada por Antonio de Torres; una colección de cuadros sobre la vida de San Francisco de Asís, realizada de 1719 a 1721. Ahora una buena parte de los mismos no están en los espacios para los que fueron pintados. El orden de los temas: Nacimiento de San Francisco; Bautizo de San Francisco; San Francisco Frente al Cristo de San Damián; Francisco renuncia a sus bienes y a su padre; El Sueño del Papa Inocencio III; Inocencio III aprueba la regla de San Francisco; San Francisco con la Virgen y el niño Jesús; San Francisco combate la herejía; San Francisco y las tentaciones; La entrada triunfal a Asís; Muerte de San Francisco; San Francisco se aparece a los frailes en un carro de fuego.

La obra más relevante de Antonio de Torres la encontramos en el coro del templo. En las pechinas originadas por la bóveda ochavada se representa a los padres de la iglesia: San Agustín, San Ambrosio, San Gregorio y San Gerónimo; aparecen además dos cuadros que representan a Santo Tomás en la Cátedra y, otro, a San Buenaventura en la Cátedra. Otra pintura se encuentra en el muro entre las dos ventanas que iluminan el coro. Aparecen Cristo y la Virgen con San Francisco y Santo Domingo. Algunos críticos consideran que es el mejor cuadro de los pintados por Antonio de Torres.

De Francisco Martínez se conservan tres pinturas: La Santísima Trinidad, que está en el sotacoro del templo; La comunión de Santa Teresa se encuentra en la sacristía y La pureza de San Francisco donde se muestra una de las revelaciones que tuvo San Francisco.

Las obras escultóricas no son tan numerosas como las pictóricas. Destacan las esculturas barrocas que representan a San Pedro de Alcántara y a Santa Teresa de Jesús imágenes que pertenecieron a un retablo de madera. El órgano del siglo XVIII es muy bueno.

– Convento

Segundo patio, que ahora es una plaza

El convento tiene claustro alto y bajo. En el patio central son arcao de medio punto de cantera que se sostiene en gruesas columnas de piedra. En el siglo XIX, después de la aplicación de las Leyes de Reforma 1856, una parte del convento se destruyó. Hoy aloja al Museo Regional Potosino del INAH.

– Capilla de Aranzazú

La construcción inicia a finales de 1740 o principios del 1750, al mismo tiempo que la sacristía de la iglesia de San Francisco. Se termina entre 1756 y 1758.

Es José de Erreparáz, en ese entonces síndico general de la Provincia y síndico particular del convento de San Luis Potosí, quien, como también lo hace, para la sacristía, dona los recursos, para esta edificación.

Es algo único que la capilla, que es parte del convento, esté construida en la planta alta. Se levanta sobre lo que fue la capilla del noviciado dedicada a San Antonio de Padua. La fachada es de estilo churrigueresco con columnas estípite. Es menos elaborada que la estructura interior.

La planta tiene dos bóvedas de arista. La cúpula es base circular. La decoración churrigueresca es exuberante. Son notables las columnas estípite propias de este particular estilo del barroco de la Nueva España. La gran ventana del presbiterio ilumina el interior.

A diferencia de la iglesia de San Francisco en el interior de la capilla hay pocas obras de arte. Destaca el cuadro con la imagen de Santa Rosalía del oaxaqueño Miguel Cabrera y el cuadro con la imagen de la Vírgen de la Candelaria de autor anónimo.

Como consecuencia de las Leyes de Reforma el convento se abandona y es lotificado, para su venta. Al abrirse la calle de Galeana la capilla perdió el camerín de la Vírgen y la sacristía.

La cúpula

La capilla en la parte posterior con la ventana del presbiterio

Comentario

De la construcción del siglo XVI queda poco o nada. De la edificación barroca del siglo XVIII se conserva mucho y en buen estado a pesar del abandono y la destrucción que sufre el conjunto después de las Leyes de Reforma. La iglesia, la sacristía y la capilla de Nuestro Señora de Aranzazú son obras relevantes del barroco de la Nueva España.

Son también notables las pinturas que se encuentran al interior de la iglesia y en la sacristía. De la basta obra del pintor novohispano Antonio de Torres (1667-1731) probablemente la mejor se encuentra aquí.

Se requiere un tiempo amplio, para apreciar y aquilatar el valor de cada una de las pinturas que se encuentran en el conjunto de San Francisco. Es un lugar en el que hay que volver una y otra vez.

En la visita de enero de 2022, por la pandemia, estaba cerrado el Museo Regional Potosino donde se encuentra el convento y la capilla de Nuestra Señora de Aranzazú. Insistimos en que nos dieran acceso a la sacristía, pero no lo logramos. Visitamos con cuidado la iglesia. Hay que volver.

Cúpulas

 

Juego de las cúpulas

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– Visitas
En dos ocasiones anteriores visité el conjunto conventual, pero es hasta el recorrido de 2022 (enero), que empecé a leer con cuidado sobre esta gran obra del barroco mexicano.

– Fuentes consultadas

Notas de las visitas
https://cronologiassanluispotosi.com>1592-ex-convento-de-san-francisco
http://cronologiassanluispotosi.com>1686-templo-de-san-francisco


Twitter: @RubenAguilar

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