jueves 28 marzo 2024

Convento de Santo Domingo

por Rubén Aguilar Valenzuela

Antigua, Guatemala

Historia 

La Orden de Predicadores (OP) llega a la Capitanía General en 1529. En 1542, se trasladan al Valle de Panchoy. El convento se empieza a construir en 1544 y se termina en 1551 cuando se convierte en la sede de la Provincia de San Vicente de Chiapas y Guatemala, que se erige por decisión del capítulo general celebrado en Salamanca, España.

En ese mismo año se nombra como prior provincial a fray Tomás de la Torre y en 1558 se celebra un capítulo en México que nombra a fray Pedro Angulo, como vicario de la casa de Santo Domingo en Santiago de los Caballeros. En 1556 se instituye la cátedra de Teología en el convento.

Francisco Marroquín, quien fuera el primer obispo de la diócesis, en 1562 deja en su testamento recursos para fundar el colegio Santo Tomás de Aquino, en donde se impartirían cátedras de gramática, filosofía y teología. Los beneficiarios debían ser hijos de españoles pobres, ya que no podían trasladarse a ciudades donde ya había universidades, como México.

Los dominicos cedieron un área en el atrio de su templo para que se construyeran aulas y la Real Audiencia propuso que los frailes impartieron cátedra en las mismas sin cobrar por algunos años, pero estos se opusieron e inclusive no permitieron que los franciscanos lo hicieran.

En 1620, la Real Audiencia autoriza el inicio de las lecturas en el colegio Santo Tomás, mientras se espera el permiso, para la construcción de un colegio. El rey Felipe IV autoriza al colegio de Santo Tomás dar grados. En 1676 el colegio se convierte en la Real Universidad de San Carlos Borromeo.

En 1620, Antonio Vázquez de Espinosa, en su Compendio y descripción de las Indias Occidentales del conjunto dice: “Tiene esta ciudad famosos conventos, el de Santo Domingo es muy suntuoso, de muy buena fábrica con grandiosa iglesia muy adornada y claustros; hay sujetos muy religiosos y doctos, aunque por humildad, y la gran reformación que en hábito y costumbres observan, no se gradúan”.

En 1638, los dominicos organizan sus doctrinas, pueblos a su cargo, que les representaban ingresos económicos, en torno a seis conventos. En lo que ahora es Guatemala en Santiago de los Caballeros, Amatitlán, Verapaz y Sacapulas. En lo que hoy es El Salvador en San Salvador y Sonsonate.

Del convento de Santiago de los Caballeros dependían las doctrinas de: Chimaltenango, Jocotenango, Sumpango, San Juan Sacatepéquez, San Pedro Sacatepéquez, Santiago Sacatepéquez, Rabinal, San Martín Jilotepeque, Escuintla, Milpas Altas, Milpas Bajas, San Lucas Sacatepéquez, y el Barrio de Santo Domingo en la ciudad.

En 1635, los dominicos tenían una renta de varias doctrinas, un molino de agua, una hacienda de trigo, otra hacienda con caballos y mulas, un ingenio de azúcar y una mina de plata. Ya en el siglo XVIII tenían cinco ingenios azucareros. En 1754, en virtud de una Real Cédula como parte de las Reformas Borbónicas, todos los curatos de las órdenes regulares fueron traspasados al clero secular.  

Fuente en el patio.

Tomás Ignacio de Arana, oidor de la Real Audiencia, en su Relación de los estragos y ruinas que ha padecido la ciudad de Santiago de Guatemala por los terremotos y fuego de sus volcanes en este año de 1717, dice:La iglesia y convento de Santo Domingo, fábrica tan perfecta en la arquitectura, tan admirable en sus medidas, tan vistosa en sus adornos que pudiera hacerse lugar entre las más admirables de América y de Europa, padeció tan lastimosamente ruina, que no sé si fuera menos que hubiese quedado del todo por el suelo”.

En el terremoto de 1773 se afectó la totalidad de la iglesia, la mayor parte de las celdas y el resto de las estructuras conventuales. En 1776 los dominicos se trasladan a la Nueva Guatemala de la Asunción. Con ellos se llevan la imagen de Nuestra Señora del Rosario, las imágenes procesionales del Santo Entierro y otras pertenencias que pudieron salvarse. En la nueva ciudad, les fueron otorgadas varias manzanas al oriente de la misma. En 1778 se calculó que en la construcción del nuevo conjunto conventual se habían invertido 44,218 pesos y eran necesarios otros 92,000 pesos para concluir la obra. Se inauguró en 1808. 

El antiguo conjunto se arrendó a Paulino González. Éste sirvió como una improvisada cantera. Más adelante se alojaron en ella viviendas privadas y también la Escuela Luis Mena. En este afán por reutilizar los antiguos muros, material del claustro sirvió para completar la obra del Instituto Nacional para Varones Antonio Larrazábal (INVAL), que ocupó el atrio de la iglesia hasta 1976. 

Gracias a los trabajos de reconstrucción llevados a cabo por el arqueólogo Edwin Shook, Santo Domingo recobró una parte de su antiguo atractivo. El matrimonio Shook habitó en un costado del recinto y ahí fundaron un centro de consulta arqueológica. En 1998 vendieron la propiedad a un consorcio que elaboró un proyecto para la edificación del Hotel Casa Santo Domingo y el Centro Cultural Casa Santo Domingo. 

Descripción:

– Iglesia 

 

De la iglesia que estaba en pié antes de los terremotos de 1773 no queda nada. En su tiempo junto con la catedral y la iglesia de la Compañía de Jesús era la de mayor riqueza arquitectónica y de obras de arte. Lo que fue el espacio de la iglesia, con lo que queda del presbiterio, que ahora tiene un altar, hay una carpa que sirve, para la celebración de bodas.

– Cripta El Calvario 

 

– Capilla del Rosario 

Fue muy seriamente dañada por los terremotos de 1773. En la segunda mitad del siglo XVII se amplió, para colocar un nuevo retablo. En 1776 la imagen se trasladó a la nueva capital. La capilla ha sido restaurada y como parte de ese proceso también techada. La arqueóloga Ingui Zeceña y el arquitecto Alberto Garín trabajaron en el proyecto.

Última Cena en la Capilla del Rosario.

– Convento

Del convento, al igual que la iglesia, no queda nada más que algunos vestigios que se han integrado a las estructuras del hotel y Centro Cultural. La fuente es de 1618 y se le han hecho algunos añadidos.

Comentario

Los terremotos de 1773 destruyeron la totalidad del conjunto conventual. Solo quedaron ruinas, que fueron saqueadas y utilizadas como material de construcción. La Orden de Predicadores (OP) tenía en esta estructura uno de sus edificios más importantes de toda América.

Ya en el siglo XVI, aquí funcionó un centro de estudios superiores que es el antecedente de la Universidad de San Carlos Borromeo, que se en 1676. Es hasta la década de los setenta del siglo pasado que el sitio empieza a ser reconstruido. En 1998, cuando se inicia la remodelación, para instalar el Hotel Casa Santo Domingo y el Centro Cultural Casa Santo Domingo es cuando se trabaja más intensamente en la restauración y el rescate.

Hoy lo que fue el conjunto conventual aloja el Paseo de los Museos constituido por: Museo VICAL de Arte Precolombino y Vidrio Moderno; Museo de la Platería; Museo de Arte Colonial; Museo Arqueológico y Museo de Artes y Artesanías Populares de Sacatepéquez.


– Visitas

2019. 

– Fuentes consultadas  

  • Notas de la visita. 
  • José Joaquín Pardo, Pedro Zamora Castellanos y Luis Luján Muñoz, Guía de la Antigua Guatemala, Sociedad de Geografía e Historia de Guatemala, Editorial José de Pineda Ibarra, Guatemala, 1969.
  • Villalobos, Pablo, Arquitectura de La Antigua Guatemala: Mobiliario y platería, Facultad de Arquitectura, Universidad de San Carlos, Guatemala.

Twitter: @RubenAguilar

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