viernes 19 abril 2024

Cómo explicará el fut la elección del domingo

por José Carreño Carlón
Etcétera

No es que los futbolistas o los narradores del México/Brasil, el partido que se jugará el domingo, a la mera hora de la comida de la mera jornada electoral mexicana, vayan a anticipar el resultado de nuestras urnas. Ni que vayan a adelantar las razones o motivos que los votantes habrían externado en las encuestas de salida de las casillas. Ni que se les ocurra argumentar que la realización del juego ese día no fue parte de una conspiración contra la cultura cívica o contra algún partido de oposición.

Menos aún se trata de profetizar quién ganará la elección dentro de cuatro días con base en el análisis de la coronación, hace tres, del Santos Laguna, así el método del campeonato de futbol mexicano sea más alambicado que las reglas para integrar el Congreso. Y tampoco es que la final de la Champions en el juego de este sábado entre el Barsa y el Juventus fuera a explicar el impasse de las elecciones regionales italianas del pasado domingo. Ni, en fin, que ese partido pueda pronosticar sobre las ya muy animadas elecciones generales españolas de este fin de año.

Ni siquiera hay relación entre la ‘cabeza’ de este artículo y las teorías conspirativas que sobre el resultado de la elecciones en México puedan inspirarse en el catálogo de complots con que John Carlin ironizó, en El País del sábado, sobre una denuncia de colección de Vladimir Putin. Y es que el mandamás ruso atribuyó la operación del FBI y la Fiscalía General de Estados Unidos contra la corrupción en la FIFA, a una maniobra para impedir que el Mundial de 2018 se realice en Rusia.

Tan lejos de Juan Villoro. A lo que sí alude el encabezamiento de este texto es al título de un libro reportaje que se traduciría: Cómo el futbol explica el mundo: una improbable teoría de la globalización, que publicó hace diez años Harper -con una segunda edición aumentada en 2010- del ex editor de la revista progre estadounidense The New Repubic, Franklin Foer.

Muy lejos de la religión del Dios Redondo del hispanoamericano Juan Villoro, el angloamericano Foer confiesa desde la primera línea de su libro su ateísmo en la materia. (Seguro es beisbolero, como yo). Pero esto no le impidió lanzarse a una peregrinación, estadio tras estadio alrededor del planeta, con la idea de encontrar allí pistas sobre sus hipótesis acerca del fracaso de la globalización y el surgimiento de la hegemonía planetaria de las grandes corporaciones, al lado de la persistencia de nacionalismos y tribalismos.

En los estadios de futbol, en efecto, Foer encuentra, entre los hooligans, los viejos odios de las grandes rivalidades regionales. También el uso de símbolos judíos de unos fanáticos enfrentados a cantos antisemitas de otros. Pasa revista del drama humano de las migraciones hasta llegar al tema de la corrupción política y deportiva, que documenta con Berlusconi en la presidencia de Italia y del AC Milán.

Política con los pies. El autor desarrolla el título de Cómo el futbol explica el mundo en cada capítulo con el mismo gancho: cómo el futbol explica el paraíso de los gángsters en Serbia o cómo el futbol explica la pornografía de las sectas. (Así llama a los choques sangrientos entre católicos y protestantes en los estadios escoceses e irlandeses). Y así, cada uno de los diez capítulos del libro.

En la nueva edición Foer agrega un epílogo sobre cómo ganar la Copa del Mundo, con un cuadro que registra el sistema político y la filiación del partido gobernante del país campeón de cada torneo. Y aquí sí decepcionará a quien busque enterarse de cómo los balones y los tacos del México-Brasil explicarán la elección mexicana. Porque los aficionados de los dos países se emocionarán o se aburrirán, celebrarán o padecerán, según les vaya en la cancha, sin vincularla con los políticos de aquí. Mientras electores y candidatos lucharán por sus opciones, festejarán triunfos o asumirán derrotas, con independencia del futbol.

Algunos no sabrán perder y, a su manera, supondrán fácil hacer geopolítica y política con los pies.


Este artículo fue publicado en El Universal el 03 de Junio de 2015, agradecemos a José Carreño Carlón su autorización para publicarlo en nuestra página

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