En un mundo en el que herramientas de comunicación como las redes sociales se han vuelto no sólo competencia para los medios de comunicación tradicionales, sino también una especie de complemento y nueva vía para llegar a más público, una faceta de este tema no ha sido revisada y es la que tiene que ver con la manera en que los propios periodistas hacen uso de las propias redes, en algo que combina la labor profesional con los gustos personales de los profesionales de la comunicación.
Mis redes
Empecemos por distinguir a aquellos periodistas que hacen uso de las redes sociales para apoyar su labor informativa de quienes no lo hacen. Entre estos últimos se ubican quienes no dominan esta tecnología –por desinterés, falta de capacitación y otras consideraciones como la “edad”, un pretexto común–, y por lo tanto no aprovechan las ventajas que estas herramientas les brindan para difundir sus trabajos.
También habría que distinguir a quienes utilizan las redes para temas profesionales y quienes la usan para temas personales, como cualquier persona que recurre a su cuenta de Facebook o Twitter para compartir las fotos de los restaurantes que visita o comentar la película que acaba de ver.
También hay quien combina lo comentado en el párrafo anterior –lo profesional y lo personal–, llenando su timeline tanto con temas estrictamente periodísticos como con pequeñas historias sobre sus aficiones, familia, amigos, vacaciones y demás.
Habría que agregar a quienes también combinan sus facetas de periodistas y activistas de distintas causas, que lo mismo difunden materiales que sirven a los propósitos extraperiodísticos que tienen, que se dedican a criticar a sus oponentes políticos, en muchas ocasiones sin aclarar de cara a la audiencia este detalle.
Por supuesto que en muchas ocasiones, los periodistas buscan dejar en claro desde la bio de su cuenta que sus opiniones son a título personal o que es una cuenta personal, buscando no restringir sus contenidos a su labor profesional únicamente. Esto es totalmente válido y se agradece la aclaración.
Pero ahora vayamos a algunas experiencias en el mundo de las redes sociales para aquellos que quieren utilizar estas herramientas para difundir sus trabajos, buscar información, interactuar con expertos o recibir retroalimentación del público.
La Universidad de Guadalajara pone a disposición del periodista un curso que busca que el profesional de la información aprenda “a utilizar las redes sociales como fuentes de información y plataformas de comunicación”.
Con una duración de 6 semanas y un costo de 2 mil 100 pesos el curso está estructurado en 5 módulos que abarcan aspectos como la marca personal, gestión de redes y medición de la audiencia.
Existen otros cursos en los que se dan básicamente contenidos similares. Una breve revisión nos muestra que el periodista debe adaptarse a esta tecnología a partir de la adquisición de conocimientos tales como el concepto de marca personal, periodismo multimedia, mercadotecnia, análisis de la audiencia, narrativas digitales, los algoritmos de las redes, periodismo móvil, entre otros temas que tienen que ver con este mundo igual de fascinante que complejo.
Desde luego, mucho de esto no se aprende en las escuelas y facultades de comunicación y periodismo, lo que ha supuesto un desafío para muchos de quienes hemos egresado de dichos centros de estudio antes de la llegada de las redes sociales –la más antigua de estas creada en la segunda mitad de la primera década del siglo XXI–, lo cual implica una capacitación adicional que algunos no buscan tomar, ya sea por falta de tiempo o por no contar con recursos para esto.
Así, cada periodista hace uso de las redes sociales de acuerdo a sus intereses, experiencias y filiación, pues como se puede apreciar con una simple revisión de perfiles en las principales redes, lo mismo tenemos a colegas que únicamente difunden sus textos, que a otros que hasta sacan alguna faceta escondida de su personalidad –como el chef o deportista que llevan dentro–, pudiendo esto enriquecer la experiencia que se tiene con la audiencia.
De acuerdo al portal Blogthinkbig, “las nuevas plataformas tecnológicas proporcionan nuevas formas de interacción entre los profesionales de la información y la sociedad. Estas redes sociales para periodistas son un elemento más de la digitalización del periodismo. Responden a las necesidades tanto del público como de la profesión, facilitando la difusión de contenidos relevantes y de calidad”.
Sin duda, se trata de un tema que se comenta poco en las redacciones e, incluso, entre nosotros los periodistas, pero que debería ser un tema a considerar por parte no sólo de los propios “tundeteclas” –como a alguno le gusta referirse a los profesionales de este oficio–, sino también de los propios medios que tendrían en las redes de sus colaboradores un apoyo más para difundir su trabajo.
@AReyesVigueras
