viernes 19 abril 2024

Conflicto entre 4T y Bukele: ecos de Evo

por Rubén Cortés

El presidente de El Salvador olió en la 4T el adversario que necesita para darle durísimo al Twitter, que es donde suele gobernar: el Pulgarcito de América abrió pleito con México, un gigante al que ve con pies de barro y moviéndose en el caos.

Así que ayer, sin miramientos diplomáticos, acusó en Twitter a México de exportarle el Covid-19 por avión: “Qué irresponsables las autoridades mexicanas. Esos pacientes deberían estar aislados, no circulando en el aeropuerto”.

Se refería a un vuelo de la aerolínea colombiana Avianca, programado para salir de la CDMX en la tarde hacia la capital salvadoreña: “Trae 12 casos confirmados de Covid-19”, escribió Bukele, sin aportar prueba alguna.

Pero ¿creería el mandatario salvadoreño necesario brindar alguna prueba? ¿Por qué? Si su gobierno ha adoptado contra el Covid-19 medidas sanitarias más rigurosas que Europa y Estados Unidos, mientras México actúa ante la epidemia con desdén bananero.

Entonces ganó el primer round, porque el canciller mexicano le respondió con un sencillo tuit y sin arrobarlo a Bukele. Además,

Avianca le agradeció a Bukele por informarles sobre unos infectados “intentando abordar el vuelo 431”.

Aunque el trasfondo del pleito no es el Covid-19, sino que, por los deberes de la 4T con el Foro de Sao Paulo, México dio asilo diplomático al ex guerrillero comunista Sigfrido Reyes, quien anda prófugo tras ser acusado de lavar millones de dólares.

Reyes era dirigente del partido del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional, y el gobierno de Bukele lo busca por peculado, lavado de dinero, estafa y por dirigir una red de delincuencia organizada.

“Otro día le hago el reclamo formal por el fugitivo de la justicia salvadoreña acusado de corrupción, al que ustedes dieron asilo político por motivos ideológicos hace unos días”, respondió Bukele al canciller mexicano.

Aunque es un personaje de menor nivel político, la presencia del ex guerrillero en México le puede abrir a la 4T un affaire similar al que vivió tras darle asilo político al ex presidente Evo Morales, más aún porque el ex guerrillero es prófugo de la justicia de El Salvador.

Como sea, estamos en presencia de un contencioso entre un presidente tuitero incontinente, y un gobierno cuya máxima dirigencia médica cree que el Covid-19 se evita con autoridad moral, y que es bueno contagiarse para luego quedar inmune.

Pero que a la vez recomienda mantener un metro de distancia con quien habla y protegerse de las toses, o permite conciertos de 100 mil personas y que el presidente bese, abrace entre multitudes, mientras que en el mundo se evitan reuniones de 10 personas.

Un circo, pues.

Por eso Bukele asegura que en 20 días seremos…

El epicentro mundial de la pandemia.

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