viernes 19 abril 2024

Convento de San Mateo Apóstol y Evangelista

por Rubén Aguilar Valenzuela

Atlatlahucan, Morelos

En 1994, 14 conventos del siglo XVI en las faldas del Popocatépetl, fueron declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco. Éste es uno de ellos. En 2021 hubo una extensión de la declaratoria y se incorporó un convento más, para ser 15.

Toponimia

El vocablo náhuatl Atlatlahucan, debe escribirse como Atlatalukan. Proviene de atla, “agua”; tlatlau-ki, “color rojo, ocre o bermejo” y kan: “lugar propio”. Se traduce como: “Donde hay agua rojiza o colorada”

Historia

La Orden de San Agustín (OSA) llega a la Nueva España en 1533. En ese mismo año empiezan su trabajo misional en lo que hoy es Morelos y Atlatlahucan se convierte en una doctrina, que se atiende, en un principio, desde Ocuituco y luego Totolapan. Al inicio está a cargo de los agustinos Gerónimo de San Esteban y Jorge Ávila.

Esta versión de acuerdo a Plancarte y Navarrete que plantean el convento y la iglesia, estaba dedicada a San Mateo Apóstol y Evangelista. El conjunto empieza a construirse desde la propia llegada de los frailes y termina en 1570.

En versión de George Kubler el conjunto conventual estaba dedicado a la Concepción de María y es hasta 1570 que se empieza a construir. En otra versión hasta después de 1571 porque todavía dependía de Totolapan. En 1745 la iglesia pasa a manos del clero secular.

Desde el siglo XVI, los misioneros constituyeron 13 barrios con sus respectivas capillas: De los Reyes; La Asunción; Santa Ana; San Sebastián; San Andrés y Santa Bárbara; San Lucas; Santo Tomás; San Marcos; Santiago; San Antonio; San Juan Evangelista y San Miguel. Se conservan cuatro.

Descripción

Atrio

Es de grandes dimensiones y está bardeado. Tiene dos entradas. En el interior hay un muro que forma un pasillo para la procesión del Santísimo Sacramento conectando las capillas posas. No recuerdo otro convento del siglo XVI con este corredor.

La entrada principal es un arco de medio punto, que en la parte superior tiene un nicho sin imagen. Remata en una cruz. A los lados del arco unos monogramas con las letras SM en medio de dos círculos. Tiene cuatro almenas, pero una no existe.

Monograma en el arco de entrada al atrio.

Barda exterior del atrio. Al fondo el conjunto conventual

Capilla abierta

La capilla abierta está al lado izquierdo de la iglesia alineada a la fachada. Tiene tres arcos de medio punto. En el que está al centro hay una espadaña con dos arcos de medio punto alargados. El de la izquierda es más ancho que el de la derecha. Remata con un pequeño arco de medio punto. Las almenas en la parte superior de la estructura. En total son 14.

Portal de peregrinos

Está a la derecha de la fachada y alineada con esta. Tiene dos arcos de medio punto. En el portal hay murales en las paredes y en el techo. Uno de ellos es un árbol genealógico de San Agustín.

Capillas posas

De las cuatro originales del siglo XVI se conservan dos. Sus dimensiones son mayores a las de otras capillas posas en conventos de esa época. Son de mampostería. Dos lados de la estructura dan a la calle y dos hacia el atrio. Estos dos son arcos de medio punto. Están techadas con una cúpula y adornadas con almenas. En total ocho en cada una.

Una de las capillas posas vista desde fuera.

Iglesia

Exterior

La fachada se compone con diversos elementos. Se enmarca entre dos contrafuertes que en la parte superior que terminan en arcos de medio punto y rematen con una cúpula y cuatro almenas. La fachada es lisa y tiene tres elementos y el remate de la espadaña.

El primero es la puerta de entrada que es un arco de medio punto en piedra. El segundo es la ventana del coro se enmarca dentro de un triángulo sostenido por pilastras. El tercero un nicho sin imagen. A sus lados dos óculos.

La fachada remata en una muy original espadaña peculiar, espadaña que se extiende a todo lo largo. Tiene cuatro arcos de medio punto. Los de los extremos son más anchos. En la parte superior almenas. Al centro una estructura con un reloj del siglo XIX.

En la parte de atrás, metros adentro, una torre con tres cuerpos. El primero es el sostén que remata con una almena. El segundo tiene dobles arcos alargados de medio punto en cada uno de sus cuatro costados. El tercero repite la forma del segundo, pero tiene una menor dimensión. Remata en una cúpula, que tiene una linternilla. La disposición de la torre no es común.

Almenas

Una de las características particulares de este conjunto conventual es la cantidad de almenas que tiene. Lo convierten en un convento fortaleza particularmente pertrechado, pero es evidente que se trata de un recurso decorativo, que no tiene ninguna función de defensa. Quien diseñó los edificios quiso utilizar las almenas, para caracterizar su obra.

Interior

El interior es de una nave y tiene una bóveda de cañón corrido. Se conservan pocos elementos del siglo XVI. El altar es neoclásico de finales del siglo XIX o principios del siglo XX. La iglesia es muy obscura. Está pintada de un azul-morado. Hay murales de finales del siglo XIX o principios del siglo XX.

Al visitar esta iglesia uno se siente en presencia de un espacio religioso muy vivo. Está llena de altares. En el altar mayor hay muchos elementos. Uno percibe un ámbito sagrado y mágico. Es expresión de una muy viva e intensa religiosidad popular. Me impresiona.

Convento

El patio tiene forma cuadrada. En el claustro alto y bajo tres arcos de medio punto. El arco central queda en medio de dos contrafuertes. El material es piedra cubierta con aplanado de mortero de cal. En la parte superior de los cuatro lados hay almenas. Al centro una fuente. Su forma es muy semejante a la de los conventos agustinos de Ocuituco y Totolapan. La sensación que transmite es la de una estructura original y muy antigua.

Murales

Los techos del claustro alto y bajo son de cañón corrido y están pintados con murales de figuras geométricas, de influencia mudéjar, de color rojo-morado. Se aparta del común que son las figuras en blanco y negro. Se conservan bien.

Comentario

En una de las visitas que hice en la década de los ochenta pude subir al techo de la iglesia. Desde ahí pude ver una estructura armónica en la que juegan la espadaña, la torre y el papel que tienen las almenas, que dan unidad a todo el complejo.

El estilo arquitectónico del conjunto conventual de San Mateo Apóstol y Evangelista es diferente al de otros conventos agustinos. Destaca por las dimensiones de la iglesia, con su enorme fachada, y también por su estilo ecléctico.

El uso profuso de las almenas le dan una característica única. Es, sin duda, el que más tiene de todos los conventos el siglo XVI en la Nueva España.

Las dimensiones del atrio, la barda interna que crea un atrio dentro del otro. La capilla abierta de diseño original. Las capillas posas. Los murales de los techos el claustro, son notables. El uso de los colores rojo-morado.

El interior de la iglesia que después de 450 años sigue siendo centro de la vida religiosa de la comunicada. Expresión viva de una intensa religiosidad popular.

Los once conventos del siglo XVI que están en Morelos, y son parte de la declaratoria de Patrimonio Cultural de la Humanidad de la Unesco, sufrieron daños en los terremotos del septiembre de 2017. El que menos, el de Atlatlahucan. El INAH señala que esto a consecuencia del buen mantenimiento de la estructura.


– Visitas

1982: 1983; 1984; 1985; 2021 (diciembre).

– Fuentes consultadas

  • Apuntes de las visitas.
  • Rosas Quintana, Adriana y Anggie Yanireth Camacho Serrano y Hugo Alberto Reyes Chaires, Templo y exconvento de San Mateo Atlatlahucan (Siglo XVI, Morelos, México. Condiciones del inmueble en 2018. Tesina, para obtener el titulo de ingeniero arquitecto, IPN, México 2018.
  • http://www.inafed.gob.mx/work/enciclopedia/EMM17morelos/municipios/17002a.html
  • Hinojosa Hinojosa, Laura Elena, El convento agustino de Atlatlahucan, INAH, México, 2001.
  • Kubler, George, La arquitectura mexicana del siglo XVI, FCE, México, 1983

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