jueves 25 abril 2024

Ciro Gómez Leyva y Jenaro Villamil, las capillas mediáticas

por Elvira García
Etcétera

Las capillas mediáticas, como las culturales, no son nuevas. Y constituyen, igual que las culturales, un horror de sectarismo y servilismo. Cada capilla piensa que de su lado están los meros buenos (cualquier cosa que eso signifique). Se ayudan y permanecen juntos hasta la ignominia. Se guardan secretos públicos, privados e íntimos. Y, cuando rompen, o uno de los miembros dice adiós al recinto sagrado, sobreviene la catástrofe… y también la verdad.

Hoy pensé en eso mientras hacía mi ejercicio de recorrer el dial radiofónico para escuchar las cinco voces que sintonizo para informarme; frené en seco cuando oí que Ciro Gómez Leyva, el mismísimo integrante de una de las sagradas capillas mediáticas, entrevistaba a Jenaro Villamil, miembro de la capilla del bando que, por años, ha sido radicalmente opuesto al de Gómez Leyva.

Pensé que escuchaba mal. Que mi insomnio me hacía una mala jugada. Pero no. Era Gómez Leyva conversando cordialmente con Villamil en “Ciro, por la mañana”, de Radio Fórmula. Sí: a Jenaro, el reportero que en Proceso ha llenado páginas y páginas sobre sus tres ejes temáticos: Televisa; las pifias del presidente Enrique Peña Nieto y los aciertos de la conductora Carmen Aristegui.

Durante el tiempo que Carmen estuvo en MVS Jenaro Villamil hacía acto de presencia para recordarnos que sigue en sus temas y que pertenece a la capilla donde oficia Aristegui.

Aunque el nuestro es el país del “yanomeacuerdo”, muchos no hemos olvidado las rudas opiniones que ella lanzó al aire varias veces contra Ciro Gómez Leyva, quien cuestionó aspectos del periodismo de investigación que realizó el equipo que ella comandaba en MVS. Un acierto, sin duda, fue crear esa “Unidad de Investigaciones Especiales”, pues vino a llenar un hueco periodístico que cada día era más hondo en aquella emisión matutina. Porque los noticieros radiofónicos se sostienen, más que con un rosario de palabras, con investigación periodística y la conciencia de que la libertad de expresión tiene límites y el periodista no es dueño de nada, más que de su propia dignidad.

Volvamos a Villamil-Gómez Leyva. ¿Qué se está moviendo que propició que Jenaro buscase o aceptase una invitación para ser entrevistado por el comunicador que no es bien visto por la capilla de Aristegui? ¿O es que no hay otros medios en los cuales Jenaro pudiese promover su más reciente crítica a Peña Nieto: “La caída del telepresidente”?

Algo se mueve en el ámbito político mediático a partir de la salida de Aristegui y del reacomodo de los nuevos y viejos partidos luego de las elecciones del 7 de junio. En el contexto de ese “algo” se inscribe la visita de Villamil al espacio de Gómez Leyva en Radio Fórmula. Ciro conoce las reglas del ajedrez político y se arma de paciencia para esperar el momento propicio de responder un golpe bajo con una buena partida. Hoy, sobre el tablero de ajedrez, uno de los dos jugadores exhibió sus debilidades.

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